21.02
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AYUNTAMIENTO - ACTA nº20.
Alcalde: su elección Operarios y bagages.
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ANALES DE LA PRIMERA GUERRA CARLISTA EN SAN SEBASTIÁN En carta dirigida al Alcalde Angel Gil de Alcain, el Coronel del Regimiento Provincial de Granada contesta al oficio dirigido por el Ayuntamiento |
Contesta el Coronel negando, que a pesar de las enormes privaciones que soportan sus hombres “ni aún en esta situación les ha permitido la más leve relajación de disciplina”.
(AYUNTAMIENTO.23.02 - ACTA nº21.) |
Las noticias que hemos recibido de Navarra confirman las que ya se tenian del fusilamiento de varios gefes rebeldes. Antes de tomar esta resolución publicó Maroto con fecha 18 una proclama á sus tropas, que hace conocer el estado de desunión que reina entre los partidarios de Don Carlos. Ejecutado el fusilamiento, dirigió el mismo Maroto á su pretendido Rey una carta para justificar la necesidad en que se habia visto de imponer aquellos castigos, y ofreciendo publicar el verdadero autor del crimen de que acusa a los fusilados. En consecuencia D. Carlos publicó el 21 en Vergara un manifiesto en que declara traidor a Maroto por haber abusado de su confianza , fusilando unos individuos que titula beneméritos , y añadiendo que en la misma pena de traidores incurrirán cuantos auxilien al referido Maroto. Esta manifestación del Pretendiente, recibida el 23 en Estella , produjo en la facción bastante inquietud y descontento, dando lugar á que las fuerzas que marcharon con Maroto se sublevasen tratando de íusilarlo; pero como hubiesen tomado su defensa los batallones castellanos, se dice que principiaron á batirse unos con otros, sin saberse todavía el resultado. La misma inquietud y desorden se había extendido á los batallones que habian quedado en Navarra, siendo el encono de los de esta provincia contra los castellanos y la caballería de Balmaseda. Copiamos literalmente á continuación la proclama, carta y manifiesto arriba citados. |
Número 1.- Voluntarios, pueblos del reino de Navarra y provincias Vascongadas: Contais cinco años cumplidos de h eroicos sacrificios; vuestra sangre copiosamente vertida en ellos, la disipación de vuestras fortunas é indefinibles padecimientos en todos conceptos, corno sori los que habéis prestado y consignado en la historia de vuestra admirable resistencia , aun no bastan para satisfacer hoy y aplacar la codicia de hombres in morales , que bajo la sombra siempre del Monarca , y d isfru tando de ilusiones y positivas comodidades, han mirado y ven con fria indiferencia vuestras privaciones, fatigas, y aurs vuestra m uerte, con tal que les asegure dormir en la m olicie, y alimentarse á nuestra costa. Testigos sois del estado lastimoso en que recibí vuestro m ando y dirección , y lo sois igualmente de los desvelos y cuidados con que he procurado no dar motivo á desmerecer vuestra confianza. Si rnis ruegos al Monarca han influido de alguna m anera en vuestro beneficio, para que se os facilitase lo que en justicia os corresponde , aun no he podido conseguirlo, porque proyectos de contratas en que se amañan combinadas especulaciones particulares han obstruido inis deseos y alejado de mi corazón la esperanza que pude cimentar un din , fundada en reiteradas palabras con que se me aseguró no se prescindiría de la justa consideración que debeis merecer, llegando á ta l extremo la osadía de hombres malvados que impunemente c irculan noticias en que os in ju rian , manifestando que hallándoos completamente vestidos y pagados, nada mas hacéis que a llig ir las poblaciones: se han propuesto obligarme á que os conduzca á pelear contra las fortificaciones enem igas, ó sacrificaros eti nuevas expediciones, y cuando han tocado mi tenaz resistencia á tamaño desprecio de vuestras vidas han recurrido á la traición y medios infames para alucinaros: ellos han escrito y hecho una publicación escandalosa de papeles apócrifos y subversivos ; han declamado en calles, p lazas, y aun en el claustro austero y piadoso , ideas de anarquía , de sedición y de sangre; y ellos en fin han ambicionado con criminal y ostensible em peño envolveros en nuevas desgracias y am arguras en cambio de vuestros sinsabores é incomparables calam idades, obligándome los partes que con tales justiflcriLivos me fueron á Tolosa dirigidos á trastornar mi plan, y tener que venir presuroso á este suelo de honor, de lealtad y valor, con el fin de castigar la gravedad de tales excesos. Vosotros todos sabéis los hechos, porque su notoriedad es general; ignoráis que he pedido tres veces al Monaica por conducto de respetables personas que están á mi lado la separación de un mando que no pretendí, pero que una vez admitido no lo mancharé con la ignominiosa afrenta : he observado vuestra constancia; he notado vuestro disgusto, y lleno de reconocimiento á la reputación fraternal que os merezco, moriré entre vosotros; pero os juro no permitiré por mas tiempo el triu n fo de la artería, de la codicia y del engaño. Presos los autores inmediatos que provocaban una sedición m ilitar, he mandado ejecutar en sus personas un ejemplar castigo, que creo pondrá freno á maquinaciones que podrían h acer interminables vuestros traba jos; y acaso , inutilizándolos, haceros llorar el mas alto grado del infortunio. El rigor de las penas que establecen las leyes militares acaba de hacerse sentir, y seré inexorable para aplicarlo á cualquiera q u e , olvidándose de sus sagrados deberes , traspase el límite de los mismos. Cuando se calme el primer gérraen revolucionario en que han pretendido envolveros, yo mismo os presentaré la justificación legal que practicaré con el consejero de Guerra auditor general del ejército, a quien iré entregando todos los comprobantes que obran ya en mi poder. Voluntarios y nobles hijos de este reino y provincias Vascongadas: jViva el Rey: viva la subordinación; y sea nuestro lema: Religión ó muerte, y restauración de nuestras antiguas leyes, por cuyos principios moriremos todos, y lancemos fuera de nuestro lado todo hombre ambicioso que no coopere eficazmente al triunfo de la causa que defendemos, y por lo que veis cubiertos de luto y de pobreza á vuestros padres y pueblos que os vieron nacer. Estella y Febrero 18 de 1839. El gefe de E, M. G .Rafael Maroto. |
Número 2.- Carta dirigida al Soberano por su general Maroto.= Señor: La indiferencia con que V. R. M . ha escuchado mis clamores por el bien de su justa causa desde que tuve la honra de ponerme á sus R. P. en el reino de Portugal para defenderla , y mas particularmente desde mis agrias contestaciones con el general Moreno, oscureciendo y despreciando mí particular servicio prestado en la batalla sostenida contra el rebelde Espartero sobre tas alturas de Arrigorriaga , la que pudo y debió haber presentado el término de la guerra , puesto que el enemigo contaba solo por aquel entonces con el resto de muy pocas fuerzas después de que Bilbao hubiera sucumbido encerrado en él todo su ejército con la división inglesa, am ilanado y sin recursos para subsistir ocho d ia s, herido su caudillo, y con la positiva confianza que yo tenia de que un solo hom bre 210 podia escaparse, y de consiguiente la franca m archa de V . M. para M adrid , evitando con su ocupación los arroyos de sangre que han corrido posteriorm ente, me ha puesto en el duro caso, no de faltar á Y. M ., como habrán procurado h acerle creer mis enemigos personales, ó por mejor decir los de la causa de V. M ., sí de adoptar algunas medidas que asegurarán el orden para en lo sucesivo , la sumisión y disciplina m ilitar y el respeto que las demás clases y personas deben tenerme por el preferente encargo á que he llegado con honor y constantem ente, sirviendo con utilidad á m i patria y á mi Rey. Es el caso, Señor, que he m andado pasar por las arm as á los generales G u ergué, García , Sanz, al brigadier Carm ona, al intendente U riz, y que estoy resuelto, por la comprobación de un atentado sedicioso, para hacer lo mismo con otros varios, que procuraré su captura sin m iram iento á fueros ni d istincio n es, penetrado deq ue con tal medida se asegurará el triunfo de la causa que rne comprometí á defen d er, no siendo solo de V. M. cuando se interesan millares de vivientes que serian víctimas si se perdiera ; sirviéndom e en el dia para el apoyo de mis resoluciones la voluntad general tanto del ejército como de los pueblos, cansados ya de sufrir la m archa tortuosa y venal de cuantos han dirigido el tim ón de esta nave venturosa cuando ya divisa el puerto de su salvación. Sea alguna v e z, mi Rey y Señor , que la voz de un vasallo fiel hiera el corazón de V. M. para ceder á la razó n , y escucharla aun cuando no sea mas que porque conviene; seguro, como debe estarlo , de que el resultado le patentizará el engaño y particulares miras de cuantos hasta el dia han podido aconsejarle. En manos de Y. M. está, señor, la medida mas noble, mas sencilla y mas infalible para conciliario todo. N o desconoce Y. M. el gérmen de discordia que se abriga y sostiene por personajes en ese cuartel Real ; mándeles Y . M. m archar inm ediatamente para Francia, y la p a z , la arm onía y el contento reinará en Indos sus vasallos; de lo contrario , señor , y cuando las pasiones llegan á tocar su térm ino de acaloramientos, los acontecimientos se m ultiplican y se enlazan las desgracias, que siempre debeu estimarse corno tales, la precisión de proceder contra la vida desús semejantes. Resuelto he estado para retirarm e al lado de mis hijos , porque y o , señor, no vine á servir á V. M . por buscar fortuna ni reputación ; pero al presente no puedo ya verificarlo, consagrada mi existencia al bienestar y felicidad de los pueblos y del ejército que pertenece á estas provin cias, y por lo tanto ruego á V. M. de nuevo se preste á conceder lo que todos desean , y que tal vez facilitará el térm ino de una guerra que inunda el suelo español de sangre inocente, vertida al capricho y a la ferocidad de algunos ambiciosos. Tengo detallado á Y . M . repetidas veces las personas que por sus hechos han buscado la odiosidad general , y m uy cerca de sí tiene las que merecen o p in ió n , no solo entre nosotros; llámelas Y . M. á su lado para la dirección y consejo en todos los asuntos que particularm ente en el dia nos a g ita n , y Y. M . se convencerá de haber dado el punto mas prudente y acertado. Sabe Y. M. que tiene sepultados en rigurosas prisiones por años enteros á gefes benem éritos, que la em ulación ó la mas negra intriga indudablem ente pudo presentar á Y . M. como crim inales ó traidores, bajo cuyo principio se form ó una causa que la malicia tiene oscurecida con adm iración de la Europa en tera, y Y. M. debe conocer que hay un em peño singular de sostener el concepto que arrojó desde luego su Real decreto que le hicieron firmar y publicar después de su regreso á estas provincias; y Y. M. no habrá olvidado cuanto sobre este p articular tengo dicho al Secretario D. José A rias Tejeiro para ven ir en conocimiento de quién es el autor de tanto compromiso. Yo debo salvar mi opinión y justificar mi comportamiento á la faz del mundo entero que me observa ; y por lo tanto me permitirá V . M. que dé al público por medio de la imprenta esta mi reverente manifestación ; asi como sucesivamente todo cuanto haga á referencia á tales particulares. Dios guarde la R. P. de V. M. dilatados años para bien de sus vasallos. Cuartel general de Estella 20 de Febrero de 1839 .= Señor.-A L. R. P. de V . M .=Su vasallo general, Rafael Maroto.=Es copia. |
Número 3.- Voluntarios fieles vascongados y navarros.= El general D.Rafael Maroto , abusando del modo más pérfido é indigno de la confianza y la bondad con que le había distinguido á pesar de su anterior conducta, acaba de convertir las armas que le había encargado para batir á los enemigos del trono y del altar contra vosotros mismos. Fascinado y engañando á los pueblos con groseras calumnias, alarmando , excitando hasta con impresos sediciosos y llenos de falsedades á la insubordinación y á la anarquía, ha fusilado sin preceder formación de causa á generales cubiertos de gloria en esta lucha y á servidores beneméritos por sus servicios y fidelidad acendrada, subiendo mi paternal corazón en amargura. Para lograrlo ha supuesto que obraba con mi Real aprobación, pues solo asi podría encontrar entre vosotros quien le obedeciese. Ni la ha obtenido , ni la ha solicitado , ni jamás la concederé para arbitrariedades ni crímenes; conocéis mis principios; sabéis mis incesantes desvelos por vuestro bienestar y por acelerar el término de los males que os afligen. Maroto ha hollado el respeto debido á mi soberanía y los más sagrados deberes para sacrificar alevemente á los que oponen un dique insuperable á la revolución usurpadora, para exponernos á ser víctimas del enemigo y de sus tramas. Separado ya del mando del ejército , le declaro traidor, como á cualquiera que despues de esta declaración, á que quiero se dé la mayor publicidad , le auxilie u obedezca! Los gefes ú autoridades de todas clases, cualquiera de vosotros está autorizado para tratarle como tal si no se presenta inmediatamente á responder ante la ley. He dictado las medidas que las circunstancias exigen para frustrar este nuevo esfuerzo de la revolución, que abatida , impotente, próxima á sucumbir,solo en él podia librar su esperanza. Para ejecutarlas, cuento con mi heroico ejército y con la lealtad de mis amados pueblos, bien seguro de que ni uno solo de vosotros al oír mi voz, al saber mi voluntad, se mostrará indigno de este suelo, de la justa y sagrada causa que defendemos, de las filas á que me glorío de marchar e! primero para salvar el trono , con el auxilio de Dios, de todos sus enemigos, ó perecer si preciso fuere entre vosotros. Real de Vergara 21 de Febrero de 1839.—Cárlos.—Es copia.— Luchana. |
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