A comienzos de la Guerra de la Independencia (1808-1814) las revueltas populares se acompañan de la creación de Juntas provinciales y locales de defensa (asumiendo la soberanía nacional, con la formación de sus propios órganos de gobierno), pues a pesar de que legislativamente el traspaso de la corona era irreprochable, los españoles no reconocían la figura de José I Bonaparte como rey. Estas juntas tuvieron como objetivo defenderse de la invasión francesa y llenar el vacío de poder. Estaban compuestas por militares, representantes del alto clero, funcionarios y profesores, todos ellos conservadores, por lo que a pesar de que el origen del movimiento fuera revolucionario, la finalidad no mantendría la misma naturaleza. En septiembre ceden su poder a la Junta Central Suprema Gubernativa del Reino la cual se encargó del gobierno; de dirigir la defensa frente a los franceses (como la firma del acuerdo de alianza con Inglaterra); y convocar una reunión extraordinaria a Cortes, lo cual supone otro hecho revolucionario, ya que el derecho a convocar cortes era exclusivo de la corona.
El 19 de noviembre de 1809 las tropas francesas derrotaron al ejército de la Junta Central en Ocaña, y los franceses tuvieron el paso franco hacia Andalucía. La Junta se retiró a Cádiz y el 29 de enero de 1810, desacreditada por las derrotas militares y dividida por la forma en la que habían de llevar a cabo determinadas cuestiones de gobierno, se disolvió y dio paso a un consejo de regencia, sostenida sobre 5 personas, y ejercida en nombre de Fernando VII. Este consejo de regencia no tenía interés alguno en que se celebrasen las cortes, pero debido a la fuerte reacción frente a su actitud, se vieron forzados a mantener la convocatoria a las Cortes, tras un intenso debate se decidió que fueran unicamerales, y electas por sufragio universal (podían votar los varones mayores de 25 años, independientemente de su condición social y de su nivel de riqueza), indirecto (en tres grados: Parroquia, Partido y Provincia) y con representantes tanto de la España peninsular como de la América española. Se reunieron por primera vez en Cádiz, en la Isla de León, el 24 de septiembre de 1810.1
Para la elección de los diputados se utilizó el sistema de voto mayoritario en 32 circunscripciones con más de un diputado y dos con uno solo. Los Virreinatos Indianos elegían 29 diputados.3
Tenían derecho a voto todos los varones mayores de 21 años avencidados y residentes en la parroquia correspondiente, incluidos los eclesiásticos seculares.1
Podían ser elegidos los varones mayores de 25 años, residentes y vecinos de la circunscripción que tuvieran una renta proporcionada procediente de bienes propios.1
Tenían derecho a voto todos los varones mayores de 21 años avencidados y residentes en la parroquia correspondiente, incluidos los eclesiásticos seculares.1
Podían ser elegidos los varones mayores de 25 años, residentes y vecinos de la circunscripción que tuvieran una renta proporcionada procediente de bienes propios.1
Tenían derecho a voto todos los varones mayores de 21 años avencidados y residentes en la parroquia correspondiente, incluidos los eclesiásticos seculares.1
Podían ser elegidos los varones mayores de 25 años, residentes y vecinos de la circunscripción que tuvieran una renta proporcionada procediente de bienes propios.1
Las elecciones generales de España de 1834 se celebraron para elegir la composición de las primeras Cortes Generales durante el Reinado de Isabel II el 30 de junio de 1834.
El Manifiesto de Cea no contentó ni a los liberales ni a la amalgama de realistas, absolutistas y carlistas. Los inicios de la Primera Guerra Carlista tuvieron lugar ya en el propio mes de septiembre y comienzos de octubre. Con un gobierno que contaba con escasos apoyos y sin los fondos necesarios para reorganizar un Ejército, la situación impuso a la reina gobernadora un cambio decisivo. Algunas personalidades que despachaban habitualmente con María Cristina se declararon explícitamente favorables a la convocatoria de Cortes. En enero de 1834 llamó a Martínez de la Rosa, primero como ministro de Estado y poco después como presidente del Consejo, para formar un nuevo gabinete con el objeto de elaborar un régimen constitucional aceptable para la Corona, que renunciaría al poder exclusivo de la Reina.
En el país se vivía un ambiente de clara tensión. Los propios liberales estaban muy lejos de aceptar un modelo uniforme. Todo ello coincidía con una guerra que sobre todo afectaba a las provincias del norte. Los carlistas contaban con un considerable apoyo en otras partes de España. Además había una oposición militar y social, que se oponía al liberalismo encarnado por María Cristina. Martínez de la Rosa ya durante el Trienio se había mostrado como liberal moderado, partidario de revisar la Constitución de 1812 y de ampliar el poder de la Corona llegando a un acuerdo con ella. Liberal doctrinario, en todo caso parlamentarista, en el relativamente corto periodo de un año y medio como presidente de Gobierno (entre enero de 1834 y junio de 1835) trató de impulsar el Estatuto Real, sancionado el 10 de abril de 1834. Mediante el Real Decreto de 20 de mayo se convocaron las elecciones a Cortes. El 24 de julio de 1834 se constituyeron las primeras Cortes con un discurso de María Cristina, probablemente redactado por Martínez de la Rosa.1
Para ser elegido, aparte de cumplir los requisitos de elector, había que ser varón, mayor de 30 años, ser natural de la provincia, haber vivido por lo menos un año en ella y poder demostrar capacidad económica o intelectual.
Para la elección de los diputados se utilizó el sistema de voto mayoritario en 48 circunscripciones con más de un diputado y una con uno solo.2 El decreto de 20 de mayo de 1834 articuló el procedimiento electoral mediante el sufragio restringido, censitario (masculino), secreto, igual, personal, e indirecto (de segundo grado), a través de la Junta de partido y de provincia, plurinominal, con las provincias como circunscripciones, que se sustentaba en un reducido cuerpo electoral, contrario a los deseos de soberanía nacional de los liberales más progresistas.3
Mendizabal agrupó en su persona la presidencia y el Ministerio de Hacienda. La prioridad en su programa de gobierno fue el fin de la guerra civil en seis meses, para ello se esmeró en la desamortización y exclaustración eclesiástica, así como la disolución de órdenes religiosas. Con ello pretendía aliviar la deuda del Estado y poder acceder al crédito internacional para financiar la guerra contra el carlismo. Igualmente pretendía movilizar a los liberales más exaltados reformando el Estatuto Real en un sentido más democrático.
Sin embargo, la guerra no remitió en seis meses. Debido a ello, la deuda del Estado no pudo reducirse, más bien al contrario, no dejó de aumentar, y con ello, la situación económica no hizo sino empeorar. Además, las disputas en torno a la reforma política aumentaron y con ocasión de la discusión sobre la reforma electoral y otras derrotas parlamentarias del Gobierno debido a la mayoría moderada, se planteó una cuestión de confianza. Finalmente, la Reina con el Consejo de Ministros decidieron disolver las cámaras y convocar elecciones.1
Según el Estatuto Real el sufragio era censitario: solo se permitió el voto a los mayores contribuyentes y a los miembros de los ayuntamientos. La reforma de los ayuntamientos aprobada por el Real Decreto de 23 de julio de 1835 aumentó el control del Gobierno sobre las elecciones reduciendo el número de miembros de las corporaciones locales.2
Para ser elegido, aparte de cumplir los requisitos de elector, había que ser varón, mayor de 30 años, ser natural de la provincia, haber vivido por lo menos un año en ella y poder demostrar capacidad económica o intelectual.
Para la elección de los diputados se utilizó el sistema de voto mayoritario en 48 circunscripciones con más de un diputado y una con uno solo.3 El decreto de 20 de mayo de 1834 articuló el procedimiento electoral mediante el sufragio restringido, censitario (masculino), secreto, igual, personal, e indirecto (de segundo grado), a través de la Junta de partido y de provincia, plurinominal, con las provincias como circunscripciones, que se sustentaba en un reducido cuerpo electoral, contrario a los deseos de soberanía nacional de los liberales más progresistas.4
Las elecciones de febrero habían dado una clara mayoría a los progresistas en las Cortes, partido en el Gobierno. Sin embargo, la grave situación que vivía el país por la Primera Guerra Carlista y las medidas radicales de Mendizábal llevaron a un grupo de progresistas disidentes a pasarse a la oposición del Partido Moderado. Entre ellos estaban Francisco Javier de Istúriz, Antonio Alcalá Galiano y Ángel Saavedra, duque de Rivas, prominentes figuras políticas que se enfrentaron al Presidente. Igualmente tuvo este un enfrentamiento con la Reina Gobernadora con ocasión de unos nombramientos de militares a los que la Regente se opuso. Ante la situación el jefe del Gobierno presentó su dimisión el 15 de mayo.
La reina María Cristina encargó precisamente a Istúriz la formación de gobierno. El Partido Progresista desató una feroz oposición parlamentaria contra él, incluyendo una moción de censura que fue aprobada por el Parlamento. Istúriz respondió pidiendo a la jefa del Estado la disolución de las cámaras, a lo que María Cristina accedió haciendo público, además, un manifiesto criticando a las Cortes por el voto de censura. Se convocaron las nuevas elecciones para el 13 de julio.
Sin embargo, estas Cortes no llegaron a constituirse nunca. Muchos militares se habían acercado a los progresistas porque consideraban que Istúriz no combatía con eficacia a los carlistas. En junio se había producido la expedición del general carlista Miguel Gómez que había amenazado incluso la capital. Ante ello, a finales de julio se sublevó la Guardia Nacional a favor de la Constitución de 1812, extendiéndose el golpe por Andalucía, Aragón, Extremadura, Valencia y algunas unidades militares del norte. Ni el Gobierno ni la Corona cedieron y ello provocó que en la madrugada del 12 de agosto un grupo de suboficiales de la guarnición del Palacio de la Granja de San Ildefonso, donde estaba la Reina, se levantaran en armas (Motín de La Granja de San Ildefonso) obligándola a jurar la Constitución de 1812 y a nombrar un nuevo gobierno progresista. Tras llevar a la Familia Real a Madrid, la reina encargó la formación de gobierno al progresista José María Calatrava. 1
Sufragio masculino censitario: son electores los varones mayores de 25 años que sean mayores contribuyentes de la provincia en que estén avencidados (hasta un número de 200 electores por cada diputado que haya de ser elegido en dicha provincia); y los mayores de 25 años, cabezas de familia, con determinada profesión o educación (denominadas capacidades) siempre que paguen la cuota prescrita para ser mayores contribuyentes.
Ser ciudadano español, varón, mayor de 25 años, del estado seglar, cabeza de familia con casa abierta y poseer una renta propia de 9.000 reales anuales o pagar 500 reales de contribución directa.
Para la elección de los 258 procuradores se utilizó el Sistema electoral mayoritario a doble vuelta en 48 circunscripciones con más de un diputado y una con uno solo. En la primera vuelta se necesitaba mayoría absoluta, en la segunda mayoría simple.2
El objetivo de esta convocatoria era redactar un texto constitucional (Constitución de 1837) que fuera más progresista que el Estatuto Real, pero más moderado que el de 1812. Por un lado se trataba de aceptar los principios generales de esta última constitución (soberanía nacional, derechos individuales, separación de poderes, etc.), combinándolos con algunos poderes de la Corona y el bicameralismo (una asamblea electa y otra de designación real). Además de ello, se aprobaron leyes contra la censura y se impulsó una legislación electoral que ampliaba el número de electores.1 La inmensa mayoría de electos estaban nominalmente afiliados al Partido Progresista, aunque la tendencia sería una política centrista. Los diputados cambiaban su posición en función de la temática a tratar.2 La mayor parte de líderes moderados como Francisco Javier de Istúriz habían partido hacia el exilio tras los sucesos revolucionarios del verano.
Sufragio masculino universal: son electores «todos los ciudadanos varones, mayores de 21 años, avencidados y residentes en el territorio de la parroquia respectiva, entre los que se comprenden los eclesiásticos seculares».
Ser ciudadano, varón, mayor de 25 años, vecino y residente en la parroquia, partido y provincia, del estado seglar o del eclesiástico secular, y tener «una renta anual proporcionada, procedente de bienes propios».
Para la elección de los 242 diputados se utilizó el sistema de voto mayoritario en 48 circunscripciones con más de un diputado y una con uno solo. Mayoría absoluta en la parroquia, simple en el partido judicial y la provincia. El voto era secreto en el primer grado, igual, personal e indirecto en el cuatro grados.34
Aprobada la Constitución de 1837 y la ley electoral en el mes de julio, el gobierno progresista de José María Calatrava se mantuvo hasta agosto, cuando presentó su dimisión. La reina María Cristina nombró presidente a Baldomero Espartero, líder indiscutible del Ejército del Norte, pero este finalmente declinó dada su ocupación en el frente de la Primera Guerra Carlista. Finalmente, la Reina encargó el gobierno al diplomático Eusebio Bardají Azara, considerado un moderado centrista de bajo perfil. El regreso de los líderes exiliados del Partido Moderado provocó que exigieran la celebración de elecciones, habida cuenta su ausencia en la celebración de las anteriores.
La campaña electoral fue más fuerte que las vividas con anterioridad. Los progresistas habían dominado la escena política desde el Motín de la Granja de San Ildefonso estableciendo todas sus reformas y los moderados se jugaban ahora la oportunidad de parar la hegemonía progresista y su revolución. Los moderados se organizaron de un modo más eficaz, ahora bajo el nombre de “monárquicos-constitucionales”, aunque todo el mundo les seguía llamando moderados. Incluso publicaron un manual electoral de la mano de Andrés Borrego.1 La victoria del Partido Moderado fue arrolladora y ello provocó que el espíritu centrista y conciliador que había sustentado la Constitución de 1837 desapareciese rápidamente en los meses siguientes.2
Sufragio masculino censitario: son electores los españoles varones mayores de 25 años con un año de residencia como mínimo en la provincia donde voten. Y que, además, sean contribuyentes con un mínimo de 200 reales de vellón anuales, sean propietarios o tengan determinadas capacidades de profesión o educación, con una renta líquida anual de 1.500 reales de vellón como mínimo; paguen 3.000 reales de vellón al año como mínimo en calidad de arrendatario o aparcero, o habiten una casa cuyo alquiler oscile entre 2.500 y 400 reales de vellón como mínimo según, el tamaño de la ciudad en la que vivan. Son votantes también los mayores contribuyentes de la provincia si el número de electores en ella no alcanza los 30.000.
Para la elección de los 241 diputados se utilizó el sistema de voto mayoritario a doble vuelta en 51 circunscripciones con más de un diputado y una con uno solo. Mayoría absoluta en la primera vuelta, simple en la segunda. El voto era secreto, igual, personal y directo.
En las elecciones de 1837 prevalecieron los moderados y se abolió el espíritu de reconciliación de la Constitución de 1837. En esos años, el poder militar condicionó al gobierno moderado, a través de los dos generales más famosos: Ramón María Narváez, en el liberalismo moderado, y Baldomero Espartero, en el progresismo. La rivalidad entre los dos duró todo el resto del reinado de Isabel II.
Baldomero Espartero se había convertido desde el levantamiento del sitio de Bilbao en 1836 en el líder indiscutible del Ejército del Norte y había forjado en torno a él un poder militar afín al Partido Progresista. Este partido acusaba a los moderados de no combatir con decisión a los carlistas. Los moderados pretendían llegar a un acuerdo honroso con los carlistas y reinsentarlos en las instituciones. Para compensar a Espartero se formó en Madrid el Ejército del Centro, poder militar alternativo afín a los moderados liderado por Ramón María Narvaez. Los progresistas veían esto como una involución y una amenaza.
El fin del gabinete de Bardají tras un débil gobierno en diciembre de 1837 dio paso a otro consejo moderado presidido por Narciso Heredia, conde de Ofalia, que se mantuvo en la presidencia hasta octubre de 1838. Espartero hizo caer al gobierno ante el fracaso del Sitio de Morella, en el que el general Marcelino Oráa no pudo vencer al general Ramón Cabrera. Fue nombrado presidente el diplomático Bernardino Fernández de Velasco, duque de Frías. Se agudizó el enfrentamiento entre Narváez y Espartero por las desavenencias del primero con su subordinado el general Isidro Alaix, afín a Espartero. Finalmente, el general Luis Fernández de Córdova intentó dar un golpe de Estado en Sevilla contra el presidente Fernández de Velasco con el apoyo de Narváez, que resultó frustrado, abocando a Narváez al exilio.
Tras estos acontecimientos Baldomero Espartero quedó fortalecido. Renunció el gobierno y fue nombrado nuevo presidente el diplomático moderado Evaristo Perez de Castro, que gobernó casi dos años. En junio de 1839, próximo a firmar el Convenio de Vergara, Espartero pidió la disolución de las Cortes, a lo que la reina María Cristina accedió. Espartero pretendió vender el acuerdo como una victoria suya y del progresismo, lo que llevó a los moderados a retraerse de participar en las elecciones.1
Sufragio masculino censitario: son electores los españoles varones mayores de 25 años con un año de residencia como mínimo en la provincia donde voten. Y que, además, sean contribuyentes con un mínimo de 200 reales de vellón anuales, sean propietarios o tengan determinadas capacidades de profesión o educación, con una renta líquida anual de 1.500 reales de vellón como mínimo; paguen 3.000 reales de vellón al año como mínimo en calidad de arrendatario o aparcero, o habiten una casa cuyo alquiler oscile entre 2.500 y 400 reales de vellón como mínimo según, el tamaño de la ciudad en la que vivan. Son votantes también los mayores contribuyentes de la provincia si el número de electores en ella no alcanza los 30.000.
Ser español, varón, mayor de 25 años y del estado seglar, así como cumplir el resto de condiciones que se especifican para ser elector.[cita requerida]
Para la elección de los 241 diputados se utilizó el sistema de voto mayoritario a doble vuelta en 48 circunscripciones con más de un diputado y una con uno solo. Mayoría absoluta en la primera vuelta, simple en la segunda. El voto era secreto, igual, personal y directo.
En total fueron elegidos 391 diputados, además de los 11 correspondientes a Puerto Rico y 18 de Cuba. Los constitucionalistas ganaron las elecciones gracias a lo que entonces se llamó eufemísticamente «la influencia moral del gobierno». Sagasta, que también detentaba la cartera de Gobernación, aseguró el triunfo de su partido recurriendo al pucherazo. Antes de las elecciones dio una serie de instrucciones a los gobernadores civiles de cada provincia en las que entre otras cosas se les ordenaba lo siguiente:2
Valiéndose de republicanos de segundo orden, pero influyentes en las masas y con el sigilo correspondiente, el gobernador debe comprar a dos reales o a peseta el mayor número posible de cédulas pertenecientes a electores federales. El día de la elección, media hora antes de abrirse los colegios deben aglomerarse a la puerta de cada uno un número considerable de electores monárquicos, número suficiente para ocupar por completo el salón del colegio... los cuales no facilitarán el acceso sino a los que convenga. Parece excusado advertir que a la puerta de cada colegio debe tener la autoridad agentes de orden público de corazón y energía, quienes al menor pretexto harán bien en repartir algunos palos y en llevar inmediatamente a la cárceles a quienes dieren motivo para ello. Al abrirse el colegio, que deberá efectuarse media hora antes de las nueve de la mañana, a cuyo efecto el presidente y secretario llevarán los relojes media hora adelantada, deben estar en las urnas tantas papeletas en pro de la candidatura ministerial como papeletas compradas obran en poder del gobernador.
Las elecciones generales de España de agosto de 1872 tuvieron lugar el día 24 bajo sufragio universal masculino. Fueron las terceras y últimas elecciones convocadas durante el breve reinado de Amadeo I. Aunque sólo habían transcurrido dos meses desde las anteriores elecciones, el nuevo presidente del Gobierno, Manuel Ruiz Zorrilla consiguió que el rey Amadeo I disolviera las Cortes para dotarse de una mayoría parlamentaria que le permitiera aplicar el programa político de su partido, el Radical.
En total fueron elegidos 391 diputados al Congreso, además de los 11 de Puerto Rico y 18 de Cuba. Debido al estallido de la Tercera Guerra Carlista, el País Vasco se encontraba en estado de guerra y los carlistas controlaban parte de Aragón, Navarra y la actual Comunidad Valenciana, no celebrándose elecciones en esos lugares. Asimismo, para desincentivar más la participación, los conservadores (que habían perdido el poder) optaron por el retraimiento. Los republicanos federales «intransigentes» y los partidarios de la Primera Internacional pidieron directamente la abstención.
Obtuvieron 1 voto: Manuel M.ª Acevedo, José Domingo Orbegozo, Joaquín Lin, José M.ª Izquierdo, Joaquín M.ª Irizar, Conde de Montero, José Rezusta, Fermín Lasala, Antonio Sasiain, Lorenzo Alzate, Conde de Villafuertes, José Manuel Miramón, José Antonio Fernández Garayalde, Agustín Iturriaga, J. A. Fernández, Ascensio Altuna. [Ref. Arch. Muni. Sn. Sn., Secc. A, negoc. 7, lib. 4, exped. 2].
Candidatos
Votos
Miguel Antonio Zumalacárregui
266
Claudio Antón Luzuriaga
231
Joaquín Calbetón
217
Joaquín Barcaiztegui
189
Ramón Goizueta
184
Conde de Monterrón
168
José Agustín Larramendi
21
Martín Vidaurre
4
Luis Umendia
3
Manuel Emparán
2
Votos nulos y en blanco
8
Total votos
1.308
N.º electores
N.º votantes
Sn. Sn.
555
Sn. Sn.
435
Pasajes
302
Pasajes
254
Irún
273
Irún
218
Total
1.130
Total
907
1840
(*).-
Elecciones generales del 31-I-1840
[Ref. Bol. Extraord. del Estado del 1-II-1840, en el Arch. Munic. de Sn. Sn., Secc. A, negoc. 7, lib. 4, exped. 2]
Candidatos
Votos
Ladislao de Zavala (elegido)
5.911
Pedro Egaña (elegido)
5.793
Valentín Olano (elegido)
5.778
Miguel Antonio Zumalacárregui
333
Ramón de Goizueta
267
Joaquín M.ª Ferrer
243
Conde de Monterrón
43
Joaquín Fco. Aldamar
35
General Gaspar Jáuregui
22
Angle Iznardi
21
Elecciones generales del 31-I-1840
[Ref. Bol. Extraord. del Estado del 1-II-1840, en el Arch. Munic. de Sn. Sn., Secc. A, negoc. 7, lib. 4, exped. 2]
Candidatos
Votos
Gaspar de Jauregui (elegido)
5.962
Joaquin Fco. de Aldamar (elegido)
5.922
Conde de Monterron (elegido)
5.835
Luis Umendia
262
Joaquín M.ª Ferrer
240
Miguel Antonio Zumalacárregui
238
Valentín Olano
31
Claudio Antón Luzuriaga
30
Marqués de Valmediano
29
Duque de la Victoria
25
Pedro de Egaña
24
Ladislao Zavala
23
N.º electores
N.º votantes
8362
6270
1841
(*).-
Elecciones generales del 3/8-IV-1841
Obtuvieron 1 voto: Luis Umendia, Joaquín Yun, Evaristo Echagüe, José Saturnino Sosoaga, Ramón Fernández, Antonio Sasiain, Anselmo Garcés, Lorenzo Alzate. [Ref. Arch. Munic. de Sn. Sn., Secc. A, negoc. 7, lib. 4, exped. 2]
Candidatos
Votos
Miguel Antonio Zumalacárregui
805
José Odriozola
645
Joaquín M.ª Ferrer
642
Ramón Goizueta
248
Joaquín Calbetón
39
Claudio Luzuriaga
6
Bartolomé Lopetedi
3
José Antonio Lacaybar
2
Miguel Antonio Elizalde
2
En blanco
27
Total votos
2427
N.º electores
N.º votantes
?
809
1843
(*).-
Elecciones generales del 27-II-1843
Obtuvieron 1 voto: José Manuel Brunet, Evaristo San Miguel, José Odriozola, Lorenzo Alzate, El Barón de Oña, José Fco. Arza, e Ignacio José Azpe. [Ref. Arch. Munic. de Sn. Sn., Secc. A, negoc. 7, lib. 4, exped. 2].
Candidatos
Votos
Ramón Goizueta
682
Joaquín Calbetón
680
Asensio Altuna
673
Joaquín M.ª Ferrer
4
Miguel Antonio Zumalacárregui
3
José Churruca
3
Enmanuel Emparán
2
Ramón Lizarzaburu
2
Papeletas en blanco
2
N.º electores
N.º votantes
1256
686
1846
(*).-
Elecciones generales del 6/8-XII-1846
[Ref. Arch. Munic. de Sn. Sn., Secc. A, negoc. 7, lib. 4, exped. 2]
Candidatos
Votos
Fermín de Lasala
84
N.º electores
N.º votantes
150
84
1850
(*).-
Elecciones generales del 31-VIII, 1-IX-1850
[Ref. Arch. Munic. de Sn. Sn., Secc. A, negoc. 7, lib. 4, exped. 3].
Candidatos
Votos
Fermín de Lasala
69 (unanimidad)
1851
(*).-
Elecciones generales del 10/11-V-1851
[Ref. Arch. Munic. de Sn. Sn., Secc. A, negoc. 7, lib. 4, exped. 3]
Candidatos
Votos
Fermín de Lasala
88 (unanimidad)
1853
(*).-
Elecciones generales del 17-VII-1853
[Ref. Arch. Munic. de Sn. Sn., Secc. A, negoc. 7, lib. 4, exped. 3]
Candidatos
Votos
Joaquín Calbetón (elegido)
16
Luis de Mariategui
10
1854
(*).-
Elecciones generales del 4/6-X-1864
[Ref. Arch. Munic. de Sn. Sn., Secc. A, negoc. 7, lib. 4, exped. 3]
Candidatos
Votos
José Manuel Collado
705
Luis Mariategui
518
Justo M.ª Zabala
345
Ascensio Ignacio Altuna
338
Marqués de Rocaverde
312
Duque de la Victoria
37
Telesforo Monzón
16
Nº electores
Nº votantes
1579
806
1857
(*).-
Elecciones generales del 25/26-III-1857
[Ref. Arch. Munic. de Sn. Sn., Secc. A, negoc. 7, lib. 4, exped. 3]
Candidatos
Votos
Fermín Lasala (hijo)
84
Nº electores
Nº votantes
126
84
1858
(*).-
Elecciones generales del 31-X, 1-XI-1858
[Ref. Arch. Munic. de Sn. Sn., Secc. A, negoc. 7, lib. 4, exped. 3]
Candidatos
Votos
Fermín Lasala (hijo)
107
Nº electores
Nº votantes
150
95
1863
(*).-
Elecciones generales del 11/12-X-1863
[Ref. Arch. Munic. de Sn. Sn., Secc. A, negoc. 7, lib. 4, exped. 3]
Candidatos
Votos
Fermín Lasala (hijo) (elegido)
94
Luis Mariategui
1
Nº electores
Nº votantes
150
95
1864
(*).-
Elecciones generales del 22/23-XI-1864
[Ref. Arch. Munic. de Sn. Sn., Secc. A, negoc. 7, lib. 4, exped. 3]
Candidatos
Votos
Fermín de Lasala
95 (unanimidad)
1865
(*).-
Elecciones generales del 2/4-XII-1865
[Ref. Arch. Munic. de Sn. Sn., Secc. A, negoc. 7, lib. 4, exped. 3]
Candidatos
Votos
Fermín Lasala y Collado
778
José Antonio Murua y Miranda
769
José Manuel Aguirre Miramón
755
Ignacio Ibarzabal Iriondo
746
Fco. Manuel de Egaña y Manterola
208
Pedro Irizar y Ubillos
206
Ladislao Zavala y Salazar
200
Ignacio de Alcibar y Zavala
177
1867
(*).-
Elecciones generales del 11/13-III-1867
Obtuvieron 1 voto: Miguel Dorronsoro, Fermín Lasala, Ramón Fernández. [Ref. Arch. Munic. de Sn. Sn., Secc. A, negoc. 7, lib. 4, exped. 3]
Elecciones generales de España de agosto de 1872 (24.08)
Elecciones generales del 30-VIII-1872
"No se presentaron comisionados por los Colegios de Fuenterrabía y Aduna, a pesar de haberse constituido las mesas y verificado la votación en ellas. Tampoco se presentaron por no haber constituido las mesas por los Colegios siguientes: Irún; Escuelas; Alza; Larrueta, La Calzada, La Plaza; Lezo: Calle Mayor, San Juan; Pasajes de Sn. Pedro; Rentería: Concejo, Arrabal; Urnieta; Ergoyen; Sección de Lasarte". [Ref. Arch. Munic. de Sn. Sn., Secc. A, negoc. 7, lib. 4, exped. 3]
"No se presentaron Comisionados por los Colegios de los pueblos de Oiartzun, Hondarribia, Usurbil, Astigarraga, Pasaia Sn. Pedro, Lezo, Orio, ni por el 3.er Colegio de Irun denominado las "escuelas", ni por los de Altza y Aduna, agregados a esta ciudad, ni por el 3.° de Errenteria, ignorándose las causas, pues tampoco remitieron a la Alcaldía oficio ni acta alguna, con excepción de Aduna, que la ha remitido haciendo constar que no pudo constituirse la mesa en el 1.er día por falta de concurrencia de electores". [Ref. Arch. Munic. Sn. Sn., Secc. A, negoc. 7, lib. 4, exped. 3].
"No se presentaron Comisionados por los Colegios de Fuenterrabía, Rentería y Lezo, ignorando las causas, pues tampoco remitieron a la Alcaldía oficio alguno". [Ref. Arch. Munic. de Sn. Sn., Secc. A, negoc. 7, lib. 4, exped. 3].
"No se presentaron Comisionados por Pasajes de Sn. Pedro, ignorando las causas, ni tampoco por los de Irún, Fuenterrabía, Rentería, Oyarzun, Lezo y Alza, por no haber constituido mesas". [Ref. Arch. Munic. de Sn. Sn., Secc. A, negoc. 7, lib. 4, exped. 3].
Por ley de 11 de marzo de 1873, el gobierno de Estanislao Figueras convocó elecciones a Cortes Constituyentes de la Primera República Española para que se reunieran en Madrid el 1 de junio.2 Los comicios tuvieron lugar los días 10, 11, 12 y 13 mayo, obteniendo los republicanos federales 343 escaños y el resto de fuerzas políticas, 31.
Las elecciones, sin embargo, se desarrollaron en condiciones muy poco ortodoxas, y su representatividad resultó ridícula incluso para la época, pues no se presentaron a las elecciones ni los monárquicos carlistas, que estaban en guerra desde 1872, ni los monárquicos alfonsinos de Cánovas del Castillo, ni los republicanos unitarios, ni tan siquiera las incipientes organizaciones obreras adscritas a la Internacional, que se pronunciaron por la abstención. Fueron posiblemente los comicios con la participación más baja de la Historia de España. En Cataluña sólo votó el 25 % del electorado, y en Madrid no mucho más: un 28 %.
En teoría las Cortes salidas de las elecciones debían discutir y aprobar la nueva Constitución, pero en la práctica «se encontraron con el hecho de que su labor no era propiamente constituyente. Se limitaron a aceptar el texto de la Comisión [que había elaborado el proyecto] y a aprobar su contenido… El último día de junio la Constitución estaba lista para su promulgación».2
Se formó un gobierno provisional, Ministerio-Regencia, presidido por Cánovas que fue confirmado por el rey Alfonso XII al llegar a Madrid tras desembarcar en Barcelona, procedente de Marsella, el 9 de enero de 1875.
En el seno del gobierno de Cánovas se abrió un debate sobre si debería mantenerse el sufragio universal (masculino) de acuerdo con la Ley Electoral de 1870, una legislación de la «época revolucionaria». A propuesta del propio Cánovas se acordó que se convocarían por sufragio universal «por esta sola vez», una concesión a los constitucionales de Sagasta para que se integraran en la nueva monarquía y que indignó al Partido Moderado.3456 Seguidamente Cánovas presentó la dimisión para ser coherente con sus propias convicciones contrarias al sufragio universal y para en la misma operación sustituir a los tres ministros más derechistas, todos ellos de origen moderado, uno de ellos el marqués de Orovio. Le sustituyó el general Joaquín Jovellar que ocuparía la presidencia del Gobierno exclusivamente durante el periodo de confección de las listas electorales, aunque de hecho «el jefe era Cánovas y la política se hacía desde su domicilio particular», como comentó un embajador extranjero.7
«Esta solución permitía a Cánovas no implicarse directa y oficialmente en la decisión de mantener el sufragio universal para las primeras elecciones. Al hacerlo así, independientemente de sus propias convicciones, evitaba la descalificación de los moderados históricos, salvando su liderazgo sobre el partido conservador que trataba de crear», ha afirmado Feliciano Montero.8 La oposición de Cánovas al sufragio universal no cambiaría y cuando finalmente se aprobó en junio de 1890 a propuesta del gobierno liberal de Sagasta afirmó durante el debate de la ley que su aplicación «sincera», «si da un verdadero voto en la gobernación del país a la muchedumbre, no sólo indocta, que eso sería lo de menos, sino [a] la muchedumbre miserable y mendiga», «sería el triunfo del comunismo y la ruina del principio de propiedad».9
En la víspera de la celebración de los comicios, que tuvieron lugar en los días 20-24 de enero de 1876,10 mientras que la jerarquía eclesiástica desplegó una campaña prohibiendo a los católicos votar a los propagadores de «esa libertad de perdición», en referencia a la tolerancia religiosa que propugnaban los canovistas y los centralistas de Manuel Alonso Martínez,11 la Comisión de Notables publicó el Manifiesto de los Notables en el que justificaba las bases constitucionales que había redactado con miras al gran objetivo de «afianzar... las conquistas del espíritu moderno, asentando sobre sólidas bases el orden público y poniendo a cubierto de peligrosas contingencias los principios fundamentales de la monarquía española».12 En el Manifiesto, hecho público el 9 de enero,13 se hacía un llamamiento al consenso:8
Natural era, pues, que los partidos, respondiendo a su llamamiento, se concertaran para llegar a una legalidad común, porque sin un rey universalmente aceptado y una Constitución para todos respetada podrá existir en verdad una dictadura más o menos inteligente y provechosa, pero es de todo punto imposible el régimen monárquico-constitucional y parlamentario.
Gracias a las «maniobras» del ministro de la Gobernación Francisco Romero Robledo —«fueron unas elecciones dirigidas con mano firme desde el Ministerio a través de las autoridades locales, previamente seleccionadas por el gobierno»—14 las elecciones, en las que hubo una abstención que, según las cifras oficiales,15 superó el 45 % —el 65 % en las grandes ciudades—16 depararon una mayoría abrumadora canovista en las Cortes (333 diputados sobre 391)101617 y los moderados solo obtuvieron doce escaños —«fueron destrozados en las urnas»—18 por lo que muchos miembros del viejo partido de la época isabelina se unieron al partido de Cánovas.1920
Por el contrario a los constitucionales de Sagasta, previo pacto,21 Romero Robledo les «otorgó» veintisiete escaños10 ―uno de ellos para el propio Sagasta por Zamora que disfrutaría casi permanentemente― como recompensa por el reconocimiento que habían hecho en noviembre de 1875 de la nueva monarquía al declarar públicamente su pretensión de «ser hoy el partido del Gobierno más liberal dentro de la Monarquía constitucional de Alfonso XII».2223
El número de personas con derecho a voto en estas elecciones fue de 3 989 612. La distribución de escaños en el Congreso de los Diputados fue el siguiente:
Las Cortes salidas de las elecciones, bautizadas por algunos críticos como Las Cortes de los Milagros en referencia al masivo fraude electoral,24 fueron las que a partir del 15 de febrero de 1876, día en que el rey inauguró solemnemente la legislatura,25 discutieron el proyecto de Constitución en muy pocas sesiones ―los títulos relativos a la Corona y sus competencias no fueron debatidos a propuesta de Cánovas, a pesar de las protestas de los escasos diputados republicanos, como Emilio Castelar― y finalmente lo aprobaron el 24 de mayo en el Congreso ―por 276 votos contra 40― y el 22 de junio en el Senado ―por 130 contra 11―.26272829 «Las Cortes se encontraron con el hecho de que su labor no era propiamente constituyente. Se limitaron a aceptar el texto de la Comisión y a aprobar su contenido… El último día de junio la Constitución estaba lista para su promulgación», ha señalado Manuel Suárez Cortina.2
Las elecciones generales de 1879 fueron convocadas para el 20 de abril de 1879 bajo el reinado de Alfonso XII sobre la base de lo dispuesto en la Constitución de 1876, vigente hasta 1923, en la conocida como Restauración.
El 28 de diciembre de 1878 se reforma la ley electoral para volver al sufragio censitario, por el que el número de electores quedaba reducido a unos 874 000 individuos.4El 7 de marzo de 1879 el general Arsenio Martínez Campos sustituye en la presidencia del Gobierno a Cánovas del Castillo. Tal como era habitual tras el cambio, el rey Alfonso XII firma el decreto de Disolución de las Cortes, esto sucede el 10 de marzo.
El número de votantes para estas elecciones era de aproximadamente 840 000, mediante sufragio restringido. Se eligieron 392 diputados el día 20 de abril de 1879.
Se desconoce la participación, lo que presupone una ostensible manipulación, con victoria de los grupos liberales dinásticos que entonces gobernaban, entonces denominados liberales-conservadores, con 293 escaños.
En 1878 el grupo de viejos unionistas dirigido por Manuel Alonso Martínez abandona el Partido Liberal-Conservador y regresa a las filas del Partido Constitucional de Sagasta, que había abandonado en 1875. En 1880, tras cinco años consecutivos de gobierno, continúa la erosión del Partido Liberal-Conservador. El 9 de marzo de 1880, el general Arsenio Martínez Campos, se pasa con sus seguidores al Partido Constitucional. Ese mismo año abandonan las filas conservadoras y se suman a las liberales José Posada Herrera, antiguo dirigente de la Unión Liberal y presidente del Congreso en las primeras Cortes de la Restauración, así como un grupo de viejos notables del Partido Moderado que no encuentran acomodo en las filas conservadoras, como el conde de Xiquena o Balmaseda. A raíz de estas incorporaciones, el Partido Constitucional pasó a denominarse Partido Liberal-Fusionista. En enero de 1881 Sagasta, fortalecido su partido, reclama al rey Alfonso XII que cese a los conservadores y llame al gobierno a los liberal-fusionistas. El rey accede a la demanda de Sagasta y el 8 de febrero de 1881, Sagasta asume por primera vez en la Restauración la presidencia del Consejo de Ministros.
El número de votantes para estas elecciones era de 846 961 (el 4,99% de la población total), mediante sufragio restringido. Se eligieron 392 diputados el día 20 de agosto de 1881.
La abstención alcanza el 29% y como era costumbre de la época se presupone una ostensible manipulación, con victoria de los grupos liberales dinásticos que entonces gobernaban, entonces denominados liberales-fusionistas, con 297 escaños.
El 13 de octubre de 1883 el ministerio del Partido liberal-fusionista presidido por Práxedes Mateo Sagasta asociado por los problemas que planteaba la violenta intransigencia republicana, la agitación social y las divisiones en el seno de su propio partido, entregaba el relevo a otro dirigido por José de Posada Herrera.
El número de votantes para estas elecciones era de 808 243 (el 4,6% de la población total), mediante sufragio restringido. Se eligieron 392 diputados el día 27 de abril de 1884.
La abstención alcanza el 28% y como era costumbre de la época se presupone una ostensible manipulación, con victoria de los grupos liberales dinásticos, en este caso liberales-conservadores, obteniendo la necesaria mayoría para el ejercicio del gobierno canovista: 318 escaños.
En base al Pacto de El Pardo de 24 de noviembre de 1885 queda instituido el sistema de turnos pacíficos en ejercicio del poder entre liberales y conservadores, que consolidó la Restauración hasta finales del siglo xix y principios del XX.
Desconocemos los datos de la abstención y como era costumbre de la época se presupone una ostensible manipulación, con victoria de los grupos liberales dinásticos, en este caso conservadores, obteniendo la necesaria mayoría para el ejercicio del gobierno: 222 escaños.
En base al Pacto de El Pardo de 24 de noviembre de 1885 queda instituido el sistema de turnos pacíficos en ejercicio del poder entre liberales y conservadores, que consolidó la Restauración hasta finales del siglo xix y principios del xx.
El 25 de abril de 1901 siguiendo el proceso de normalización conforme a lo pactado entre las principales fuerzas políticas, se procedió a la disolución de las Cámaras y a la convocatoria de elecciones legislativas.
Desconocemos los datos de la abstención y como era costumbre de la época se presupone una ostensible manipulación, con una victoria aplastante de los liberales dinásticos, obteniendo la necesaria mayoría para el ejercicio del gobierno: 233 escaños.
Tras la crisis del gobierno conservador de Antonio Maura a causa de la Semana Trágica de Barcelona en 1909, se sucedió el gobierno liberal de Segismundo Moret pero su acercamiento a republicanos y socialistas no gustó en los ámbitos políticos, y cuando el rey Alfonso XIII le negó la disolución de las Cortes (que le hubieran dado una mayoría holgada con apoyo de los republicanos), dimitió el 9 de febrero de 1910. Entonces el monarca encargó formar gobierno a José Canalejas a quien sí otorgó el decreto de disolución de las Cortes y la consiguiente convocatoria de elecciones para poder "hacerse" con una mayoría parlamentaria.
El jefe de gobierno continuó siendo José Canalejas, que fue asesinado el 12 de noviembre de 1912. Le sustituyó entonces el conde de Romanones, quien dimitió el 27 de octubre de 1913 debido a la división interna del partido de Manuel García Prieto, fundador del Partido Liberal Demócrata. Al mismo tiempo, también hubo división en el Partido Conservador cuando Antonio Maura y Juan de la Cierva y Peñafiel no aceptaron el liderazgo de Eduardo Dato. Más tarde quebró también la Conjunción Republicano-Socialista, a pesar del éxito relativo obtenido.
Es difícil calcular cuántos votos recibió cada partido, ya que la ley electoral era por listas abiertas, y no es posible decir cuántos votos obtuvo cada candidatura, ya que los votantes podían elegir candidatos de distintas listas para cada uno de los escaños de su circunscripción. El Gobierno de la Segunda República nunca publicó los resultados en su integridad.2Según disponía la Ley Electoral vigente, la mecánica de adjudicación de las actas de diputados era compleja y necesitaba de tiempo para llevar a cabo el escrutinio general, una segunda vuelta donde fuera necesario y la discusión de las Actas en el Parlamento. En 1933 el presidente del Gobierno dirigió la segunda vuelta presentando al Parlamento los resultados. La dimisión de Portela Valladares, quien fuera jefe de gobierno, el 19 de febrero llevará al Presidente de la República, Alcalá Zamora, a adelantar el nombramiento del líder del Frente Popular, Manuel Azaña, como Presidente del Consejo de Ministros.
La ley electoral aplicable fue la Ley Electoral de 1907, enmendada en junio de 1931 y julio de 1933. Los procesos y garantías previstas en la normativa eran los mismos que se preveían durante la monarquía liberal. Los cambios que produjeron las dos enmiendas citadas anteriormente fueron el cambio a circunscripción provincial, la inclusión de las mujeres en el censo, la rebaja de la edad mínima para ejercer el voto a los 23 años y el método de conversión de los votos en escaños.3
La normativa electoral fijaba la provincia como circunscripción electoral, aunque las ciudades con más de 150.000 habitantes (Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza, Bilbao, Málaga y Murcia) constituían su propia circunscripción, incluyendo en ella a todos los municipios pertenecientes a su partido judicial y, por tanto, del área metropolitana. Por cada 50.000 habitantes se asignaba un escaño a cada circunscripción y, si tras la asignación restaba una cifra de más de 30.000 habitantes, se asignaba un escaño adicional. Las ciudades de Ceuta y Melilla obtenían un escaño cada una. Estas reglas creaban un congreso de 473 escaños. Respecto a las elecciones anteriores, solo se modificaron dos escaños.3
El sistema electoral establecía un sistema mayoritario con voto limitado o restringido. A diferencia del sistema electoral del régimen del 78, no se votaban listas cerradas de partidos, sino que el votante podía elegir en su circunscripción un número fijo menor de candidatos que el de escaños en juego. La fórmula electoral determinaba que los candidatos más votados eran proclamados diputados, siempre que obtuviesen al menos el 20% de los votos emitidos en su circunscripción y siempre que, al menos uno de ellos, hubiera obtenido el 40%. Si se cumplía este último requisito, pero no todos los escaños se elegían con más del 20% de los votos, los escaños no decididos se sometían a escrutinio en una segunda vuelta, que tenía lugar dos semanas después. A esta segunda vuelta solo concurrían los candidatos que hubieran sobrepasado el 8% de los votos.3
La participación fue del 76% del censo,20 aunque otros historiadores dan la cifra del 72,9%. De todas formas fueron las elecciones que registraron la participación más alta de las tres que tuvieron lugar durante la Segunda República, lo que se atribuyó al voto obrero que no siguió las habituales consignas abstencionistas de los anarquistas.21
El sistema electoral de listas abiertas en vigor durante la Segunda República permitía a cada elector repartir sus votos entre candidatos de todas las tendencias políticas. Por ello, si bien se conocen con exactitud los votos obtenidos por cada candidato individualmente, es difícil cuantificar el apoyo popular recibido por cada partido o coalición. No obstante se han realizado cálculos que tratan de estimar cuántos electorales votaron “a izquierdas”, “a derechas” o “a centro”. La primera estimación fue realizada por la Secretaría General de la Presidencia de la República:22
Izquierdas
Centro
Derechas
Sufragios (estimación)
4.430.322
682.825
4.511.031
Porcentaje de sufragios (estimación)
46%
6%
48%
El estudio que realizó en los años 70 el historiador Javier Tusell sobre los resultados y en general sobre las elecciones de 1936 arroja unas cifras similares, es decir, un reparto muy equilibrado de votos con una leve ventaja de las izquierdas (4,65 millones, 47,1%) sobre las derechas (4,50 millones, 45.6%), mientras el centro se limitó al (0,5 millones, 5,3%).16 Por otro lado, el hispanista británico Gerald Brenan asignó en 1943 a las izquierdas 4,7 millones de votos (51,5%), alrededor de 4 millones de votos a las derechas (~44%) y 450 000 al centro (4,5%).23 Pero como el sistema electoral republicano primaba a los ganadores esto se tradujo en una holgada mayoría para la coalición del “Frente Popular”.24
El estudio más reciente sobre las elecciones, el libro de Álvarez Tardío y Villa García,3 arroja el siguiente resultado de la primera vuelta:16
Izquierdas
Centro
Derechas
Sufragios (estimación)
4.432.381
738.557
4.402.811
Porcentaje de sufragios (estimación)
46,3%
7,7%
46%
A continuación se adjunta una tabla con los resultados de las elecciones en votos. Los resultados totales que aquí aparecen hacen referencia a las candidaturas compuestas por listas completas, pero no incluyen a los candidatos "sueltos" que concurrieron a las elecciones. Sobre la base de los estudios históricos, el total de votos sería de unos 9.792.700, aunque teniendo en cuenta el patrón empleado de listas completas sería de 9.465.600, como aparece aquí. Por tanto, algunos de los resultados en número de votos que aparecen aquí no son completos. Para más información véanse las notas aclaratorias.
Según Álvarez Tardío y Villa García,3 el Frente Popular obtuvo en la primera vuelta 259 escaños parlamentarios (una mayoría holgada del 54,7% de los 473 escaños) y la coalición de las derechas 189 escaños.16 Sin embargo, Eduardo González Calleja y Francisco Pérez Sánchez consideran que el número de diputados del Frente Popular, «aunque siempre hay independientes difíciles de ubicar», fue de 286 diputados. «Los 267 originales proclamados por las Juntas provinciales, más seis por impugnaciones de la comisión de actas, más trece extras de Cuenca y Granada».25 Según Julián Casanova, en total el "Frente Popular” obtuvo 263 diputados (incluidos los 37 del “Front d’Esquerres” de Cataluña), la derecha 156 diputados (entre ellos solo un fascista, que era del Partido Nacionalista Español, ya que Falange Española no se quiso integrar en las coaliciones de la derecha por estar en desacuerdo ideológico y decidió presentarse en solitario: José Antonio Primo de Rivera se presentó por Cádiz y no salió elegido, por lo que no pudo renovar su acta de diputado y perdió la inmunidad parlamentaria) y los partidos de centro-derecha (incluyendo en ellos a los nacionalistas de la Lliga y del PNV, y al Partido del Centro que rápidamente había formado Portela Valladares con el apoyo de la Presidencia de la República) sumaban 54 diputados.24
La segunda vuelta electoral se efectuó en aquellos sitios donde la lista electoral más votada había recibido menos del 40% de los votos: Álava, Guipúzcoa, Vizcaya, Castellón y Soria (En las provincias vascongadas el doctor Berástegui, vicario general del obispado de Vitoria, declaró que los reaccionarios eran tan católicos como las llamadas derechas y que lícitamente se les podía votar. Ante esta declaración el Frente Nacional Contrarrevolucionario retira sus candidaturas recomendando que votaran la candidatura nacionalista vasca del PNV)26 Estaban en juego veinte escaños. Realizada la votación el 1 de marzo, sus resultados reforzaron la situación creada en la primera vuelta: el Frente Popular obtuvo ocho escaños; el PNV consiguió siete y las derechas lograron cinco. En consecuencia, tras pequeños ajustes, la mayoría gubernamental pasó a tener 267 escaños, en tanto que las restantes minorías sumaron 206.16
Por fraudes atribuidos a las derechas durante la emisión de los votos, se declararon nulas las elecciones de Cuenca y Granada. El 3 de abril quedaban constituidas las Cortes Españolas con 21 puestos vacantes. A comienzos de mayo se repitieron las elecciones en Cuenca y Granada. En Granada las derechas se retiraron y, en Cuenca se registró un triunfo del Frente Popular.
Tras la segunda vuelta, los recortes de la Comisión de Actas y la repetición de las elecciones en Granada y Cuenca, la composición de la Cámara quedaba así:2728
R Se integraron en el grupo parlamentario Republicano junto al PCNR. EC Se integraron en el grupo parlamentario Esquerra Catalana junto a ERC. IR Se integró en el grupo parlamentario Izquierda Republicana junto a IR. BN Se integraron en el grupo parlamentario Bloque Nacional junto a RE.
↑Cuatro de ellos en circunscripciones en las que se presenta con Derechas
↑Los 6 en Andalucía, donde se presenta con las Derechas
↑Tres elegidos en listas de centro-derecha y 1 en solitario. Incluye al expresidente Chapaprieta, el ministro Villalobos, el exdiputado radical Pascual y el rep.gallego Cornide.
Los resultados electorales, además de la gran novedad de la desaparición electoral del Partido Radical (que pasó de 104 diputados en 1933 a solo 5 en 1936), mostraron la consolidación de tres grandes fuerzas políticas: los republicanos de izquierda (con 125 diputados: 87 de Izquierda Republicana y 38 de Unión Republicana), más la CEDA por su derecha (pasó de 115 diputados en 1933 a 88, mientras el Partido Agrario pasaba de 36 a 11); y el PSOE por su izquierda (de 58 diputados pasaba a 99). El PCE entraba en el parlamento con 17 diputados, también el Partido Sindicalista y el POUM, con un diputado cada uno.21
“En el Frente Popular, los primeros puestos en las candidaturas los ocuparon casi siempre los republicanos del partido de Azaña y en la derecha fueron a parar a la CEDA, lo cual no confirma, frente a lo que se ha dicho en ocasiones, el triunfo de los extremos. Los candidatos comunistas siempre estuvieron en el último lugar de las listas del Frente Popular y los 17 diputados obtenidos, después de conseguir sólo uno en 1933, fueron el fruto de haber logrado incorporarse a esa coalición y no el resultado de su fuerza real. La Falange sumó únicamente 46.466 votos, el 0,5 % del total”.24
Es difícil calcular cuántos votos recibió cada partido, ya que la ley electoral era por listas abiertas, y no es posible decir cuántos votos obtuvo cada candidatura, ya que los votantes podían elegir candidatos de distintas listas para cada uno de los escaños de su circunscripción. El Gobierno de la Segunda República nunca publicó los resultados en su integridad.2Según disponía la Ley Electoral vigente, la mecánica de adjudicación de las actas de diputados era compleja y necesitaba de tiempo para llevar a cabo el escrutinio general, una segunda vuelta donde fuera necesario y la discusión de las Actas en el Parlamento. En 1933 el presidente del Gobierno dirigió la segunda vuelta presentando al Parlamento los resultados. La dimisión de Portela Valladares, quien fuera jefe de gobierno, el 19 de febrero llevará al Presidente de la República, Alcalá Zamora, a adelantar el nombramiento del líder del Frente Popular, Manuel Azaña, como Presidente del Consejo de Ministros.
La ley electoral aplicable fue la Ley Electoral de 1907, enmendada en junio de 1931 y julio de 1933. Los procesos y garantías previstas en la normativa eran los mismos que se preveían durante la monarquía liberal. Los cambios que produjeron las dos enmiendas citadas anteriormente fueron el cambio a circunscripción provincial, la inclusión de las mujeres en el censo, la rebaja de la edad mínima para ejercer el voto a los 23 años y el método de conversión de los votos en escaños.3
La normativa electoral fijaba la provincia como circunscripción electoral, aunque las ciudades con más de 150.000 habitantes (Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza, Bilbao, Málaga y Murcia) constituían su propia circunscripción, incluyendo en ella a todos los municipios pertenecientes a su partido judicial y, por tanto, del área metropolitana. Por cada 50.000 habitantes se asignaba un escaño a cada circunscripción y, si tras la asignación restaba una cifra de más de 30.000 habitantes, se asignaba un escaño adicional. Las ciudades de Ceuta y Melilla obtenían un escaño cada una. Estas reglas creaban un congreso de 473 escaños. Respecto a las elecciones anteriores, solo se modificaron dos escaños.3
El sistema electoral establecía un sistema mayoritario con voto limitado o restringido. A diferencia del sistema electoral del régimen del 78, no se votaban listas cerradas de partidos, sino que el votante podía elegir en su circunscripción un número fijo menor de candidatos que el de escaños en juego. La fórmula electoral determinaba que los candidatos más votados eran proclamados diputados, siempre que obtuviesen al menos el 20% de los votos emitidos en su circunscripción y siempre que, al menos uno de ellos, hubiera obtenido el 40%. Si se cumplía este último requisito, pero no todos los escaños se elegían con más del 20% de los votos, los escaños no decididos se sometían a escrutinio en una segunda vuelta, que tenía lugar dos semanas después. A esta segunda vuelta solo concurrían los candidatos que hubieran sobrepasado el 8% de los votos.3
La participación fue del 76% del censo,20 aunque otros historiadores dan la cifra del 72,9%. De todas formas fueron las elecciones que registraron la participación más alta de las tres que tuvieron lugar durante la Segunda República, lo que se atribuyó al voto obrero que no siguió las habituales consignas abstencionistas de los anarquistas.21
El sistema electoral de listas abiertas en vigor durante la Segunda República permitía a cada elector repartir sus votos entre candidatos de todas las tendencias políticas. Por ello, si bien se conocen con exactitud los votos obtenidos por cada candidato individualmente, es difícil cuantificar el apoyo popular recibido por cada partido o coalición. No obstante se han realizado cálculos que tratan de estimar cuántos electorales votaron “a izquierdas”, “a derechas” o “a centro”. La primera estimación fue realizada por la Secretaría General de la Presidencia de la República:22
Izquierdas
Centro
Derechas
Sufragios (estimación)
4.430.322
682.825
4.511.031
Porcentaje de sufragios (estimación)
46%
6%
48%
El estudio que realizó en los años 70 el historiador Javier Tusell sobre los resultados y en general sobre las elecciones de 1936 arroja unas cifras similares, es decir, un reparto muy equilibrado de votos con una leve ventaja de las izquierdas (4,65 millones, 47,1%) sobre las derechas (4,50 millones, 45.6%), mientras el centro se limitó al (0,5 millones, 5,3%).16 Por otro lado, el hispanista británico Gerald Brenan asignó en 1943 a las izquierdas 4,7 millones de votos (51,5%), alrededor de 4 millones de votos a las derechas (~44%) y 450 000 al centro (4,5%).23 Pero como el sistema electoral republicano primaba a los ganadores esto se tradujo en una holgada mayoría para la coalición del “Frente Popular”.24
El estudio más reciente sobre las elecciones, el libro de Álvarez Tardío y Villa García,3 arroja el siguiente resultado de la primera vuelta:16
Izquierdas
Centro
Derechas
Sufragios (estimación)
4.432.381
738.557
4.402.811
Porcentaje de sufragios (estimación)
46,3%
7,7%
46%
A continuación se adjunta una tabla con los resultados de las elecciones en votos. Los resultados totales que aquí aparecen hacen referencia a las candidaturas compuestas por listas completas, pero no incluyen a los candidatos "sueltos" que concurrieron a las elecciones. Sobre la base de los estudios históricos, el total de votos sería de unos 9.792.700, aunque teniendo en cuenta el patrón empleado de listas completas sería de 9.465.600, como aparece aquí. Por tanto, algunos de los resultados en número de votos que aparecen aquí no son completos. Para más información véanse las notas aclaratorias.
Según Álvarez Tardío y Villa García,3 el Frente Popular obtuvo en la primera vuelta 259 escaños parlamentarios (una mayoría holgada del 54,7% de los 473 escaños) y la coalición de las derechas 189 escaños.16 Sin embargo, Eduardo González Calleja y Francisco Pérez Sánchez consideran que el número de diputados del Frente Popular, «aunque siempre hay independientes difíciles de ubicar», fue de 286 diputados. «Los 267 originales proclamados por las Juntas provinciales, más seis por impugnaciones de la comisión de actas, más trece extras de Cuenca y Granada».25 Según Julián Casanova, en total el "Frente Popular” obtuvo 263 diputados (incluidos los 37 del “Front d’Esquerres” de Cataluña), la derecha 156 diputados (entre ellos solo un fascista, que era del Partido Nacionalista Español, ya que Falange Española no se quiso integrar en las coaliciones de la derecha por estar en desacuerdo ideológico y decidió presentarse en solitario: José Antonio Primo de Rivera se presentó por Cádiz y no salió elegido, por lo que no pudo renovar su acta de diputado y perdió la inmunidad parlamentaria) y los partidos de centro-derecha (incluyendo en ellos a los nacionalistas de la Lliga y del PNV, y al Partido del Centro que rápidamente había formado Portela Valladares con el apoyo de la Presidencia de la República) sumaban 54 diputados.24
La segunda vuelta electoral se efectuó en aquellos sitios donde la lista electoral más votada había recibido menos del 40% de los votos: Álava, Guipúzcoa, Vizcaya, Castellón y Soria (En las provincias vascongadas el doctor Berástegui, vicario general del obispado de Vitoria, declaró que los reaccionarios eran tan católicos como las llamadas derechas y que lícitamente se les podía votar. Ante esta declaración el Frente Nacional Contrarrevolucionario retira sus candidaturas recomendando que votaran la candidatura nacionalista vasca del PNV)26 Estaban en juego veinte escaños. Realizada la votación el 1 de marzo, sus resultados reforzaron la situación creada en la primera vuelta: el Frente Popular obtuvo ocho escaños; el PNV consiguió siete y las derechas lograron cinco. En consecuencia, tras pequeños ajustes, la mayoría gubernamental pasó a tener 267 escaños, en tanto que las restantes minorías sumaron 206.16
Por fraudes atribuidos a las derechas durante la emisión de los votos, se declararon nulas las elecciones de Cuenca y Granada. El 3 de abril quedaban constituidas las Cortes Españolas con 21 puestos vacantes. A comienzos de mayo se repitieron las elecciones en Cuenca y Granada. En Granada las derechas se retiraron y, en Cuenca se registró un triunfo del Frente Popular.
Tras la segunda vuelta, los recortes de la Comisión de Actas y la repetición de las elecciones en Granada y Cuenca, la composición de la Cámara quedaba así:2728
R Se integraron en el grupo parlamentario Republicano junto al PCNR. EC Se integraron en el grupo parlamentario Esquerra Catalana junto a ERC. IR Se integró en el grupo parlamentario Izquierda Republicana junto a IR. BN Se integraron en el grupo parlamentario Bloque Nacional junto a RE.
↑Cuatro de ellos en circunscripciones en las que se presenta con Derechas
↑Los 6 en Andalucía, donde se presenta con las Derechas
↑Tres elegidos en listas de centro-derecha y 1 en solitario. Incluye al expresidente Chapaprieta, el ministro Villalobos, el exdiputado radical Pascual y el rep.gallego Cornide.
Los resultados electorales, además de la gran novedad de la desaparición electoral del Partido Radical (que pasó de 104 diputados en 1933 a solo 5 en 1936), mostraron la consolidación de tres grandes fuerzas políticas: los republicanos de izquierda (con 125 diputados: 87 de Izquierda Republicana y 38 de Unión Republicana), más la CEDA por su derecha (pasó de 115 diputados en 1933 a 88, mientras el Partido Agrario pasaba de 36 a 11); y el PSOE por su izquierda (de 58 diputados pasaba a 99). El PCE entraba en el parlamento con 17 diputados, también el Partido Sindicalista y el POUM, con un diputado cada uno.21
“En el Frente Popular, los primeros puestos en las candidaturas los ocuparon casi siempre los republicanos del partido de Azaña y en la derecha fueron a parar a la CEDA, lo cual no confirma, frente a lo que se ha dicho en ocasiones, el triunfo de los extremos. Los candidatos comunistas siempre estuvieron en el último lugar de las listas del Frente Popular y los 17 diputados obtenidos, después de conseguir sólo uno en 1933, fueron el fruto de haber logrado incorporarse a esa coalición y no el resultado de su fuerza real. La Falange sumó únicamente 46.466 votos, el 0,5 % del total”.24
Los resultados de las elecciones marcaron una tendencia de signo moderado, ya que los votantes apostaron mayoritaria y claramente por partidos de centroderecha y centroizquierda. El presidente del gobierno, Adolfo Suárez, nombrado el 3 de julio de 1976 por el rey para conducir la reforma política, desde el poder organizó una plataforma de «centro democrático», con la cual agruparse junto una serie de partidos en la luego denominada Unión de Centro Democrático. Esta coalición electoral, que concentró a un gran número de pequeños y medianos partidos centristas o liberales, resultó la ganadora de las elecciones y se quedó a unos escaños de la mayoría absoluta.
La otra gran sorpresa de la jornada fue el Partido Socialista Obrero Español que, liderado por el joven abogado Felipe González desde 1974, logró obtener un gran triunfo y obtuvo la segunda posición con casi 120 escaños, convirtiéndose además en el primer y principal partido de la oposición. Le arrebató así la hegemonía en la izquierda al Partido Comunista de España (PCE), formación política que durante los cuarenta años de dictadura se había distinguido por su lucha contra el franquismo y de hecho, hasta entonces, había sido el principal partido de la oposición antifranquista. Liderado por el histórico Santiago Carrillo, el PCE obtuvo el tercer puesto con 20 diputados. El PSP de Enrique Tierno Galván concurrió a las elecciones en coalición con varios formaciones que habían pertenecido a la Federación de Partidos Socialistas, pero esta solo obtuvo 6 escaños.
En posiciones más derechistas que las de UCD, Manuel Fraga, que fue ministro durante los años del desarrollismo franquista y, posteriormente, vicepresidente y ministro de Gobernación del primer gobierno del rey, lideró la Federación de Partidos de Alianza Popular (AP) que, representando al franquismo sociológico, obtuvo 16 diputados. Con ello, Fraga y AP quedaron a mucha distancia de la UCD, sin lograr capitalizar el voto conservador.
Varios partidos nacionalistas, destacando los catalanistas y vasquistas, también obtuvieron representación parlamentaria.
En julio de 1976 Adolfo Suárez formó un gobierno de jóvenes «reformistas» franquistas, en el que no incluyó a ninguna figura prominente (Fraga y Areilza se negaron a participar).234 En su primera declaración pública el nuevo presidente presentó su proyecto «reformista», afirmando que su meta era conseguir «que los Gobiernos del futuro sean el resultado de la libre voluntad de la mayoría de los españoles»4 y, anunció que el pueblo se expresaría libremente en unas elecciones generales que se convocarían para antes del 30 de junio del año siguiente.5
El proyecto de Ley para la Reforma Política era en esencia de planteamiento sencillo. Se creaban unas nuevas Cortes formadas por dos cámaras, el Congreso de Diputados y el Senado, compuestas de 350 y 204 miembros respectivamente y elegidas por sufragio universal, excepto los senadores designados por el rey.6 Y al mismo tiempo quedaban abolidas implícitamente todas las instituciones establecidas en las leyes fundamentales que no fueran esas Cortes, es decir, todas las instituciones franquistas sin excepción, por lo que la ley de reforma lo que hacía en realidad era liquidar lo que pretendía reformar.78
El proyecto de Ley fue aprobado por las Cortes franquistas el 18 de noviembre de ese año,9 después de que el gobierno Suárez hubiera maniobrado para que una mayoría de los procuradores franquistas votaran a favor. Entre otras cosas, se advirtió a los procuradores que desempeñaban altos cargos en la administración de que corrían el riesgo de perderlos si no apoyaban el proyecto, mientras que a otros se prometió que podrían renovar sus escaños en las nuevas Cortes que serían elegidas. Estas y otras artimañas explican por qué las Cortes franquistas decidieron «suicidarse».1011 A continuación el gobierno convocó un referéndum popular para el día 15 de diciembre, aunque sin dar ninguna oportunidad a la oposición para que pudiera exponer su postura, la abstención, en los medios de comunicación que controlaba, televisión y radio, y desplegó una formidable campaña a favor del "Sí", por lo que el resultado del referéndum no deparó ninguna sorpresa: hubo una alta participación y el "Sí" ganó abrumadoramente con el 94,2 % de los votos.71213 La Reforma política, e implícitamente la Monarquía y el gobierno Suárez, quedaban así legitimados por el voto popular. A partir de ese momento, ya no tenía sentido la reivindicación de la oposición de que se formara un gobierno de «amplio consenso democrático». Será el gobierno de Suárez el que asumirá la tarea que la oposición había asignado a ese gobierno: convocar elecciones generales.1014
Entre finales de 1976 y mediados de 1977 el gobierno procedió a la legalización de muchos de los partidos adscritos a la Oposición antifranquista, la coloquialmente denominada Platajunta, especialmente el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el Partido Socialista Popular. También se legalizaron nuevas formaciones políticas, como la Alianza Popular liderada por el exministro Manuel Fraga. Suárez continuó al frente del antiguo partido franquista, FET y de las JONS, aunque en abril de 1977 procedió a su disolución. Fue entonces cuando se dedicó a organizar una nueva plataforma electoral con la que presentarse a los comicios, la posteriormente denominada Unión de Centro Democrático (UCD), donde quedó integrado un gran número de pequeños y medianos partidos de ideología variada: socialdemócratas, demócrata-cristianos, liberales, centristas, independientes, etc.
Sin embargo, el Partido Comunista de España continuaba siendo una formación ilegal, lo que constituía un escollo en los planes del gobierno Suárez. El 9 de abril el PCE fue finalmente legalizado,1516 medida que encontró con una fortísima oposición por parte de las Fuerzas Armadas. El gobierno logró reconducir la situación y los mandos del Ejército acabaron aceptando la legalización como un hecho consumado, no sin producirse la dimisión de algún militar de alto grado, como el ministro de Marina Gabriel Pita da Veiga. Como contrapartida, el Partido Comunista tuvo que aceptar la monarquía como forma de gobierno y también la bandera rojigualda,17 con lo que las banderas republicanas desaparecieron de sus mítines.18
Otros partidos que mantuvieron sus aspiraciones republicanas no fueron legalizados, como Acción Republicana o Esquerra Republicana de Catalunya, hasta el 2 de agosto de 1977, diecisiete días después de las elecciones. Izquierda Republicana, partido fundado por Manuel Azaña en 1934, no formalizó su situación hasta el 10 de noviembre de ese mismo año.19 Algunos miembros de este partido decidieron presentarse a los comicios bajo las siglas del Frente Democrático de Izquierdas,20 coalición formada entre otros por el también ilegalizado Partido del Trabajo de España (PTE).
La hostilidad de ciertos mandos militares hizo que el Gobierno y la oposición fueran prudentes al negociar la ley electoral. Sin embargo, la campaña transcurrió en un ambiente festivo. Durante la campaña, no obstante, se celebraron cerca de 22.000 mítines.21 El PSOE y el PCE celebraron los mayores mítines, pero la constante presencia en los medios de comunicación estatales de la progubernamental UCD acabó revelándose decisiva. Además, Suárez se negó a debatir con ningún rival, explotó el control gubernamental de otros muchos medios de comunicación y realizó una aplastante campaña propagandística.22
Alianza Popular (AP), pese a su abundancia de recursos económicos y de políticos conocidos, se vio perjudicada por la participación del expresidente Arias, quien volvió a expresar una postura inmovilista como ya había hecho en los últimos años de la Dictadura franquista. También la presencia de Santiago Carrillo y otros políticos comunistas de avanzada edad evocaba en los electores el recuerdo de la guerra civil, y el PCE se vio perjudicado por ello.22 El Partido Comunista recurrió para sus listas electorales a un buen número de veteranos de la guerra mientras que el PSOE llevó a cabo un mayor esfuerzo rejuvenecedor, promocionando más a políticos jóvenes.
Finalmente el 15 de junio de 1977 se celebraron las elecciones sin que se produjera ningún incidente y con una participación muy alta, cercana al 80 % del censo. La victoria fue para la Unión de Centro Democrático liderada por Adolfo Suárez, que consiguió ser la primera fuerza política a nivel nacional a pesar de no lograr alcanzar la mayoría absoluta en el Congreso de Diputados, pues obtuvo el 34 % de los votos y 165 escaños: le faltaron 11 parlamentarios para lograr la mayoría.2324
El segundo triunfador de la jornada fue el PSOE, que se convirtió en el partido hegemónico de la izquierda al conseguir el 29,3 % de los votos y 118 diputados, desbancando por amplio margen al PCE, que obtuvo el 9,4 % de los votos y se quedó en 20 diputados, a pesar de que era el partido que había soportado el mayor peso en la lucha antifranquista. El fracaso del PCE causó un fuerte impacto, ya que no se preveía que sacara un resultado tan bajo, y de hecho los resultados no se correspondían ni con su organización ni con su papel durante la Dictadura franquista. El tropiezo del PCE alejó completamente la posibilidad de que el comunismo en España tuviera la importancia que el PCI o el PCF tuvieron en Italia y Francia, respectivamente.25 También quedó desbancado el Partido Socialista Popular (PSP) de Enrique Tierno Galván, que concurrió a las elecciones junto varias pequeñas organizaciones que habían formado parte de la Federación de Partidos Socialistas bajo el nombre "Unidad Socialista". A pesar de esta coalición, el PSP solo obtuvo seis diputados y el 4 % de los votos.
El otro gran derrotado de las elecciones, junto con el PCE, fue la Alianza Popular (AP) de Manuel Fraga que solo obtuvo el 8,3 % de los votos y 16 diputados —13 de los cuales habían sido ministros con Franco—.26 Fraga no logró rentabilizar el franquismo sociológico ni tampoco a los antiguos aperturistas del Franquismo, que en buena medida habían ido a parar al partido del gobierno, es decir, a UCD.
Pero el mayor descalabro lo padeció la Federación de la Democracia Cristiana liderada por Joaquín Ruiz Giménez y de José María Gil Robles, el líder de la CEDA durante la Segunda República, que, contra todo pronóstico, no obtuvo ningún diputado,2728 a pesar de que la coalición obtuvo 215.841 votos (1,18%). El partido de Ruiz-Giménez, Izquierda Democrática (ID), sí logró entrar en el Senado con cinco escaños, aunque este fracaso prácticamente eliminó a los demócrata-cristianos de la vida política española.
Por otro lado, ni la extrema derecha ni la extrema izquierda consiguieron representación parlamentaria.29 La ultraderecha se presentó a los comicios muy desunida y fuertemente enfrentada entre sí. La antigua Falange Española Tradicionalista y de las JONS había sido sucedida por numerosas organizaciones que reclamaban ser el sucesor del antiguo "Movimiento Nacional".nota 1 Como consecuencia de esta división, ninguna formación de extrema derecha obtuvo algún escaño. El antiguo jerarca franquista Raimundo Fernández-Cuesta lideró la Alianza Nacional 18 de Julio formada por varios grupos y partidos ultraderechistas, pero con 67.336 votos (0,37%) tampoco consiguió obtener representación parlamentaria.
También fue significativo que ninguno de los tradicionales partidos republicanos o sus herederos (Izquierda Republicana o Acción Republicana Democrática Española) pudieran participar directamente en estas elecciones, pues no fueron legalizados por el Ministerio del Interior hasta unos meses después de las elecciones. El histórico Partido Carlista liderado Carlos Hugo tampoco pudo concurrir a los comicios por no estar autorizado, aunque también fue legalizado meses después.
Tras las elecciones se dibujó un sistema de partidos llamado de «bipartidismo imperfecto», donde dos grandes partidos o coaliciones (UCD y PSOE), que se situaban hacia el «centro» político, habían recogido el 63 % de los votos y se repartían más del 80 % de los escaños (283 de 350), y otros dos partidos o coaliciones se situaban, con mucho menores apoyos, en los extremos: AP en la derecha y PCE en la izquierda. La excepción al bipartidismo imperfecto la constituyeron el País Vasco, donde el Partido Nacionalista Vasco consiguió 8 escaños y la coalición Euskadiko Ezkerra 1, y Cataluña donde el Pacte Democràtic per Catalunya encabezado Jordi Pujol obtuvo 11 y la coalición Esquerra de Catalunya 1.30
En la legislatura constituyente del Senado no hubo senadores por designación autonómica al no existir aún la Constitución de 1978, figura creada por dicho texto. Así, todos los senadores lo fueron por elección directa, excepto 41 de ellos, que fueron nombrados por designación real en virtud a la Ley de Reforma Política.
Según establecía la Ley de Reforma Política, una quinta parte de los senadores debían ser designados directamente por el rey; así, 41 senadores fueron elegidos entre personalidades independientes, pese a militar algunos en diversos partidos políticos o adscribirse posteriormente a alguno de los grupos parlamentarios. Los senadores por designación real fueron:
Las elecciones al Parlamento Vasco de 1980 tuvieron lugar el 9 de marzo de 1980 y dieron paso a la I Legislatura. La primera fue la única legislatura con 60 parlamentarios, 20 por territorio histórico.
El presidente del Consejo General Vasco en funciones, y candidato del PNV a la lehendakaritza, Carlos Garaikoetxea, fue nombrado primer lehendakari tras el final de la dictadura franquista, con el apoyo del PNV y la abstención de HB. El resto de partidos políticos se opusieron a su investidura.
@ - ELECCIONES MUNICIPALES Concejales: PNV: Ramón Labayen, Markel Izaguirre, M.ª Pilar Larraina, Martín Elizaso, José Enrique Arana, Javier Zuriarrain, M.ª Carmen Pérez, José Martín Larrañaga, Ana Mondragón y Esteban Goicoechea: PSOE Carlos García Cañibano, Odón Elorza, Angel Farinos, Manuel Huertas, Ricardo Enrique Navajas, Francisco Ramón Beloqui y Fernando Abad. HB Félix Soto, Jesús M.° Congil, Santiago González, Joseba Imanol Ibarburu y Andoni Arca. AP: Gregorio Ordóñez, M.ª José Usandizaga e Inmaculada Morón. EE: Pedro Ruiz Balerdi y Eduardo Cuesta. Resultó elegido alcalde el primero.
@ - ELECCIONES MUNICIPALES 1987 Resultaron elegidos los siguientes concejales: Ea.: Xabier Albistur Marín, Xabier Agirre Elorza, Andoni Areizaga Alkain, Enrique Arana Arregi, Iñaki Barriola Etxeberria, Joaquín Villa Martínez, Imanol Illarramendi Erviti. as: Félix Soto Azkarate, Joseba Ibarburu Uranga, Joseba Albarez Forkada, Begoña Garmendia Vázquez, Iñaki Mendizabal Egia, José María Pérez Bustero. PSOE: Odón Elorza González, Francisco Beloqui San Sebastián, Angel Farinos Saiz, Luis Felipe Hernández Rodríguez, Susana Corcuera Leunda. EE: Javier Olaberri Zazpe, Iñaki Gurrutxaga Armendariz, Rosa Bello Soto, Jon Lasa Laboa. AP: Gregorio Ordóñez Fenollar, Carmen Busca Ostolaza, Eugenio David Damboriena y Osa. PNV: Ramón Labayen Sansinenea, Antonio Marquet Artola.
@ - ELECCIONES MUNICIPALES 1991 Resultaron elegidos los siguientes concejales: EA Javier Albistur, Andoni Areizaga, José Enrique Arana, Ignacio M. Barriola, Joaquín Villa y José Manuel Illarramendi. HB José Agustín Arrieta, Begoña Garmendia, José Federico Alvarez, José Luis Giménez e Iñaki Valle. PSE Odón Elorza, Francisco Beloqui, Luis Felipe Hernández, Susana Corcuera y Alberto Rodríguez. EE: Francisco Javier Olaberri e Iñaki Gurrutxaga. PNV Antonio Market, Martín Elizasu, María Carmen Garmendi y Román Zulaica. PP: Gregorio Ordóñez, Elena Azpiroz, Eugenio Damboriena, Roberto Fernández y Mari Carmen Nagel. Fue elegido alcalde Odón Elorza.
@ - ELECCIONES MUNICIPALES 1995 Resultaron elegidos los siguientes concejales: PP: Jaime María Mayor, María José Usandizaga, Elena Azpíroz, María San Gil, Andrés Manuel Bernabé, María del Carmen de Nagel y Enrique José Villar. PSE Odón Elorza, Ramón Etxezarreta, Susana Corcuera, Francisco Beloqui, Luis Felipe Hernández, Alberto Rodríguez y María Arritokieta Marañón. EA. Enrique Erentxun, Enrique Arana, Iñaki Barriola, Beatriz Otaegui y Josu Ruiz. as: Joseba Jakobe Permach, José Federico Alvarez, María Eugenia Muñagorri y José Antonio Urquiola. PNV: Antton Market, Koro Garmendia y Martín Elizasu. IU: Antton Karrera. Fue elegido alcalde Odón Elorza González.
Debido al deseo del presidente del Gobierno, José María Aznar, de que el nuevo Gobierno tomase posesión antes de las festividades de Semana Santa, las elecciones fueron anticipadas tres semanas, ya que debían haberse celebrado el 2 de abril.
Con el eslogan "Vamos a más", el Partido Popular presentó un programa continuista respecto a la anterior legislatura, que fue la de mayor reducción del desempleo de la democracia. Aznar prometió convertir los avances económicos de España —en los que se incluye la entrada del país en la moneda única— en más inversión en educación, infraestructuras, nuevas tecnologías, cultura y medio ambiente.2
Desde la oposición, el PSOE criticó que el crecimiento económico de España no estaba revirtiendo en la mejora de los servicios públicos: mientras los beneficios empresariales —entre ellos, de las empresas privatizadas por Aznar en su primera legislatura— se disparaban, España era el país de la Unión Europea que menos invertía en gasto social, y sólo se habían bajado los impuestos a las rentas más altas.3
En la tercera fuerza, Izquierda Unida, el nuevo candidato Francisco Frutos dejó las campañas de hostilidad con el PSOE que protagonizó el anterior líder Julio Anguita e inició una política de acercamiento, que culminó un mes antes de las elecciones con un acuerdo con los socialistas para compartir listas al Senado en 27 provincias y apoyar a Almunia en la investidura.4
El triunfo por mayoría absoluta del Partido Popular fue percibido por los medios como una sorpresa,5 puesto que las encuestas pronosticaban un resultado para el PP mejor que el de 1996, pero sin llegar a alcanzar a la suma de PSOE e IU.67 Tras el escrutinio, el centro-derecha superó por primera vez la suma de las fuerzas de izquierda desde la restauración de la democracia en España y se hizo con 183 escaños.
Los resultados supusieron la derrota más dura para el PSOE en veinte años, con sólo 125 parlamentarios. Para IU el correctivo fue aún más duro: perdieron la mitad de sus votos y dos tercios de sus diputados y empezaron una crisis de resultados que duró más de una década, sin volver a crecer en votos y superar los 10 escaños hasta 2011.8
↑El Congreso de los Diputados no otorgó la confianza a ningún presidenciable, por lo que dos meses después de la primera votación de investidura, las Cortes quedaron disueltas automáticamente y se convocaron nuevas elecciones.
Hasta la fecha, estas han sido las únicas elecciones democráticas de la historia de España que se han celebrado en la fecha prevista, y no de forma anticipada.
El segundo partido más votado fue el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), liderado por Pedro Sánchez, que obtuvo el 22,01 % de los votos, lo que se tradujo en 90 escaños (20 menos que en los anteriores comicios, su peor resultado en la actual democracia).14
En el Senado, el Partido Popular mantuvo la mayoría absoluta, con 124 escaños de los 208 de designación libre en juego, aunque perdió 12. El Partido Socialista Obrero Español perdió uno, obteniendo 47, seguido de Podemos (9), Esquerra Republicana de Catalunya-Catalunya Sí (6, seis más que en 2011), Democràcia i Llibertat (6), el Partido Nacionalista Vasco (6), En Comú Podem (4), En Marea (2) y Compromís-Podemos-És el moment, Cambio-Aldaketa, Coalición Canaria-Partido Nacionalista Canario y la Agrupación Socialista Gomera (todos ellos con un representante).20
El 14 de mayo de 2014, un artículo publicado por el diario ABC aseguró que Rajoy barajaba la posibilidad de retrasar la convocatoria de las elecciones generales de 2015 a enero de 2016, basándose en una interpretación laxa de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General y la Constitución, que permitiría el aplazamiento de la convocatoria de elecciones generales hasta el 20 de febrero de 2016. La idea de Rajoy sería que, cuanto más tiempo pasase hasta el día de las elecciones, mejor valoraría la ciudadanía los resultados económicos que se obtendrían por esas fechas.21
En varias declaraciones posteriores a la prensa, Rajoy aseguró que tenía intención de «agotar la legislatura», dudando entre los días 13 y 20 de diciembre de 2015, siendo esta última fecha la opción «más probable».2223
Finalmente el 1 de octubre, Rajoy confirmó que las elecciones se celebrarían el día 20 de diciembre,7 que convirtieron a la x legislatura en el periodo más largo sin elecciones generales de la actual democracia española —cuatro años y un mes—.24 El 27 de octubre se publicó en el Boletín Oficial del Estado el decreto de disolución de las Cortes y de convocatoria de elecciones para el 20 de diciembre de 2015.
El martes 3 de mayo de 2016, a las 00:00 horas las Cortes Generales quedaron automáticamente disueltas por mandato constitucional, tras no haber otorgado el Congreso de los Diputados el voto de confianza necesario a ningún de los candidatos para Presidente del Gobierno de España en los dos meses posteriores a la primera votación de investidura, dando fin a la XI Legislatura, la más corta de la historia reciente de España.1112 En la mañana del mismo día fueron convocados los comicios por el rey, con el refrendo del presidente del Congreso de los DiputadosPatxi López, mediante la expedición del real decreto de disolución de las Cortes Generales y convocatoria de elecciones, mismo que entró en vigor ese mismo día mediante su publicación en un Boletín Oficial del Estado13 extraordinario. Supone la primera vez en democracia en que se convocan unos comicios por la vía del artículo 99.5 de la Constitución.nota 12
El partido político más votado fue el Partido Popular (PP), presidido y liderado por el presidente en funciones Mariano Rajoy, cuyas candidaturas obtuvieron en el Congreso de los Diputados una mayoría simple de 137 escaños (catorce más que en diciembre de 2015) con el 33,01 % de los sufragios.
El segundo partido más votado fue el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Pedro Sánchez, que obtuvo el 22,63 % de los votos, lo que se tradujo en 85 diputados (cinco menos que en los anteriores comicios, su peor resultado en la actual democracia).14
En el Senado, el Partido Popular mantuvo la mayoría absoluta, con 130 escaños de los 208 de designación libre en juego, obteniendo seis más. El Partido Socialista Obrero Español perdió cuatro, obteniendo 43, seguido de Unidos Podemos (8), Esquerra Republicana de Catalunya-Catalunya Sí (10, cuatro más que en 2015), el Partido Nacionalista Vasco (5), En Comú Podem-Guanyem el Canvi (4), Compromís-Podemos-EUPV: A la Valenciana (3), Convergència Democràtica de Catalunya (2) y En Marea, Coalición Canaria-Partido Nacionalista Canario y la Agrupación Socialista Gomera (todos ellos con un representante).17
Las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015 fueron consideradas históricas por la pérdida de apoyo a los dos partidos mayoritarios —Partido Popular (PP) y Partido Socialista Obrero Español (PSOE)—, y la irrupción de dos nuevos partidos políticos en el Congreso de los Diputados —Podemos y Ciudadanos (Cs)—, que dejaron un reparto de escaños que imposibilitó la investidura de un presidente y obligó a los partidos políticos a establecer pactos.
El 22 de enero, el mismo día en el que el rey propondría un candidato, Pablo Iglesias (Podemos) propuso al rey (incluso antes que al PSOE), un gobierno de izquierdas en coalición en el que la presidencia recaería en Pedro Sánchez (PSOE), y la vicepresidencia en Pablo Iglesias. Ambos socios de gobierno se repartirían equitativamente los ministerios, entregándole uno a Izquierda Unida, propuesta que el mismo Sánchez denegó.18 Tras esto, el rey propuso como presidente del Gobierno a Mariano Rajoy (PP), quien declinó someterse a la investidura por falta de apoyos parlamentarios.1920
Los casos de corrupción en los que se veía inmerso el PP dificultaron las negociaciones con Ciudadanos21 y finalmente Sánchez afirmó que aceptaría una propuesta de investidura, pero con la condición de que Rajoy antes debería ser rechazado por la Cámara Baja en una sesión de investidura.22 Aun así, en la segunda ronda de contactos, el rey propuso a Sánchez.23
El 24 de febrero el PSOE y Cs llegaron a un acuerdo de Gobierno con doscientas medidas para conseguir la investidura de Sánchez,24 un pacto que tuvo el rechazo inmediato del resto de formaciones.25 Sánchez se sometió a la investidura los días 1, 2 y 4 de marzo pero no logró la confianza de la Cámara Baja en ninguna de las dos votaciones celebradas.2627
Durante los meses de marzo y abril siguieron las negociaciones entre los partidos, con el pacto PSOE-Cs vigente y con tres posibilidades de investidura: un pacto PSOE-Cs-Podemos, que fracasó por las diferencias entre Cs y Podemos;28 un pacto PP-PSOE-Cs; o una gran coalición entre PP y PSOE, que no vieron la luz por la exigencia del PSOE de que los miembros del PP salieran del Ejecutivo.29
Una última ronda de contactos los días 25 y 26 de abril llevó al rey a no proponer a ningún candidato para la presidencia del Gobierno.30
Disolución de las Cortes y convocatoria de elecciones[editar código · editar]
Debido a la inexistencia de un candidato que contara con los apoyos necesarios hasta la fecha,31 el 3 de mayo el rey ejecutó el mandato constitucional y convocó nuevas elecciones, con el refrendo del presidente del Congreso de los Diputados, Patxi López —y no a propuesta del presidente del Gobierno, que se encontraba cesado y en funciones desde el 21 de diciembre de 2015—,32 mediante la expedición de un real decreto de disolución de las Cortes Generales y convocatoria de elecciones, que entró en vigor aquel mismo día mediante su publicación en el Boletín Oficial del Estado.1333
Las elecciones al Parlamento Vasco de 2016, que dieron paso a la xi legislatura, se celebraron el domingo 25 de septiembre de 2016. Ese mismo día también se celebraron las elecciones al Parlamento de Galicia. Fueron llamados a las urnas un total de 1 778 776 ciudadanos, de los cuales 68 878 son residentes en el extranjero.1
Elección de la fecha
Según la legislación, las elecciones no podían celebrarse más tarde del 20 de noviembre de 2016.2
Tras meses de incertidumbre, en los que se barajaba la segunda mitad de octubre para la celebración de los comicios, el 29 de julio de 2016, el lendakariIñigo Urkullu anunció en una comparecencia desde el palacio de Ajuria Enea que las elecciones se adelantarían al domingo 25 de septiembre. Durante dicha comparecencia el mandatario declaró que la fijación de dicha fecha se fundamentaba en tres razones: el cumplimiento del programa de gobierno, la culminación de la actividad del parlamento y la inestabilidad e incertidumbre política en España que podía derivar en una tercera convocatoria electoral consecutiva.2
El entonces lendakari, Patxi López, convocó para el día 21 de octubre de 2012 las elecciones al Parlamento Vasco, las cuales deberían haberse celebrado durante la primavera de 2013. En ellas resultó vencedor el Partido Nacionalista Vasco tras obtener 27 escaños, seguido por EH Bildu, con 21; el PSE-EE, con 16; el PP, con 10; y UPyD, que mantuvo su único parlamentario por Álava.3 El 13 de diciembre el Parlamento Vasco designó como lendakari, en segunda vuelta y gracias a los 27 votos del PNV, a Iñigo Urkullu, quien juró su cargo en la Casa de Juntas de Guernica dos días después.4
Nuevos partidos
Las elecciones al Parlamento Vasco de 2016 fueron el final de un largo ciclo electoral que comenzó en las elecciones europeas de 2014. Dichas elecciones se habían caracterizado por el surgimiento de nuevas fuerzas políticas; entre las que destacaron Podemos y Ciudadanos. Para estas fuerzas estas elecciones era la primera ocasión en presentarse a los comicios vascos, por lo que acapararon buena parte de la atención mediática sobre su entrada o no en el Parlamento Vasco. En particular, buena parte del interés se centraba en si la coalición Elkarrekin Podemos repetiría como fuerza más votada en el País Vasco, como así había sucedido en las elecciones generales de 2016.
Excarcelación y candidatura de Arnaldo Otegi
El 1 de marzo de 2016 el secretario general de SortuArnaldo Otegi abandonó la prisión de Logroño tras cumplir íntegramente la pena de reclusión impuesta por el Tribunal Supremo en el caso Bateragune. Además de la pena de prisión, Otegi fue condenado a la inhabilitación para ejercer cualquier cargo público hasta el año 2021.5 Aun así, el 24 de mayo, la coalición EH Bildu lo proclamó como su candidato a lehendakari, amparándose en que la sentencia no especificaba a qué cargos concretos afectaba su inhabilitación.6 Tras la convocatoria oficial de las elecciones para el 25 de septiembre, los distintos partidos comenzaron a manifestar sus opiniones al respecto.
El Partido Nacionalista Vasco y Podemos-Ahal Dugu anunciaron que no impugnarían la candidatura ya que creían que debían ser los ciudadanos los que decidieran si Otegi merecía ser elegido o no;7 el Partido Socialista de Euskadi, por su parte, manifestó que tampoco la impugnaría ya que, según la formación, la decisión la tenía que tomar la justicia;8 mientras que el Partido Popular, Ciudadanos y Unión Progreso y Democracia anunciaron que tras la publicación de las listas electorales acudirían a la fiscalía para impugnar la candidatura.9
El 24 de agosto la Junta Electoral Provincial de Guipúzcoa determinó que Otegi no podía ser candidato en las listas de EH Bildu por estar inhabilitado para sufragio pasivo como parte de su condena.10 La periodista Maddalen Iriarte, que ocupaba el segundo puesto, pasó a encabezar la lista de Guipúzcoa, tal como establece el artículo 65.2 de la Ley Electoral del País Vasco.11
La posición de Rajoy y el PP en el poder se vería socavada por la crisis constitucional sobre la cuestión catalana, el resultado de una elección regional celebrada en Cataluña, los escándalos de corrupción y las protestas masivas de grupos de jubilados que demandaban aumentos en las pensiones. Las encuestas de opinión realizadas a principios de 2018 sugerían un colapso electoral del PP.
El 24 de mayo de 2018 la Audiencia Nacional determinó como resultado de las investigaciones del llamado "Caso Gürtel" la existencia, desde la fundación del partido en 1989, de una estructura de contabilidad y financiamiento ilegal en las finanzas del PP, que se desarrollaba en paralelo a lo que el propio partido informaba oficialmente. El 25 de mayo el PSOE registró en el Congreso de los Diputados una moción de censura al gobierno de Rajoy, y Ciudadanos (Cs) certificó el final de su apoyo al Gobierno y pidió que se convocasen elecciones anticipadas, pero expresando su desvinculación con la acción de Sánchez. El día 1 de junio de 2018 se votó la moción de censura, resultando ganadora con 180 votos a favor, 169 votos en contra y una abstención, por lo que Rajoy renunció como líder del PP, siendo reemplazado por Pablo Casado.
El 13 de febrero de 2019 el Congreso de los Diputados rechazó el presupuesto propuesto para 2019, por lo que Sánchez convocó a elecciones anticipadas para abril, y la fecha específica se anunció tras una reunión del Consejo de Ministros el 15 de febrero.567 Se celebraron finalmente el 28 de abril junto con las elecciones valencianas, y a un mes de las elecciones europeas, autonómicas y municipales del 26 de mayo.
Las Cortes Generales españolas están previstas como un sistema bicameral imperfecto. El Congreso de los Diputados tiene mayor poder legislativo que el Senado, tiene la capacidad de votar con confianza o retirarlo a un presidente del Gobierno y anular los vetos del Senado por mayoría absoluta de votos. No obstante, el Senado posee algunas funciones exclusivas, aunque limitadas en número —como su función en la enmienda constitucional— que no están sujetas a la anulación del Congreso.89 La votación para las Cortes Generales se basa en el sufragio universal, que comprende a todos los ciudadanos mayores de dieciocho años y en pleno disfrute de sus derechos políticos.10 Además, los españoles en el extranjero deben solicitar votar antes de que se les permita votar, un sistema conocido como «voto rogado» o voto de expatriados.11
Para el Congreso de los Diputados, se eligen 350 escaños utilizando el método D'Hondt y una representación proporcional de lista cerrada, con un umbral del 3 por ciento de votos válidos, que incluye votos en blanco, que se aplican en cada distrito electoral. Las partes que no alcanzan el umbral no se toman en cuenta para la distribución de asientos. Además, el uso del método D'Hondt puede resultar en un umbral efectivo de más del tres por ciento, dependiendo de la magnitud del distrito.12 Los asientos están asignados a circunscripciones, correspondientes a las provincias de España. Cada distrito electoral tiene derecho a un mínimo inicial de dos escaños, con los restantes 248 asignados entre los grupos en proporción a sus poblaciones. A Ceuta y Melilla se les asigna un escaño a cada una, que se eligen por representación proporcional de lista cerrada pero al repartir solo un escaño la votación se vuelve mayoritaria uninominalde facto votación.913
Para el Senado, 208 escaños son elegidos usando una lista abierta de votación de bloque parcial, con electores que votan por candidatos individuales en lugar de partidos. En los distritos electorales que eligen cuatro asientos, los electores pueden votar por hasta tres candidatos; en aquellos con dos o tres escaños, hasta dos candidatos; y por un candidato en distritos uninominales. A cada una de las 47 provincias peninsulares se les asignan cuatro escaños, mientras que para las provincias insulares, como las Islas Baleares y Canarias, los distritos son las islas en sí mismas, y las más grandes (Mallorca, Gran Canaria y Tenerife) tienen tres escaños cada una, y las más pequeñas —Menorca, Ibiza, Formentera, Fuerteventura, La Gomera, El Hierro, Lanzarote y La Palma— una cada una. Ceuta y Melilla eligen dos escaños cada una. Además, las comunidades autónomas pueden nombrar al menos un senador cada una y tienen derecho a un senador adicional por cada millón de habitantes.913
La ley electoral establece que los partidos, federaciones, coaliciones y agrupaciones de electores pueden presentar listas de candidatos. Sin embargo, los partidos, federaciones o coaliciones que no hayan obtenido un mandato en ninguna de las cámaras del Parlamento en la elección anterior deben garantizar la firma de al menos el 0,1 por ciento de los electores registrados en la circunscripción para la cual buscan la elección, mientras que las agrupaciones se requiere que los electores aseguren la firma del 1 por ciento de los electores. Los electores no pueden firmar por más de una lista de candidatos. Al mismo tiempo, los partidos y las federaciones que pretenden ingresar en la coalición para participar conjuntamente en una elección deben informar a la Comisión Electoral pertinente dentro de los diez días posteriores a la convocatoria.13
En estas elecciones, Madrid y Barcelona ganan un escaño, en detrimento de las circunscripciones de Valencia y Asturias. La distribución y número de diputados para las elecciones de 2019 quedaron fijados de la siguiente manera:14
De acuerdo con la Constitución, el Senado es una Cámara de representación territorial. Además de los 208 senadores que son elegidos por sufragio universal, libre, igual, directo y secreto, los órganos legislativos de las comunidades autónomas designan un senador y otro por cada millón de habitantes, conformando así un total de 265 senadores.
En cada circunscripción provincial se elegirán cuatro senadores; en las circunscripciones insulares se elegirán tres en Gran Canaria, Mallorca y Tenerife, y uno en Ibiza-Formentera, Menorca, Fuerteventura, La Gomera, El Hierro, Lanzarote y La Palma. Las poblaciones de Ceuta y Melilla elegirán cada una de ellas dos senadores. La distribución y número de senadores para las elecciones de 2019 quedaron fijados de la siguiente manera:
Debido a la excepcional circunstancia de solapamiento entre diversos comicios (en el plazo de un mes están convocadas elecciones a Cortes Generales, elecciones al Parlamento Europeo, elecciones a diversos Parlamentos Autonómicos y elecciones municipales), y de acuerdo al principio de eficiencia en la asignación y utilización de los recursos públicos,15 la Junta Electoral Central aprobó la petición de la Oficina del Censo Electoral que proponía la utilización de las mesas electorales correspondientes a las entidades de ámbito territorial inferior al municipio (inicialmente previstas solamente para las elecciones locales) en las elecciones generales.16
Asimismo, también aprobó la petición en la que se proponía realizar un solo envío de la tarjeta censal correspondiente a las elecciones previstas para el 28 de abril y 26 de mayo de 2019. La Oficina del Censo Electoral aseguró que velaría para que dicha concentración en un solo envío no generase confusión y atendería a los casos que requieran un tratamiento singularizado.17
El domingo 10 de noviembre de 2019 se celebraron elecciones generales en España. Fueron las decimoquintas elecciones democráticas, y las cuartas con Felipe VI como rey de España.
Fueron las segundas elecciones generales celebradas en 2019, las segundas convocadas por no haber sido posible formar Gobierno, y las cuartas en menos de cuatro años.
Para el Congreso de los Diputados, se eligen 350 escaños utilizando el método D'Hondt y una representación proporcional de lista cerrada, con un umbral del 3 por ciento de votos válidos, que incluye votos en blanco, que se aplican en cada distrito electoral. Las partes que no alcanzan el umbral no se toman en cuenta para la distribución de asientos. Cada distrito electoral tiene derecho a un mínimo inicial de dos escaños, con los restantes 248 asignados entre los grupos en proporción a sus poblaciones. A Ceuta y Melilla se les asigna un escaño a cada una.6
El reparto de escaños para estas elecciones fue el mismo que el de las elecciones de abril.7
Para el Senado, 208 escaños son elegidos usando una lista abierta de votación de bloque parcial, con electores que votan por candidatos individuales en lugar de partidos. En los distritos electorales que eligen cuatro asientos, los electores pueden votar por hasta tres candidatos; en aquellos con dos o tres escaños, hasta dos candidatos; y por un candidato en distritos uninominales. A cada una de las 47 provincias peninsulares se les asignan cuatro escaños, mientras que para las provincias insulares los distritos son las islas en sí mismas, y las más grandes (Mallorca, Gran Canaria y Tenerife) tienen tres escaños cada una, y las más pequeñas —Menorca, Ibiza, Formentera, Fuerteventura, La Gomera, El Hierro, Lanzarote y La Palma— una cada una. Ceuta y Melilla eligen dos escaños cada una.6
Aquí se muestra el calendario electoral para las elecciones generales del 10 de noviembre de 20198
24 de septiembre: Publicación en el Boletín Oficial del Estado del real decreto de disolución de las Cortes y de convocatoria de elecciones.9
25 de septiembre: Constitución inicial de las Juntas Electorales Provinciales y de Zona.
29 de septiembre: Último día para que los partidos que quieren presentarse en coalición con otras formaciones lo comuniquen a la Junta Electoral.
30 de septiembre : Publicación en boletines oficiales provinciales y exposición en ayuntamientos de las secciones, locales y mesas. Último día de publicación en los boletines oficiales provinciales de la relación de miembros de Juntas Electorales Provinciales y de Zona. Último día para que los partidos que quieren presentarse en coalición con otras formaciones lo comuniquen a la Junta Electoral.
7 de octubre: Último día de consulta del censo electoral en ayuntamientos y consulados y reclamaciones respecto de las inclusiones/exclusiones en el censo. Último día para presentar las candidaturas ante la Junta Electoral.
9 de octubre: Publicación en el Boletín Oficial del Estado de las candidaturas presentadas.
11 de octubre: Notificación y exposición en los ayuntamientos y consulados de las rectificaciones del censo.
15 de octubre: Publicación en el Boletín Oficial de Estado de las candidaturas proclamadas una vez subsanadas las posibles irregularidades detectadas.
19 de octubre: Último día para que los españoles residentes en el extranjero y temporalmente ausentes soliciten el voto.
21 de octubre: Último día para que se solicite documentación para el voto en braille.
23 de octubre: Último día para designar por sorteo a los miembros de las mesas electorales.
31 de octubre: Último día para solicitar el voto por correo para los electores residentes en España.
1 de noviembre: Comienzo de la campaña electoral a las 00 horas.
5 de noviembre: Prohibición de publicación, difusión o reproducción de sondeos electorales.
8 de noviembre: Finalización de la campaña electoral a las 24 horas.
A continuación se muestra una lista de los principales partidos y alianzas electorales que concurrieron a las elecciones, enumerados en orden descendente de escaños de la legislatura previa a la convocatoria de elecciones. Los partidos y alianzas que conforman el gobierno en el momento de las elecciones están sombreados en verde claro, al igual que los candidatos que presentan dichos partidos y alianzas y que tienen una posición relevante en el gabinete.
Las elecciones al Parlamento Vasco de 2020 se celebraron el 12 de julio de 2020, para elegir a los 75 diputados de la XII legislatura del País Vasco. Ese mismo día se celebraron también elecciones al Parlamento de Galicia.
Las elecciones fueron convocadas inicialmente para el 5 de abril de 2020. Sin embargo, a causa de la crisis sanitaria generada por la pandemia por coronavirus, y el estado de alarma y la cuarentena nacional decretadas por el gobierno de España, se determinó que no se podía garantizar que las elecciones pudieran celebrarse con las debidas garantías. El 16 de marzo de 2020, el lehendakariIñigo Urkullu llegó a un acuerdo con los partidos políticos de Euskadi para posponer la celebración de las elecciones.2 Finalmente las elecciones se celebraron el 12 de julio de 2020.3
El entonces lendakari, Iñigo Urkullu, anunció que las elecciones se adelantarían para el día 25 de septiembre de 2016. En ellas resultó vencedor el Partido Nacionalista Vasco tras obtener 28 escaños, seguido por EH Bildu, con 18; el nuevo partido Elkarrekin Podemos, con 11; el PSE-EE, con 9; y el PP, que consiguió 9 escaños.4 El 24 de noviembre el Parlamento Vasco reeligió lehendakari, en segunda vuelta gracias a los 28 votos del PNV y los 9 votos del PSE-EE, a Iñigo Urkullu quien como en 2012 juró su cargo en la Casa de Juntas de Guernica dos días después.5
Grupos Parlamentarios del Parlamento Vasco (XI legislatura)
Las elecciones se celebraron en el contexto de la pandemia de COVID-19 en España, que obligó a retrasar la fecha de celebración de las mismas debido al estado de alarma decretado por el Gobierno de España. La pandemia provocó que la votación se llevara a cabo con estrictas medidas de seguridad sanitaria, tales como el uso obligatorio de mascarilla, la distancia de seguridad o evitar entregar físicamente el DNI.6 Además, el Gobierno Vasco prohibió votar a las personas que hubieran tenido una prueba PCR positiva al virus en los últimos 14 días, por lo que alrededor de 200 personas infectadas no pudieron ejercer su derecho al voto.7 La Junta Electoral del País Vasco resolvió un recurso de EH Bildu contra la decisión del Gobierno, reiterando que los motivos sanitarios estaban debidamente justificados para impedir votar a los contagiados.8 Sin embargo, juristas vieron inconstitucional la prohibición, que impidió ejercer un derecho fundamental establecido en el artículo 23 de la Constitución española, prohibición que ni siquiera existe en los estados de alarma, excepción o sitio.9
El domingo 23 de julio de 2023 se celebraron elecciones generales en España.1 Fueron las decimosextas elecciones generales democráticas, las quintas con Felipe VI como rey y las primeras celebradas en un mes de julio. Son también conocidas con el numerónimo23J. Tras estas elecciones comenzó el 17 de agosto la xv legislatura, en la que se elegirá como presidente del gobierno de España a quien obtenga el apoyo de 176 de los 350 miembros del Congreso de los Diputados.2
Finalmente el desgaste del gobierno se hace ver en las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo de 2023, en donde el PSOE, principal partido del Gobierno, pierde gran parte de las comunidades autónomas y alcaldías de ciudades relevantes frente al Partido Popular910 y el socio minoritario, Unidas Podemos, pierde igualmente gran parte de su representación territorial.11 Al día siguiente, el lunes 29 de mayo, Pedro Sánchez anuncia por sorpresa la disolución de las Cortes y la convocatoria de elecciones generales para el 23 de julio de 2023.12
El 30 de mayo el secretario general de Ciudadanos, Adrián Vázquez, anunció que su partido no concurriría a las elecciones después de que perdiera casi toda representación autonómica y municipal en las elecciones del 28 de mayo. Ciudadanos no pudo optar a la reelección de los nueve diputados que ostentaba en el Congreso y además perdió el senador nombrado por designación autonómica, puesto que no había obtenido representante alguno en los parlamentos autonómicos.13 De modo similar, el Partido Regionalista de Cantabria, que contaba con un diputado en el Congreso (José María Mazón), renunció a presentarse a las elecciones, aludiendo al alto riesgo de no obtener representación y al elevado gasto económico, y tampoco lo hizo Foro Asturias, con otro diputado (Isidro Martínez Oblanca).14
Calendario electoral
Aquí se muestra el calendario electoral para las elecciones del domingo 23 de julio de 2023:1516
29 de mayo:Pedro Sánchez hace público su deseo de convocar elecciones.
30 de mayo: Publicación en el BOE de la disolución de las Cortes y la convocatoria de elecciones.1
5 a 12 de junio: Plazo de consulta del Censo Electoral vigente en Ayuntamientos y Consulados, y reclamaciones respecto de las inclusiones/exclusiones en el Censo.
14 a 19 de junio: Plazo para la presentación de candidaturas ante las Juntas Electorales.
21 de junio: Publicación de las candidaturas presentadas en el BOE.17
30 de mayo a 24 de junio: Plazo de solicitud del voto para los temporalmente ausentes.
21 a 25 de junio: Plazo de subsanación de irregularidades en las candidaturas presentadas.
30 de mayo a 26 de junio: Plazo de solicitud de documentación para votación accesible para personas ciegas o con discapacidad visual.
26 de junio: Proclamación de candidaturas.
27 de junio: Publicación de las candidaturas proclamadas en el BOE.18
24 a 28 de junio: Plazo de sorteo para la designación de miembros de las mesas electorales.
24 de junio a 1 de julio: Plazo de notificación de las designaciones y entrega de manual a miembros de las mesas electorales.
30 de mayo a 13 de julio: Plazo de solicitud del voto por correo.
27 de junio a 18 de julio: Plazo de remisión del voto por correo de los residentes en el exterior.
30 de mayo a 19 de julio: Plazo de remisión del voto para los temporalmente ausentes.
15 a 20 de julio: Jornadas de votación en las embajadas y consulados de España en el extranjero.
4 a 21 de julio 14:00 UTC+2 (20 de julio 24:00 UTC-12): Plazo de remisión del voto por correo en España. Es posible que en Canarias sea hasta las 14:00 UTC+1.
28 a 31 de julio: Celebración del escrutinio por las Juntas Electorales.
17 de agosto: Límite para constituir las Cámaras.2
Hay que señalar que, debido a la cercanía de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo, de manera paralela sucedieron otros eventos políticos de interés, como la elección de alcaldes el 17 de junio o la formación de los distintos gobiernos autonómicos entre junio y julio.19
Para el Congreso de los Diputados, se eligen 350 escaños utilizando el método D'Hondt y una representación proporcional de lista cerrada con un umbral del 3 por ciento de votos válidos, que incluye votos en blanco, que se aplican en cada distrito electoral. Las partes que no alcanzan el umbral no se toman en cuenta para la distribución de asientos. Cada distrito electoral tiene derecho a un mínimo inicial de dos escaños, con los restantes 248 asignados entre los grupos en proporción a sus poblaciones. A Ceuta y Melilla se les asigna un escaño a cada una.20
El número de diputados asignados lo definió el BOE de convocatoria de elecciones.1 Respecto a las elecciones anteriores, Valencia gana un diputado en detrimento de Badajoz.21
Para el Senado, 208 escaños son elegidos usando una lista abierta de votación de bloque parcial, con electores que votan por candidatos individuales en lugar de partidos. En los distritos electorales que eligen cuatro asientos, los electores pueden votar por hasta tres candidatos; en aquellos con dos o tres escaños, hasta dos candidatos; y por un candidato en distritos uninominales. A cada una de las 47 provincias peninsulares se le asignan cuatro escaños, mientras que para las provincias insulares los distritos son las islas en sí mismas, y las más grandes (Mallorca, Gran Canaria y Tenerife) tienen tres escaños cada una, y las más pequeñas —Menorca, Ibiza, Formentera, Fuerteventura, La Gomera, El Hierro, Lanzarote y La Palma— una cada una. Ceuta y Melilla eligen dos escaños cada una.22
@ - ELECCIONES AUTONÓMICAS 2024 Las elecciones al Parlamento Vasco de 2024 se celebrarán el domingo 21 de abril de 2024, para elegir a los 75 diputados de la XIII legislatura del PaísVasco.
Se presentan 14 formaciones, de las que 10 concurren en las tres circunscripciones (PNV, EH Bildu, PSE-EE, Elkarrekin Podemos-AV, PP, Vox, Sumar, Escaños en Blanco, Por un Mundo Más Justo y Pacma). Ongi Etorri se presenta solo por Álava, Izan en Guipúzcoa y Vizcaya, y el Partido Humanista y el Partido Comunista de los Trabajadores de España solo por Vizcaya. Así, en Álava son 11 las candidaturas presentadas; otras 11 en Guipúzcoa y 13 en Vizcaya.
En la siguiente tabla se muestran todas las candidaturas proclamadas para estas elecciones por orden alfabético y sus cabezas de lista en cada una de las circunscripciones.789
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