29º día de Sitio.
El Teniente Coronel Fraser desconfía de la protección que proporciona el Urumea a las baterías del Chofre. Tiene la sospecha de que en marea baja puede ser vadeable, lo que pondría en gran peligro a todo el arsenal artillero en caso de que realizase una salida la guarnición francesa. El Capitán de artillería Alexander Macdonald se presenta voluntario para hacer una comprobación "in situ". La noche del 25 al 26 vadea el rio, llegando hasta las rocas de la parte baja de la batería del Mirador. Hay que tomar medidas urgentes, ya que todo el entramado artillero se encuentra protegido únicamente por una débil brigada portuguesa. Por ese motivo se refuerzan las guardias.
Desde la ciudad se ve como zarpan 36 chalupas hacia la escuadra de bloqueo desde los arenales del Chofre. En ellos se transportan parte de los heridos del ataque del día anterior.
Sobre la moral de los atacantes tras el fracasado intento del día 25, Gleig en su obra nos la describe de la siguiente forma:
"No hay deber más fatigoso y desagradable para un soldado que un asedio. No es que le falten motivos de emoción, que, por el contrario, los hay a cada momento, sino que le atan totalmente a un punto, le rompen constantemente sus horas de descanso y queda expuesto tan permanentemente al peligro, sin ninguna posibilidad de honor y gloria, que no debe extrañar el asentimiento absoluto de odio que generalmente prevalece, al menos entre la tropa, hacia la guarnición que cumple con su deber patrio defendiendo el otro lado. En esta ocasión, encontré mucho de este sentimiento entre las brigadas extendidas frente a San Sebastián. No podían perdonar a la guarnición francesa, que ya llevaba seis semanas manteniéndoseles en jaque; y ardían de ganas de borrar la deshonra del primer rechazo; poca mención se hacía de dar cuartel al enemigo, cuando se hablaba del próximo asalto".
La actividad artillera ese día es muy escasa. Solamente se dispara algún proyectil que cae sobre la zona de las casas ya incendiadas. En el Despacho del General Rey al Ministerio de la Guerra del día 26, este indica que la ciudad ha sufrido mucho por el incendio que aún no han podido sofocar. Menciona que la mayor parte de las casas están afectadas por los bombardeos y casi la mitad de las existentes en la ciudad destruidas por el incendio. Si se levantase viento, toda la ciudad sucumbiría por las llamas.
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