(*).-Los días siguen pasando Los días siguen pasando y el Ayuntamiento de la ciudad sigue viendo impotente que las ayudas siguen sin llegar. Por este motivo, ante la indefensión en que se encuentra escriben una nueva carta al Presidente de la Diputación de la Provincia:
Exmo. Señor:
La honrosa e interesante confianza que hemos merecido a nuestros conciudadanos y su triste situación, nos haría culpables si omitiésemos cuantos medios pueden conducir a su alivio: Para conseguirlo hemos dirigido cuantos recursos nos han parecido convenientes y hemos comunicado, así como sus contestaciones a V. E. a cuya protección nos acogimos por ser ésta la intención de nuestras comitentes como la nuestra, impelida a más de nuestro deber por la gratitud con que nos ha obligado V. E. por el interés que ha tomado por nuestra desgraciada ciudad, comunicándonos todo lo obrado a su favor con la mayor franqueza, sin duda para animarnos a proponerle con la misma lo que creemos conveniente para el restablecimiento de nuestro desgraciado pueblo y evitar la dispersión de los habitantes.
Animados de la bondad que V. E. nos manifiesta, no podemos menos de expresarle que a pesar de que nuestra esperanza se lisonjea, que por las representaciones hechas por V. E. al Lord y a nuestro gobierno, se darán mediaos para el restablecimiento de San Sebastián, recelamos con grave fundamento que la dispersión de la mayor parte de sus habitantes será indispensable si no se socorre con prontitud a aquel pueblo para los objetos más urgentes y no se remueven los obstáculos que deben necesariamente retraer a las gentes de ir a ocupar los pocos edificios que han quedado o las chozas que pudieran plantar provisionalmente.
1.º El Ayuntamiento se halla sin medios pecuniarios y no puede atender sin ellos ni a la seguridad de los vecinos ni a las indispensables comodidades que necesitan para vivir aunque con trabajos. No ignoramos el estado de V. E. y de los pueblos, pero no sería posible que siendo hermanos los de toda Guipúzcoa ocurriesen con 30 o 40.000 reales de vellón?
2.º Las casas que existen son muy pocas, es preciso que las ocupen los individuos del magistrado y otros empleados precisos, pero ni estos ni los oficiales de la tropa pueden vivir si se reúnen tres batallones cuyos oficiales como es justo piden un colchón que o no lo tiene el vecindario que todo lo ha perdido o lo lleva prestado porque lo necesita, y es claro que si se lo quitan no irá a pasar la noche sobre el suelo ya que el día lo pasa entre los horribles escombros. Parece pues necesario que la guarnición se limite al Castillo o que se aloje en los caseríos y aún en el caso de como tratan los jefes, se acuartele la tropa y se hagan pabellones en la cárcel para los oficiales, se les surta a estos de camas de fuera por no haberlas en la ciudad.
3.º El puerto aún no está libre y las lanchas y el comercio sufren con detrimento de los derechos y del servicio y seguridad de la navegación mayormente adelantándose la estación y debiendo resultar temporales por cuyos motivos debían removerse los obstáculos.
Otras varias consideraciones hará a V. E. el secretario del Ayuntamiento que entregará este oficio y esperamos sean acogidos por V. E. con el interés que ha manifestado y que procura por todos los medios el alivio de nuestros desgraciados compatriotas.
Dios Guarde a V. E. muchos años.
José María Soroa y Soroa, José Ignacio de Sagasti, Joaquín Luis de Bermingham.
(A. P. Sec. 1, Neg, 22, Leg.9).
No hay comentarios:
Publicar un comentario