viernes, 13 de enero de 2017

ANUARIO - 1865 - URTEKARIA


1865




# 1865: ALCALDE.- José Minondo





LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA (1865)

01- ENERO.
1.01



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GACETA DE MADRID (1865)


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# Con esta fecha, el arquitecto municipal señor Cortázar presenta un interesante estudio sobre la procedencia del agua potable que llega a la ciudad. Estos son los datos, en litros cada 24 horas : de Morlans, 105.840; de Lapazandegui, 27.578,55; de Boneda ( o Moneda) 137.894 y de Errotazar, 1.015.177,6 litros.



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02 – FEBRERO -
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# La Diputación informa de las gestiones realizadas ante la Compañía de Caminos de Hierro del Norte de España y la Sociedad Crédito Mobiliario para establecer una comunicación directa entre la estación de Atocha y el puerto de la Ciudad.

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03 - MARZO - 
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04 - ABRIL - APIRILA
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# Informa el arquitecto Cortázar : la fuente situada en las cercanías de las Puertas Coloradas y que se nutre con la regata del Chofre se encuentra casi obstruida por la caída del muro que sustenta el terraplén del ferrocarril. Entiende que es de la mayor urgencia la rehabilitación de dicho muro.
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05 - MAYO - MAIATZA
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# # Respuesta del director de la Compañía sobre el enlace entre puerto y estación : "A pesar de que en otras ocasiones hemos estado de acuerdo, en este debo separarme de la opinión de esa Diputación, de suponer que la Compañía tiene la obligación de construir un puente u otra obra cualquiera que no fuera de nuestra vía férrea (....). No es la Compañía quien tenga que costear la obra"
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# Boulevard ajardinado o edificios : esta es la disyuntiva para el Ensanche. En la reunión municipal que trata del tema se produce un empate de votos. Decide a favor de la solución "boulevard" el voto  del alcalde Tadeo Ruiz Ogarrio
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# El Ayuntamiento se dirige a la Diputación : "Los portes de mercancias desde este Puerto a la Estación del ferrocarril cuestan muchísimo y de aquí la competencia que hacen Bilbao, Burdeos y otros puertos (....) Es por lo tanto urgente construir un tranvía desde el Puerto a la Estación (....) El Ayuntamiento no posee todavía un proyecto formal, y por cálculo prudencial gradúa en 125.000 duros el coste total del puente, de la vía, del material fijo y móvil y de los almacenes que serían necesarios"



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06 – JUNIO -
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# El Ayuntamiento se dirige al ingeniero Francisco Lafarga para que prepare proyecto y presupuesto para el citado tranvía entre los muelles y la estación, incluyendo el puente que una las dos orillas del río.



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07– JULIO -
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29.07

VALLADOLID  —
El Sr. Alcalde-Corregidor
ha publicado el siguiente bando y programa :
Habitantes de esta ciudad: Constante S. M. la Reina (Q. D. G.) en el especial cariño y predilección con que recuerda siempre á la ciudad en que residió en otros dias la corte de España, y fué cuna de esclarecidos antecesores suyos, no quiere transitar por sus muros sin perm anecer algún tiempo entre vo so tro s, cuando dentro de breves dias se dirija á las provincias del Norte. La municipalidad recibirá á tan magnánima Soberana y su augusta Real familia con demostraciones de lealtad y adhesión , eco de los sentim ientos inalterables de sus representados; y creyendo de su deber anunciarlo para que todos puedan asociársela en tan solemnes momentos, cumplo con él, seguro de que ha de ser motivo de publico regocijo para los honrados hijos de Castilla. ¿Viva la Reina y su Real familia! ¡ Viva el Príncipe de Astúrias !
Valladolid 29 de Julio de 1865.== El Alcaide-Corregidor , Juan López de Bustamante.
Programa de recepción de SS. MM. y A A. en la ciudad de Valladolid el día 1.de Agosto de 1865.
El dia 1 de Agosto próximo , las Autoridades civiles y militares tendrán el honor de recibir á SS. MM. y AA. RR. en el límite del territorio de sus respectivos mandos.
Las salvas de Ordenanza, el repique general de campanas y disparo de voladores, anunciarán la llegada de la Real comitiva al término jurisdiccional de la ciudad.
La Diputación provincial, el Excmo. Ayuntamiento en plena corporación, y comisiones del Cabildo metropolitano y del de párrocos, recibirán á SS. MM. y AA. en la estación del ferro-carril. El Alcalde-Corregidor tendrá el honor de manifestar á SS. MM. los sentimientos afectuosos de la ciudad.
SS. MM. se dignarán ocupar las carretelas dispuestas para el tránsito por la carrera interior de la ciudad , y con la escolta que tenga á bien designar el Excmo. señor Capitán general del distrito; debiendo el resto de las tropas de la guarnición cubrir toda la carrera , con arreglo á Ordenanza.
En la marcha desde la estación seguirán á los coches de SS. MM. los de la comitiva y corporación municipal, precediendo á esta los timbaleros, clarineros y maceros del Ayuntamiento, conforme al ceremonial de costumbre.
Las calles designadas para el tránsito de SS. MM. y Real comitiva, son : paseo del Campo Grande, calle de Santiago, Plaza Mayor, Fuente Dorada , Orates á la Catedral, en cuyo templo serán recibidas por el muy Reverendo Arzobispo, en la forma acostumbrada.
Desde este punto continuará la carrera por la plaza de Portugalete, calle de los Baños , Angustias y Corredera de San Pablo hasta el palacio Real; donde tendrán la honra de recibir á SS. MM. y AA. las A utoridades, Senadores, Diputados á Cortes, las Corporaciones y funcionarios públicos.
Las calles del tránsito estarán enarenadas, y los balcones adornados con colgaduras, permaneciendo así durante la noche del dia 1 de Agosto próximo hasta las doce de la misma, que durará la iluminación general.
En dicha noche tendrá lugar al frente de Palacio una serenata por las bandas de música de la guarnición. La del Hospicio provincial ejecutará varias piezas, alternando con bailes nacionales delante de la Casa Consistorial, y las dulzainas se colocarán en los barrios.
El teatro de Calderón y salones de la sociedad en ellos establecida serán adornados convenientemente, y en los mismos se invitará á SS. MM., por si se dignan descansar en alguno de los intermedios de la función lírica, en que tomará parte la compañía anunciada por la empresa hace dias.
El dia 2 , designado para la marcha de SS. MM. y AA., saldrá del palacio la régia comitiva , dirigiéndose á la estación por las calles de Angustias, Cantarranas, Platerías, Plaza de la Constitución, calle de Santiago y Campo de Marte.
Para solemnizar la estancia de SS. MM., se distribuirán socorros y limosnas á padres de familia necesitados, conforme á lo acordado por las Autoridades y corporaciones civiles y eclesiásticas.
Valladolid 29 de Julio de 1865
. — El Alcalde-Corregidor , Juan López de Bustamante. ( Norte de Castilla.)

GACETA DE MADRID .02.08(nº.214)


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AYUNTAMIENTO
ACTA nº.



08 – AGOSTO -
1.08

AYUNTAMIENTO
ACTA nº.55
@ - S. M. la Reina nuestra Señora (Q.D.G.) ha determinado trasladarse á las provincias Vascongadas en compañía del Rey su augusto Esposo y excelsos Hijos hoy 1.° de Agosto, debiendo verificar su salida desde el Real Sitio de San Ildefonso.
GACETA DE MADRID .01.08 (nº.213)

LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA (mañana)
LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA (noche)
@ - 
Escriben de Zarauz, que la preciosa quinta del Sr. Madoz va a ser residencia del duque de Tetuán, que el señor conde de Guaqui recibirá al Ministro de Marina, general Zavala, y que el capitán general de las provincias Vascongadas habitará la casa del señor Vea-Murguia.

El palacio de Narros se hallaba el viernes completamente alhajado y dispuesto para recibir a los regios huéspedes.

GACETA DE MADRID (nº.213)
PRESIDENCIA DEL CONSEJO DE MINISTROS.

S. M. la Reina nuestra Señora (Q. D. G.) y su augusta Real familia continüan en el Real Sitio de San Ildefonso sin novedad en su importante salud.
S. M. la Reina nuestra Señora (Q . D. G.) ha determinado trasladarse á las provincias Vascongadas en compañía del Rey su augusto Esposo y excelsos Hijos hoy 1.° de Agosto, debiendo verificar su salida desde el Real Sitio de San Ildefonso.

2.08

@ - Vitoria 2 de Agosto á las diez y quince minutos de la noche.— «Esta ciudad ha hecho á SS. MM. y AA. una magnífica recepción. El tránsito estaba lujosamente adornado con banderas, trofeos y arcos de triunfo. La capital de Alava ha hecho alarde de su amor firme y decidido por la Monarquía y dinastía reinante, prodigando con fastuosa solemnidad sus obsequios y aclamaciones á SS. MM. y AA., que difícilmente han podido atravesar las calles de la población para dirigirse á la Catedral por las caprichosas cuadrillas, comparsas y muchedumbre que se agolpaba á vitorear y festejar á los augustos viajeros, conmovidos por significativas y elocuentes pruebas de veneración y ardiente cariño.»
GACETA DE MADRID .03.08. (Nº.215)

@ - VALLADOLID 2 de Agosto.—Anoche á las nueve entraron en esta ciudad SS. MM. y AA., que fueron recibidas en la estación del ferro-carril del Norte por las corporaciones y autoridades civiles, militares y eclesiásticas, con arreglo al ceremonial que ya conocen nuestros suscritores. Desde la estación del ferro-carril se dirigieron en los carruajes preparados al efecto á la Catédral, y de allí al Palacio. Inmediatamente recibieron á la Audiencia, al Ayuntamiento, á los Diputados y Senadores y al señor Arzobispo, anunciando que lo harían hoy á las diez a las demás corporaciones y personas oficiales. 
SS. MM. asistieron después al teatro de Calderón de la Barca, en donde permanecieron próximamente una hora, retirándose a las doce de la noche á la Real morada
SS. MM. han sido recibidas por un inmenso gentío que ocupaba todas las calles por donde debian pasar, en las cuales fueron victoreadas y saludadas con entusiasmo. A la hora avanzada en que escribimos estas líneas no podemos extendernos en más pormenores, ni sabemos tampoco que esté fijada, de un modo exacto, la que las Reales personas hayan elegido para salir hoy de nuestra capital.
Nosotros, como lo hemos hecho ya otras veces con igual motivo, saludamos respetuosamente y cordialmente á SS. MM. y A A .; y con nuestro saludo les enviamos el testimonio de amor y lealtad de todos los castellanos. [Norte de Castilla) 
GACETA DE MADRID .04.08 (Nº.216)

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GACETA DE MADRID (nº.214)
MINISTERIO DE LA GOBERNACIÓN  .
Valladolid 1º de Agosto de 1865—A las diez y quince minutos de la noche.
El Presidente del Consejo de Ministros al Ministro de la Gobernación:
«SS. MM. y AA. acaban de entrar en esta capital victoreados con gran entusiasmo por todas las clases de la sociedad, que aglomeradas en las calles del tránsito, vistosamente iluminadas, interrumpen la marcha del coche Real que se dirige á la Catedral.»

3.08

@ -San Sebastian 3 de Agosto á las seis y siete minutos de la tarde.— « La capital de Guipúzcoa ha recibido á SS. MM. y AA. con indescriptible entusiasmo. La augusta Real familia ha sido objeto de una ardiente ovación en el tránsito hasta la iglesia. Tan señalada muestra de adhesión será uno de los acontecimientos más faustos que registra la historia de estos pueblos.»
@ - Zarauz 3 de Agosto á las nueve y quince minutos de la noche.— «En dos horas hemos venido desde San Sebastian aquí. SS. MM. y AA. han sido recibidos con el mismo entusiasmo que en todas partes.» 

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MINISTERIO DE LA GOBERNACION,
El Presidente del Consejo de Ministros al Sr. Ministro de la Gobernación:
Vitoria 2 de Agosto á las diez y quince m inutos de la noche.— «Esta ciudad ha hecho á SS. MM. y AA. una magnífica recepción. El tránsito estaba lujosamente adornado con banderas, trofeos y arcos de triunfo. La capital de Alava ha hecho alarde de su amor firme y decidido por la Monarquía y dinastía reinante, prodigando con fastuosa solemnidad sus obsequios y aclamaciones á SS. MM. y AA., que difícilmente han podido atravesar las calles de la población para dirigirse á la Catedral por las caprichosas cuadrillas, comparsas y muchedumbre que se agolpaba á vitorear y festejar á los augustos viajeros, conmovidos por significativas y elocuentes pruebas de veneración y ardiente cariño.»
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M IN IS T E R IO D E L A GOBERNACION.
El Presidente del Consejo de Ministros al Ministro de la G obernación:
San Sebastian 3 de Agosto á las seis y siete minutos de la tarde.— « La capital de Guipúzcoa ha recibido á SS. MM. y AA. con indescriptible entusiasmo. La augusta Real familia ha sido objeto de una ardiente ovación en el tránsito hasta la iglesia. Tan señalada muestra de adhesión será uno de los acontecim ientos más faustos que registra la historia de estos pueblos.»
El Presidente del Consejo de Ministros al Ministro de la Gobernación:
Z a ra u z 3 de Agosto á las nueve y quince minutos de la noche.— «En dos horas hemos venido desde San Sebastian aquí. SS. MM. y AA. han sido recibidos con el mismo entusiasmo que en todas partes.» 

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AYUNTAMIENTO
ACTA nº.56


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12.08

Zarauz, 12.08 - á las nueve y minutos llegó S. M. la Reina Doña María Cristina, dirigiéndose en seguida á Palacio, donde tuvo lugar una escena tierna y conmovedora entre las augustas Hija y Madre, que siempre se han profesado el mas sincero y natural cariño.

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13.08

 El corresponsal de uno de nuestros colegas escribe desde Zaráuz con fecha 13 lo siguiente : «Poco nuevo tengo que decir á V. hoy. La p en osa enfermedad del Infante D. Francisco tiene tan afectada á S. M., que anteayer y ayer apénas salió breves momentos de Palacio para dar un ligero paseo. Anoche á las nueve y minutos llegó S. M. la Reina Doña María Cristina, dirigiéndose en seguida á Palacio, donde tuvo lugar una escena tierna y conmovedora entre las augustas Hija y Madre, que siempre se han profesado el mas sincero y natural cariño.
Hoy á las tres ha recibido la Reina Madre á todas las personas que han deseado tener el honor de ofrecerle sus respetos, entre los que hemos visto á los Ministros, Autoridades y cuanto de notable encierra Zaráuz en aristocracia, armas ó letras. También ha tenido hoy lugar la recepción del Diputado general de Vizcaya, que ha puesto en m anos de S. M. el mensaje de amor y de lealtad votado en las últimas juntas generales de Guernica , documento notable por más de un concepto.
 Este documento (que no insertamos por su extensión) está perfectamente escrito en pergamino, con las Firmas autógrafas de todos los representantes, encuadernado con gran gusto artístico, pero sin supérfluo lujo en chagrén verde y encerrado en una preciosa caja de roble del país, obra del ebanista vizcaíno Sr. Echaniz, y en el centro de la tapa campea el escudo del Señorío , perfectamente tallado de gran relieve en un trozo de madera del mismo árbol de Guernica por el acreditado escultor bilbaíno Sr. Garamendi.
Esta tarde han tenido lugar, en medio de grande animación , las regatas anunciadas, habiendo obtenido el triunfo, entre otras, las falúas de Orio, San Sebastian y Deva. La gravedad del estado del Infante D. Francisco ha impedido que S. M. presencie esta animadísima diversión , así como la triste noticia de su fallecimiento hizo suspender los fuegos artificiales que debian quemarse esta noche.»
GACETA DE MADRID .17.08. (nº.229)

@ - FALLECE S.A.R. el Sermo. señor Infante D. Francisco de Paula.
@ - 
El Excmo Sr. Marqués de San Gregorio, Presidente de la Facultad de la Real Cámara, dirigió á las seis de la tarde á la Secretaría de Cámara del Sermo. Sr. Infante Don Francisco de Paula Antonio, y esta á la Presidencia del Consejo de Ministros, la comunicación siguiente: «Excmo. Sr.: Con el sentimiento más profundo participo á V. E. que S. A. R. el Serenísimo Sr. Infante D. Francisco de Paula Antonio ha fallecido á las cinco y 27 minutos de la tarde de hoy, después de haber recibido los Sacramentos de la Penitencia y Extremaunción , no habiendo podido S. A. R. recibir el de la Sagrada Eucaristía por no permitirlo la índole de la enfermedad.»

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GACETA DE MADRID (nº.226)
PRESIDENCIA DEL CONSEJO DE MINISTROS
S. M. la Reina y SS. AA. RR. continúan en Zaráuz sin novedad en su importante salud. 
Del mismo beneficio disfruta S. M. el Rey. ,
El Excmo Sr. Marqués de San Gregorio, Presidente de la Facultad de la Real Cámara, dirigió á las seis de la tarde de ayer á la Secretaría de Cámara del Sermo. Sr. Infante Don Francisco de Paula Antonio, y esta á la Presidencia del Consejo de Ministros, la comunicación siguiente: «Excmo. Sr.: Con el sentimiento más profundo participo á V. E. que S. A. R. el Serenísimo Sr. Infante D. Francisco de Paula Antonio ha fallecido á las cinco y 27 minutos de la tarde de hoy, después de haber recibido los Sacramentos de la Penitencia y Extremaunción , no habiendo podido S. A. R. recibir el de la Sagrada Eucaristía por no permitirlo la índole de la enfermedad.»

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GACETA DE MADRID (nº.227)


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AYUNTAMIENTO
ACTA nº.57


LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA (1865)
GACETA DE MADRID (nº.228)
PRESIDENCIA DEL CONSEJO DE MINISTROS.
S. M. la Reina y SS. AA. RR. permanecen en Zaráuz sin novedad en su importante salud.
Del mismo beneficio disfruta S. M. el Rey, que continúa en el Real Sitio de San Lorenzo. 

17.08

@ - Zarauz, 17.08:

«Hoy han tenido lugar las exequias del Sr. Infante D. Francisco de Paula en'la iglesia parroquial, oficiando el Sr. Obispo de Vitoria. El duelo ha estado presidido por

el Conde de Balazote, como Mayordomo mayor, por la enfermedad del Duque de Bailén Toda la alta servidumbre de S. M. la Reina y de su augusta madre , las personas de la comitiva , Ministros, Autoridades forales y locales, Jefes de Marina, oficialidad de la guarnición, cuanto de notable encierra Zaráuz, y todos los leales habitantes de la villa ocupaban el templo, deseosos de rendir este último tributo al padre de S. M. el Rey.

«En el centro de la iglesia alzábase un túmulo de buena forma. Dábanle guardia Monteros de Espinosa y Alabarderos. El batallón cazadores de Cataluña, colocado en el camino de Deva, ha hecho los honores militares que por ordenanza correspondian al difunto.

«Mañana se espera á S. M. el Rey. El Capitán General ha salido á recibirle á Miranda de Ebro; una comisión de la Diputación foral y el Gobernador al límite de la provincia. Acompaña a S.M. el Ministro de Estado.


LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA (1865)
GACETA DE MADRID (nº.229)
PRESIDENCIA DEL CONSEJO DE MINISTROS
 S. M. la R eina y SS. AA. RR. permanecen en Zaráuz sin novedad en su importante salud.
Del mismo beneficio disfruta S. M. el R ey. que continúa en el Real Sitio de San Lorenzo.

18.08



LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA (1865)
GACETA DE MADRID (nº.230)
PRESIDENCIA DEL CONSEJO DE MINISTROS.
S. M. la Reina y SS. AA. RR. continúan en Zaráuz sin novedad en su importante salud.
De igual beneficio disfruta S. M. el Rey , que salió ayer tarde del Escorial con dirección á Zaráuz. 

19.08



LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA (1865)
GACETA DE MADRID (nº.231)
PRESIDENCIA DEL CONSEJO DE MINISTROS. 

 SS. MM. y AA. RR. continúan en Zaráuz sia novedad en su importante salud

20.08



LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA (1865)
GACETA DE MADRID (nº.232)
PRESIDENCIA DEL CONSEJO DE MINISTROS
SS. MM. y AA. RR. continúan en Zaráuz sin novedad en su importante salud.

21.08



LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA (1865)
GACETA DE MADRID (nº.233)


22.08



LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA (1865)
GACETA DE MADRID (nº.234)


23.08

AYUNTAMIENTO
ACTA nº.58


LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA (1865)
GACETA DE MADRID (nº.235)


24.08



LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA (1865)
GACETA DE MADRID (nº.236)


25.08



LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA (1865)
GACETA DE MADRID (nº.237)


26.08



LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA (1865)
GACETA DE MADRID (nº.238)


27.08



LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA (1865)
GACETA DE MADRID (nº.239)


28.08



LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA (1865)
GACETA DE MADRID (nº.240)

29.08



LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA (1865)
GACETA DE MADRID (nº.241)


30.08

AYUNTAMIENTO
ACTA nº.59


LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA (1865)
GACETA DE MADRID (nº.242)


31.08



LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA (1865)
GACETA DE MADRID (nº.243)













09 – SEPTIEMBRE -
1.09

BILBAO 1 de Setiembre.—Anteayer tarde(30.08) pisó las calles de su buena y leal villa de Bilbao, después de 20 años de ausencia, la Reina Doña Isa b el II. Muy joven, cási niña, apénas salida de la tutela maternal, era la augusta Soberana de los españoles cuando visitó por primera vez este bello y accidentado país; hoy la vemos matro - na ya, rodeada de sus hijos mayores, aumentada su edad por los graves cuidados de la gobernación del Estado. El recibimiento que el leal y expansivo pueblo bilbaíno ha hecho á S. M. la R e i n a constitucional ha sido magnífico, espléndido, y en alto grado entusiasta. El cuadro que nos proponemos pintar, el suceso que tenemos que relatar, es superior á nuestras fuerzas; apénas se encontraría fantasía bastante rica, y pluma suficientemente hábil para trasladar al papel con sus verdaderos colores el espectáculo que ofrecía anteayer la villa bilbaína, rica y vistosamente decorada, con magníficas colgaduras en los balcones, mástiles venecianos de trecho en trecho en toda la carrera de la régia comitiva, flores banderas y gallardetes, arcos de triunfo &c, Es preciso* saber primeramente lo que es Bilbao en uno de sus dias de fiesta; es preciso contemplarle en la alegría, en el trasporte, en ia locura de su entusiasmo; y es preciso por añadir á sus peculiares sentimientos expansivos y generosos los poderosos resortes del cariño, de la lealtad y de la gratitud, para tener una idea aproximada de la magnificencia y afectuosidad con que saludó la bienvenida de los Reyes. En la estación de Miranda de Ebro, punto de enlace del ferro-carril del Norte con el de Bilbao, esperaban á SS. MM. el Sr. Gobernador civil y los Diputados forales. En el tránsito hasta esta villa, que fué de una rapidez extraordinaria, los pueblos vecinos á la via férrea, apenas sentían la presencia de la Reina , se agolpaban afanosos, conmovidos, llenos de ardor y de impaciencia á las lin ­ des del cam in o , á aclam ar á la bondadosa Isabel II. En O rduña habían levantado los leales habitantes de la ú n ica ciudad de Vizcaya un arco de triunfo y dispuesto otros obsequios, que, según se nos ha asegurado, no pudo ad ­ m itir S. M. por la priesa que traia en su viaje á la villa invicta, con el vivo deseo de llegar á una hora conveniente para el vecindario. En la estación de Abando penetró el tren Real á las cinco de la tarde y minutos. Allí aguardaba el mundo oficial , y una parte del público que habia sido admitida en los andenes. Allí recibió también Doña I s a b e l II la p rimera expresiva ovación de los bilbaínos , que la aclam aron con energía al contem plar admirados la sencillez y modestia de su simpático y noble p o rte , la extremada sencillez de su vestido y del de su augusto esposo é hijos. Se puede asegurar que S. M. la R e in a causó una im presión extraordinariam ente favorable por su exquisita modestia realzada por una natural y majestuosa d ig ­ nidad. La Real familia, compuesta de los augustos cónyuges, y de sus Hijos mayores, tomando uno de los coches particulares que se le habian ofrecido, continuó su viaje á la v illa invicta, pasando sobre el puente que lleva el hermoso nom bre de la popular y aclamada Soberana. El coche en que venían SS. MM. era una carretela descubierta; el estribo derecho lo guardaba el Sr. Duque deT etuán, Presidente del Consejo de Ministros, vestido de grande uniforme de Capitán G en eral, con la banda de San Fernando y varios placas en el pecho. Detrás m archaban el Capitán general de las Provincias Vascongadas, el Brigadier Lesea , G obernador m ilitar de Vizcaya , el Sr. Comandante de la Guardia civil, varios Jefes y Oficiales de diversos cuerpos del ejército, y una sección de cazadores á caballo. Una vez en el p u en te , un espectáculo soberbio, deslu m b rad o r, imposible de p in ta r, se ofreció á los ojos de los Régios huéspedes. El magnífico y suntuoso paseo del A re n al, las calles que á él afluyen , la bajada del puente, la plazoleta del Teatro, la Ribera, la via p ú b lica, los balcones , los tejados, todo en fin, cuajado de un mar de cabezas humanas. Tan enorm e afluencia de gente, tan inmenso é impaciente afan de ver á una persona, jam ás se han contem ­ plado en Bilbao. Todo el vecindario de la villa invicta y de los pueblos vecinos estaba de piés y agolpado en las calles del tránsito, B idebarrieta, Plazuela de Santiago, Torre, Correo, Sombrerería, Plazuela del Instituto. En el límite de la jurisdicción de la villa, en el prim er tercio del puente se habia erigido un esbelto y grande arco de verdura, de tres claros, con esta sencilla le ­ yenda en la cara que da frente á la población: VIZCAYA A SU REINA Y SEÑORA. Debajo de este arco aguardaba el Ayuntamiento de Bilbao en cuerpo y con bandera, con su digno Alcalde el Sr. Jane á la cabeza. Al aproximarse el coche Real, se adelantó respetuosamente el Sr. Jane, y con entonación clara, firme, acentuada, pronunció la siguiente arenga: «Señora: El pueblo bilbaíno que tantas veces ha traducido en hechos el entrañable afecto que profesa á V. M., y que es tan idólatra de su Reina como lo fué en los años 35 y 36, os felicita por vuestra llegada á esta villa y se asocia sinceram ente al sentim iento causado por una desgracia inolvidable. ¡Bilbaínos! ¡Aclamad á vuestra Soberana como la aclamabais en los combates! ¡Viva S. M. la Reina Doña Isabel 11! ¡ Viva S. M. el Re y ! ¡ Viva nuestra esperanza, el Príncipe D. Alfonso! ¡Viva nuestra querida Infanta Doña María Isabel!» En seguida, el Sr. Alcalde dió varios vigorosos vivas, que fueron repetidos por millares de voces en la muchedum bre. Y la regia comitiva avanzó lenta, trabajosam ente, en medio de un verdadero frenesí p o p u la r, ai que contribuían principalm ente las damas con su entusiasmo por la calle de Bidebarrieta hácia la basílica del Señor Santiago á cum plir el más piadoso de los deberes de un Monarca. La iglesia estaba rica y brillantem ente iluminada : en el altar se hallaba dispuesto un soberbio dosel para SS. MM. Un numeroso cle ro , con el cabildo con capas pluviales, presidido por el limo. Sr. Obispo de Vitoria, salió á recibir á SS. MM. á la puerta principal de la iglesia , en cuya anchurosa nave penetraron los augustos viajeros bajo palio. Cantóse un solemne Te Deum con el acompañamiento de una brillante capilla. A la salida del tem plo, el entusiasmo de las masas redobló, y enérgicos Víctores se dejaron sentir por todas partes. S. M. la Rein a , que tenia ya una im prescindible n e ­ cesidad de descanso, pues por complacer los deseos de los bilbaínos y no faltar á lo prom etido, habia hecho el viaje por tierra con extraordinaria rapidez, se encaminó á Palacio precedida de una comparsa de m arineros de Abando y de una banda de música militar que tocaba u n a entusiasm adora m archa. Las demostraciones del público afecto y lealtad se re ­ pitieron con doble energía, si cabe, en la plazuela de Palacio, que estaba llena literalm ente. Dos veces respondió S. M. la Reina al anhelo del p ueblo, saliendo con su augusta familia á los balcones de Palacio en medio de estrepitosos vivas. ¡ Viva la Reina ! este era el grito p o ten te, sonoro, que resonaba anteayer por todas p a rte s, y que reasumía to ­ dos los sentimientos que poseían y dom inaban ios corazones bilbaínos. La m ultitud no abandonó un solo instante la plazuela de Palacio, ni se restableció la fácil circulación hasta la media noche. A las doce de ella los vivas aun se repetían , y la música del regimiento de Saboya poblaba el aire con sus armoniosos acordes. La ilum inación fué espléndida y com pleta; una v erdadera lum inaria a giorno; apénas se encontraba casa en la villa donde no se viesen farolitos venecianos ú otro sistema de alum brado más ó ménos bello. El alum brado de la Plaza Nueva era de vistosísimo efecto: era una iluminación veneciana en la verdadera acepción de la palab ra , con sus resplandores misteriosos y velados. El A renal, iluminado de gas, ofrecía también un b rillante golpe de v ista, así como la plaza del M ercado, los diversos establecimientos públicos y algunos privados y varios particulares. Se hacia n o tar, entre otras ilum inaciones particulares, la de la Compañía general bilbaína de C rédito, que se distinguía, no solo por su brillo y op ortunidad, sino por la delicadeza con que recordaba rasgos magnánimos del corazón de la Segunda Isabel. Tenemos entendida que S. M. la Reina ha quedado altam ente complacida del recibim iento de los bilbaínos, y del elegante y bien previsto alojamiento que se la ha preparado, y que así se lo manifestó, con agradecim iento para las Autoridades populares, al Sr. Ministro de Gracia y Justicia, único miem bro del Gabinete que, además del General O’D onneli, ha venido acompañando á la Real familia. E ntre la comitiva Régia figuran varias damas de Palacio; el Conde de Balazote, Caballerizo m ayor; el Conde de E zpeleta, Ayo del Príncipe de A sturias; el Duque de Ahumada , Comandante general de A labarderos; el General L eym erik, Jefe del cuarto del Rey; el Coronel Magen is, Ayudante de Campo; los Cronistas Rada y Delgado y Trueba y otros muchos personajes de la corte. Así la R e in a como su augusto Esposo y los jóvenes Príncipes se m ostraban m uy risueños y complacidos en todo el camino, saludando con la mayor gracia y afectuosidad a! apiñado pueblo que apénas dejaba andar á la Régia comitiva hasta tal punto que la escolta tenia que m archar con muchísimo tiento para evitar dolorosos p ercances. Vamos recogiendo noticias sobre el delicioso y verdaderam ente triunfal viaje que hizo aver por la ria la Real familia. La partida^se verificó desde el muelle del Arenal á las diez de la m anana; la Real familia, la alta servidum bre y las autoridades se em barcaron en el vapor N ervion; la banda de la Armonía y algunos individuos de la comisión de festejos tomaron pasaje en el vapor Union, y el p ú blico, ansioso de no perder un solo episodio de la fiesta náutica que se preparaba, invadieron hasta llenarlos literalmente, los vapores Primero de España , Vizcaíno-Montañés y Pelayo. Así formada una como escuadrilla real, y m archando los diferentes buques que la componían en fila, avanzó rápidamente en medio de los Víctores de ia m ultitud. La banda m unicipal de Abando, situada en el muelle de Ripa, saludó la partida con un aire m uy vivo. Lqs clamorosos vivas de la muchedumbre, el estampido del cañón, el seco ruido del chipin, los cohetes, la respiración anhelante del vapor , todo , en fin, producía un indefinible concierto que provocaba el movimiento del alma. El pueblo estrecham ente apiñado se extendía por las dos orillas del rio, formando una larguísima cinta movible y ondulante. Al llegar á Olaveaga , en los dos lados del rio, ju risdicciones de Abando y D eusto, el entusiasmo que habia ido creciendo cobró tal energía que rayó en frenesí. Sin duda en este punto ha recibido Doña I s a b c l II una de las más hermosas y tiernas ovaciones que ha tenido en el país vasco. Ofrecía esta linda ribera un aspecto risueño, animadísimo, brillante, encantador. En todas las casas lucían colgaduras de vivos colores y grupos de banderas: en algunas se descubrían decorados elegantes artísticam ente combinados. El vecindario agolpado en masa llenaba los muelles. Las agraciadas jóvenes de esta localidad tom aban parte activa en las demostraciones de la pública alegría, agitando banderas y pañuelos, saludando con palmadas y con aclamaciones á la R e in a Doña I s a b e l , á su joven hija y al Príncipe de A stúrias, que impresiona hondamente á todo el mundo por su extraordinaria viveza, soltura y despejo. En el centro de la ribera habia un arco de follaje con esfa inscripción: A Isabel 17, su Reina y Señora. Bajo este arco se encontraba la música , y á ios lados del mismo una batería de pedreros. En la Puerta Otomana se habia colocado el Ayuntamiento de la A nteiglesia, así como en todo el tránsito se adelantaban los de los diferentes pueblos, cuyas jurisdicciones baña la ria. Los buques surtos en el surgidero de Olaveaga se hallaban lujosamente empavesados, y al paso de la escuadrilla R eal, disparaban cañonazos , y sus tripulaciones prorum pian en exclamaciones ruidosas y ardientes. La goleta de guerra Caridad, fondeada también en aquel pu n to , tenia su tripulación en las vergas, la cual saludó con nutridos vítores á su R e i n a . En una p alab ra, el cuadro que ofrecía á ios ojos de la Real familia la ribera de Olaveaga era tan bello como conm ovedor: ostentábase en él el más cordial entusiasmo en toda su pureza v espontaneidad. Los vapores de nuestro com ercio, fondeados desde Zorroza hasta el D esierto, añadieron una novedad ag radable a los obsequios tributados a los Regios viajeros, Además de las salvas de artillería dispararon cohetes de colores y de iluminación. En el histórico puente de Lucharía se habia levantado el m onum ento de que hablamos anteriormente. Era un pequeño jardín funerario con una cruz que llevaba esta sencilla cuanto elocuente inscripción : 24 de Diciembre de 1836. En la fábrica de hierro de los Sres. Ibarra, aguardaban todos los obreros y la mayor parte del vecindario de Baracaldo el paso del vapor Nervion para saludar á SS. MM. con ruidosas demostraciones de afecto y lealtad. En el extremo de las Arenas de Guecho aguardaban el Ayuntamiento de aquella anteiglesia y ios de los pueblos iimítrofes con una lucida comparsa de niños y n iñas; pero S. M. no desembarco en aquel punto. El desembarco se efectuó en el muelle de Portugalet e , saliendo á recibir á SS. MM. el A yuntam iento de aquella villa en cuerpo de comunidad. En la plaza pública se habia erigido un elegante pabellón bajo el cual p residió S. M. la R e in a la lid náutica. Este pabellón era una especie de tienda de campaña sencillamente adornada con una cubierta blanca que re ­ mataba en una Corona Real. A las doce y cuarto dió comienzo la estrepada. Diez lanchas y cinco botes se dispusieron á tom ar parte en el regateo. Las lanchas trip u ­ ladas por vigorosos remeros de Ondarroa, Lequeitio, Berrneo, Deusto y Abando, salieron de dos en dos con intervalo de cuatro minutos. La lancha núm. 7 tripulada por m arineros de O ndarroa consiguió el prim er premio, recorriendo todo el tra ­ yecto de la estrepada, dos leguas próximam ente, en 36 minutos. Hoy debe visitar S. M. la R e in a el santuario de Begoña y los establecimientos piadosos. No dudamos que la augusta Soberana adm irará la limpieza, orden y m agnificencia de los asilos destinados á la desgracia y al dolor, y que dejará memoria de su acrisolarla m unificencia. Sobre todo, el soberbio hospital civil, que es sin d u ­ da el monum ento que más honra á Bilbao y que más puede honrar átodo pueblo, im presionará hondam ente el ánimo de la R e i n a . Se ha levantado sobre el solar donde estuvo el célebre convento de San Agustín el sencillo monum ento de que hablamos el otro dia. Es un elegante y bien proporcionado obelisco , de unos 50 piés de a ltu ra, construido de madera. En la base de la pirámide lleva haces de banderas españolas. En la cara del pedestal que da frente al camino se lee esta lacónica inscripción: C o n v e n t o d e S a n A g u s t ín , 27 d e N o v ie m b r e d e 1836. En el suelo, alrededor del monumento, grupos de arm as enlazadas con coronas de laurel y pilas de balas.

En las dos caras laterales del monum ento cuelgan dos verdes coronas, que recuerdan el valor de los dos bandos que pelearon en la terrible y terca acción. Ayer y anteayer se corrió por las calles, á las siete de la mañana, un novillo em bolado, lo que produjo la an imación y algazara consiguientes. Estas" noches está animadísimo el Arenal. Alrededor de la música, situada en el kiosco, se forman corros de baile y la gente se solaza y trisca que es un primor. La fisonomía de la población revela estos dias una extraordinaria alegría. Todo es bullicio, animación, movimiento, deseo de ver y de sentir. [Irurac-Bat.)



LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA (1865)
GACETA DE MADRID (nº.244)

2.09

Zaráuz 2 de Setiembre de 1865.— «A las ocho de la noche han regresado hoy S S . MM. y AA á esta población, siendo aclamados á su entrada con el mayor entusiasmo. Lo mismo lo han sido en los pueblos del tránsito. Toda la familia Real continúa sin novedad en su importante salud.» (GACETA DE MADRID.03.09 (nº.246)

B i l b a o 2 de Setiembre.—Vamos á ampliar la noticia que ayer dimos á última hora sobre la grandiosa é inexplicable ovación q u e recibió S. M. la R ein a en San Agustín, y sobre la admirable escena que tuvo lugar en aquel sitio, ilustre teatro del heroísmo bilbaíno, y recuerdo perenne de una de las más esforzadas acciones que han llevado á cabo jamás las armas de UU pueblo lib re , digno y valiente, feran las Seis y media déla tarde próximamente cuando acordó S. M.ir ó visitar el digno monumento elevado sobre las ruinas del que fué convento de Bañ Agustín, sitio de la refriega más sangrienta durante el asedio de Bilbao de 1830. Instantáneamente cundió la voz por el pueblo de este acuerdo de su Soberana; y apénas había puesto los pies fuera de Palacio cuando millares de voces la aclamaron con el mayor entusiasmo. Montó en su coche después de dar trés vivas el Alcalde de la villa que con el Ayuntamiento le precedía , vivas que fueron repetidos calorosamente por la multitud; y siguiendo inla carrera de las calles de Ascao, Esperanza y Sendeja, terrumpidá S. M. diferentes veces por las aclamaciones del pueblo, llegó el cortejo al frente del sencillo m o n u - mento.^Por todas partes se hallaba coronada de gentes la montañuela de San Agustín. La pequeña planicie allí abierta estaba colmada de bote en bote: apenas la Real familia penetró á duras penas cerca del monumento, adelantóse el Alcalde y dirigió á S. M. lleno del más grande entusiasmo estas elocuentes palabras: «S e ñ o r a : En este sitio perecieron muchos Valientes lujos de esta villa en defensa del Trono de V. M. Los vi p e ­ lear heroicamente, y los vi caer. Este recuerdo, Señora, me conmueve hondamente. Y. M. lo conoce; pero sin que me falten sobradas fuerzas para aseguraros que Bilbao tiene muchos hijos valientes que sostendrán en todas ocasiones con fuerte brazo el Tronó de S. M., repitiendo como siempre: ¡Viva la R e in a ! ¡Viva el R e y ! ¡Viva el Príncipe de Asturias! ¡Viva la Infanta Doña Isabel! ¡Viva la Real familia!» Tres gritos atronadores resonaron por el espacio, é inmediatamente después se presentó al frente de S. M. el Regidor del Ayuntamiento D. Juan E. Definas, quien le dirigjó la siguiente improvisación: « S e ñ o r a : E n nombre del Ayuntamiento de Bilbao y de todo su pueblo que veis tendido sobre este sitio regado con sanare generosa, os doy las gracias más expresivas porque osjaabei® dignado presentaros en él. Si hubo un ÚV’mpo, Señora, en que siendo niña V. M. halló en los muros de esta invicta villa el baluarte más firme de su Corona, hoy, siendo madre, y madre generosa, le hallareis más firme y más potente; Tras estos pequeños valles que por aquí se esconden, y del lado en que el sol se oculta , se eleva un país de altísimas montañasjamás dominado por el extranjpro. Ese país es Vizcaya, la patria de los leales , donde solo se respira amor y veneración, y se tributa ardiente culto á sus Señores. También ese país, Señora, si vuestro Trono se hallase amenazado, respondería como un solo hombre al gnto santo de ¡Viva la R e i n a ! ¡Viva el R e y ! ¡Viva el Príncipe de Astúrias!» En aquel momento el vocerío y los gritos de Viva la R e in a , viva el R e y , vivan los defensores de San Agustín, vivan los nombres de los mártires,—que allí perecieron,— unidos á otros no ménos entusiastas, rompíari el espacio de la manera más frenética, S. M. con las lágrimas en los ojos se dirigía al Sr. Alcalde, al Sr. Delmas, al Ayuntamiento todo, dándoles las gracias con las expresiones más tiernas: la multitud se agolpaba á su alrededor, se hallaba al lado de la familia Real, de los Ministros y altos servidores de Palacio que la acom pañaban; y enmedio del más hermoso tumulto, porque hermoso podemos llamar á una escena en que el pueblo y los Reyes estaban completamente confundidos, subieron estos á duras penas al coche llenos de contento y de alegría, Tornó la comitiva victoreada sin interrupción alguna por la calle de la Sendeja, el paseo céntrico del Arenal, para penetrar en la calle del Correo y seguir por la de la Sombrerería al frente de Palacio, y atravesar la calle de la Cruz para penetrar en la Santa Casa de Misericordia. Apeóse S. M., y la esperaban en el dintel de la puerta del edificio toda la Junta de esta Santa Casa con blandones encendidos en las manos. El Secretario de ella Don Luis Ansótegui dirigió á S. M. la sentida alocución siguiente ; _«La Junta de esta Santa y Real Casa de Misericordia, S e ñ o r a , tiene en este dia la mayor satisfacción en demostrarla su agradecimiento por el singular favor que dispensa á los pobres á su cuidado, y doblemente al recordar que hace unos años nos distinguió también d e igual manera su augusta familia. La Hermandad de este Asilo, principalmente desde D. Carlos lll hasta Doña Isabel II la bondadosa , ha recibido mercedes y distinciones tales, que hará poco por mucho que se esfuerce en manifestarla su a dh esió n . Bien sabe nuestra R eina , la que ha sabido merecer el tierno título de Madre de los pobres, que Vizcaya, los bilbaínos la queremos de corazón; y es seguro que si me faltan palabras para patentizarlo, no es otra la causa que la conmoción que produce la dicha de ver tan de cerca á la que, representando en la más augusta esfera la autoridad pública, se ocupa diariamente en buscar medios de ejercer con mano pródiga la caridad. ¡Viva nuestra R ein a y Señora Doña Isabel II! ¡Viva el R e y su augusto esposo! ¡Viva la Real familia toda!» SS. MM. dieron las gracias al Sr. Ansótegui por los sentimientos que acababa de manifestar , y en seguida penetraron en los cláustros, visitando minuciosamente y con vivo interés todos los departamentos del piadoso establecimiento. S. M. la R eina hizo muchas preguntas so bre los medios de subsistencia, régimen y administración del establecimiento, y ponderó con calorosas frases la a rdiente caridad bilbaína. SS. MM. estuvieion muy cariñosos con los pobres acogidos, y varias veces Doña Isabel II dirigió afectuosas palabras á los niños. Bajaron los R ey es después de haber recorrido todo el edificio: y ya cerca d d jardín, que está á la salida, se acercó el Regidor Sr. Delmas y dirigió á la R eina las siguientes palabras: « S e ñ o r a : Antes de que abandone V. M. este Asilo de la mendicidad, creo ocasión oportuna atreverme á presertar á V. M. á uno de los más esforzados y valientes defensores de la villa de Bilbao. Es este el Sr. D. Luciano de Celaya , dignísimo y antiguo Administrador de este establecimiento, quien puso fuego al convento de San Agustín y salvó á Bilbao de su ruina.» Sorprendido el Sr. Celaya , que se hallaba en la comitiva , manifestó sencillamente á S. M. que él solamente había cumplido con su deber en aquel momento de peligro. La R eina le dió las gracias, y añadió esta sentida pero elegante frase : «Defendiste con lealtad mi Trono, y te ocupas del bienestar de los pobres.» Diferentes señores manifestaron los buenos servicios del Sr. Celaya como Administrador del establecimiento, y salió la comitiva de la Santa Casa. Volvieron los vivas; volvió el entusiasmo, y siguió la comitiva por la calle del Matadero y ca lie del Correo á penetrar en el Arenal. El entusiasmo era creciente cuando SS. MM., después de ver la magnífica iluminación de este paseo, intentaron penetrar por la calle de la Reina. Era de todo punto im ­ posible llegar á la plaza Nueva, a donde S. M. se trasladaba para ver la iluminación: apeóse; llamó al Alcalde que iba á su lado y le colocó al del Príncipe de Asturias, y en esta forma atravesaron el parterre de la plaza enmedio de la mayor ovación que hemos presenciado: después de detenerse al frente de la fuente, y de atravesar con gran dificultad la calle de la Princesa y la plaza del Instituto, subió S. M. á Palacio. Los vivas allí se sucedían unos á otros: las señoras agitaban sus pañuelos, prorumpian en los más ardientes Víctores; y conmovida la R eina de tanto entusiasmo , se detuvo un rato en el vestíbulo de su Palacio: allí, y llena de la mayor emoción , volvió á dar gracias al Ayuntamiento y á cuantas personas la cercaban, y penetró en sus habitaciones. Pocos instantes después honraba al Sr. D. Luciano de Celaya con la encomienda de Garlos III, justa gracia concedida al valor y á la hon ­ radez. Nosotros también admiramos una parte de aquel cuadro consolador, y podemos decir que pocas veces hemos presenciado uno tan lleno de entusiasmo, difícil de borrar de la memoria de nuestros augustos huéspedes. 

Ayer á las doce y medía del medió diá salió la Real familia en coche , tcniárido por Achuri y Bolueta al san ­ tuario de Begoña, tan venerado en todo el país vasco.En su marcha, á la salida ’ld Vllla> precedían á la Regia COmitiva la música de la Armonía y todo el Ayuntamiento á pié. Acompañaban á S. M. ert diferentes coches la Diputación de Vizcaya, la de Guipúzcoa, los cronistas, la comisión de festejos, Generales, Ayudantes de Campo, Gentiles-hombres y altos dignatarios de Palacio. La carrera fué la Cruz, calle de la Ronda, plazuela de los S antos Juanes y jurisdicción de la anteiglesia de Begoña. El Sr. Duque de Tetuán y el Ministro de Gracia y Jtisticia D. Fernando Calderón Collantes se habían anticipado, esperando á S. M. en el alto de Begoña, que conserva tan indelebles recuerdos de la guerra civil, y desde el cual se divisa un soberbio panorama. El General O’Donnell se enteró minuciosamente de los sitios ilustrados por las recias acciones de la guerra de sucesión, y particularmente de la casa en que fué herido el célebre y audáz caudillo D. Tomás de Zumalacarregui. El Ayuntamiento de la villa invicta acompañó á las Reales Personas hasta el límite de la jurisdicción. La iglesia de Begoña ofrecía en su interior un aspecto imponente, grandioso, deslumbrador. SS. MM. oyeron una misa rezada dicha por el limo. Sr. Obispo de la diócesis. Visitaron á su bajada, que se efectuó por la misma carrera, los conventos de Santa Mónica y de la Encarnación y el Santo Hospital civil. Al pié del magnífico vestíbulo de aquel suntuoso edificio esperaban á las Reales Personas los individuos de la Junta de Caridad. D. Miguel de Aldecoa, Secretarlo de aquella Junta, dirigió á S. M. estas sentidas palabras: üS e ñ o r a : L os individuos de la Junta de Caridad, que consagran sus desvelos al cuidado de los desva idos, encuentran hoy su mejor recompensa ai recibir en este sitio á SS. MM. y AA.» SS. MM. visitaron las salas de enfermería y las demás dependencias de este piadoso establecimiento. Momentos antes de llegar allí las Reales Personas acababan de am ­ putar úna pierna á úna pobre niña. La madre dé esta infeliz criatura se hallaba colocada á la cabeccia de la eaiiid. La R e in a , profundamente conmovida al contemplar el dolor de aquella madre, llamó en el momento al Conde de Balazote, encargándole que se informara de las señas de la habitación en que vivia aqueila afligida mujer. Pasaren luego á lás Casas Consistoriales, donde tuvieron lugar dos episodios tiernísimoo y de una elocuencia que no podemos encarecer. Ocupábase S. M. en examinar la histórica barra que el valiente Oficial de Ingenieros de la Milicia Nacional D. José Antonio de Eiizagarate arrancó de manos de los carlistas bajo el suelo de la villa de Bilbao , en medio de las tinieblas, dirigiendo una contfa-m ina; y recordaba conmovida aquel episodio prodigiosamente heroico, que dió lugar á uno de los movimientos oratorios más b e ­ llos del Demóstenes español, cuando el celoso Alcalde hubo de indicar á la bondadosa Soberana que seria fácil la pronta presentación de aquel valiente que ha de jado una página ilustre en la historia de Bilbao. S. M. la R eina recibió con su afectuosidad acostumbrada al Sr. Elizagarate, y le condecoró con la cruz de Cárlos III. Merecida recompensa al valor y al patriotismo y espléndido complemento de la gracia otorgada, después de 29 años, á dos de los más renombrados defensores de Bilbao. A petición del mismo Sr. A lcalde, dió la R eina una nueva y señalada prueba de la bondad de su corazón, indultando de la pena de prisión que sufre al joven Francisco Azaróla, hijo del gastador de la Milicia que ayudó en su empresa al Sr. Eiizagarate, y que , por una ligereza propia de la juventud, se vió mezclado en un proceso militar. Esta gracia, otorgada con tanta oportunidad como delicadeza, ha caucado un efecto indecible. Las lágrimas de agradecimiento de una familia, á cuyo seno torna un hijo desgraciado, serán la auréola de esta h e r ­ mosa acción. SS. MM. regresaron á Palacio, visitando á^su paso por la calle de la Ronda el convento de enseñanza de las Hermanas de la C ru z, en el que se detuvieron largo rato. Hemos sabido después de hecha la ndacion de ayer, que el Gobernador de la provincia y los Diputados forales solo salieron al encuentro de SS. MM. al límite de la mism a, en Orduña. Al recibo de los augustos viajeros en Miranda acudieron el Presidente del Consejo de Administración del ferro-carril con una comisión del mismo, y el Director gerente de la Compañía D. Cipriano Segundo Montesino. La gracia concedida por S. M. la R e i n a al valiente Don Luciano de Celaya, antiguo Teniente de la Milicia Nacional de Bilbao, ha producido general júbilo en la población , porque esa noble condecoración otorgada á uno de los bravos defensores del Trono y de las instituciones liberales, honra y decora el pecho de todos los nacionales de Bilbao. Y á propósito, hemos sabido lo qus no nos sorprende, que el celosísimo Secretario de la Casa de Misericordia de esta villa, D. Luis de Ansótegui, que con tanto entusiasmo y fe arengó á SS. MM. anteanoche, había concebido uno de los primeros el pensamiento de presentar á la R eina al Sr. Celaya , y que habia dado en este sen ­ tido, sin que supiese lo más mínimo el modesto y honrado Administrador, diferentes pasos. Pero la oportunidad se le presentó al Sr. Delmas, y tuvo el mérito de la inspiración. Por lo demás, el recuerdo de este acto de la bondad soberana será uno de los episodios más bellos é interesantes del viaje de SS. MM. á Bilbao. Aver fué presentada á S. M. en el alto de Beg >ña, por el Sr. Gobernador militar de la provincia, Brigadier Lesea, una esforzada mujer bilbaína, viuda y pobre, llamada Yictoriana Elorriaga, la cual durante el asedio que sufrió esta villa el año 1836, bajo un espantoso fuego del enemigo, llevó municiones á los defensores de la batería de la Muerte. La R eina encargó al General O’Donnell que tomara nota del nombre y circunstancias de la citada m u ­ jer, á fin de proponerla para la oportuna recompensa, (Irurac~bat.)


LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA (1865)
GACETA DE MADRID (nº.245)


3.09

BILBAO 3 de Setiembre. *— Con natural desconfianza nos ponemos á relatar un suceso ocurrido ayer m añana, porque tenemos la seguridad de no reproducirlo con los vivos colores de la verdad. Queremos referirnos á la brillante y entusiasta despedida que un pueblo alborozado é inmenso hizo á las Reales Personas que han hon rado con su presencia durante tres dias la buena tilia deí Conde de Harch El entusiasmo había ido creciendo, desarrollándose de una m anera pasmosa dia pop dia. Sobre 200 á 300 antiguos Nacionales, casi todos los superviventes de aquella legión heroica, se reunieron al pié de las^Casas Consistoriales desde las prim eras horas de la mañana á aguardar al Sr. Alcalde y la entrega de una délas gloriosas banderas qüe durante los asedios de 1835 y 1836 les Cobijaron en los más rudos combates. Entregada en manos de estos veteranos del ejército ciu ­ dadano la noble enseña que viósu heroísmo y su victoria, un antiguo sargento de granaderos, el Sr. D. Manuel de Jane, herm ano de nuestro dignísimo Alcalde y p .d re de provincia del Señorío, la em puñó con vigorosa mano. Abriéndose en dos filas, y llevando en medio al im provisado y respetable abanderado, estos viejos representantes de una generación que tan dignam ente ha cumplido su misión histórica, escoltaron el coche de la Real familia hasta el límite déla jurisdicción. El Sr. Jane (D. Manuel), al acercarse la Regia comitiva, avanzó hasta el coche que conducía á SS. MM. y AA., y mostrando á la R e in a Doña Is a ­ b e l II aquel emblema sagrado de valor y de patriotismo, precioso regalo de la R e i n a G obernadora, la recordó en breves y enternecidas frases las glorias que simbolizaba. La m archa de SS. MM. y A A. se verificó en medio de estruendosos Víctores que partían de una m ultitud apiñada en la anchurosa plaza de los Santos Juanes y en todo el barrio de Achuri. Los R e t e s parecían muy conmovidos de estas ovaciones incesantes, cada vez más espontáneas, enérgicas y nutridas. Después de la partida de la Régia comitiva, á quien no acompañaba ninguna escolta m ilitar, los antiguos Milicianos, precediendo al Excmo. Ayuntam iento que, presidido por el Sr. Gobernador, marchaba en cuerpo, regresaron á la plaza de la Constitución seguidos de una im ­ ponderable muchedum bre. En este sitio tuvo lugar una de esas adm irables escenas, de las cuales no puede darse siquiera aproxim ada idea, porque las sensaciones que producen son tan ín timas, tan hondas, que afluyen difícilmente á los lábios , y la pkima, agitada por mano convulsa , no puede fijarlas en el papel. Todo el pueblo de Bilbao ocupaba la larga pb za del Mercado: era un espectáculo soberbio. Las ondulac ones de aquel océano de cabezas hum anas producían un efecto vertiginoso. La mente se confundía en aquel bullicio increíble que em bargaba las facultades del alma. Era como la resurrección de los grandes dias de Bilbao peleando, lleno de ardorosa fe. En aquel momento el Sr. Alcalde, en cuyo elogio se agotarían todas las frases laudatorias, asomóse al balcón de la casa de la Villa, y abrazando la misma bandera que habían paseado los antiguos Nacionales, dirigió al pueblo una arenga im provi. sada recordándoles los heroicos servicios que habia prestado en todos tiempos la vilia de Bilbao á la patria y al Trono, encareciendo la fe de su patriotismo y declarando que el pasado sería la regla del p o rv e n ir, y que en cu alesquiera circunstancias la villa estaría dispuesta á repetir los sacrificios que hizo por los mismos objetos que defendió durante la guerra civil. Tuvo el Sr. Jane en su arenga los momentos más felices y los accidentes oratorios de más prodigioso efecto. Fué un instante sublim e aquel en que el Alcalde, con la voz entrecortada por las lágrimas, exclamó: «Un momento de silencio, pueblo de B ilbao; recojámonos en nuestra conciencia y depositemos una oración y una lágrima sobre la tum ba de nuestros valientes cam aradas que cayeron defendiendo la libertad constitucional.» Y el Sr. Alcalde, cogiendo con el brazo derecho la b an d era, inclinó la cabeza sobreseí pecho con un gesto oratorio admirable. La actitud efé la m ultitud, después de este rasgo enternecedor, ¿cómo intentarem os nosotros pintarla? Es am enguar el sentim iento el tratar de expresarlo con la palabra. Hé aquí el discurso que pronunció el Sr. Alcalde en el acto de despedir á SS. MM.: «Señora: Bilbao conservará memoria im perecederá del honor que le habéis dispensado con vuestra visita. Que el sentimiento que hoy produce á los bilbaínos la despedida de la Real familia se atenúe con la grata esperanza de que V. M. no olvidará al pueblo siem pre leal y entusiasta de su R e i n a .» La actitud del Sr. Gobernador de la provincia, victoreando cori lágrimas en los oios desde el balóon dé la ud* sa Consistorial á la villa de Bilbao y á sus valientes an tiguos N acionales, ha causado general entusfésnió, tJpó de los ancianos representantes de la antigua Milicia, el re spetable Sr. D. Canuto de Bilbao, tomando espontáneam ente, y por una feliz inspiración la representación del pue- , V?e acer^ó á la habitación del Sr. Fernandez, y con palabras tari conmovidas corüol ésiusiastas le ofreció el mas expresivo voto de gracias por sus levantados sen timientos. El Sr. Fernandez confirmó en esta ocasíon una vez mas cuanto quiere y adm ira á este pueblo, cuyo adoptivo hijo es por corazón. Durante la perm anencia en fcilbao de la Real familia se lia dado orden por el Ayuntam iento de conducir por diferente cam ino los dadáveresal cem enterio de M dlona con el fin de evitar aquel de^agradable espectáculo á nuestros augustos huéspedes. Felizmente esta d eterm inación ha sido innecesaria porque en ios dias que SS. MM. han perm anecido en Bilbao no ha ocurrido en nuestra villa ni una sola defunción. S. M. la R r ín a entregó al Gobernador Sr. Fernandez dos botones gemelos de oro con profusión de brillantes y esmeraldas para que en su Real nom bre hiciera entrega de ellos, como lo ha verificado, á D. Alfonso Guiard, fotógrafo de esta villa, en prueba del gusto con que habia aceptado S. M. el álbum con los retratos de todos los señores de Vizcaya que fué regalado por el Sr. Guiard. {Irurac-Bat.}

LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA (1865)

4.09



LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA (1865)
GACETA DE MADRID (nº.247)

PRESIDENCIA DEL CONSEJO DE MINISTROS. 

SS. MM. y AA. RR. continúan en Zaráuz sin novedad en su importante salud.


5.09

Con fecha 5 escriben de Zaráuz á uno de nuestros colegas lo siguiente : «Con el mar tranquilo , y el cielo apénas velado por una ligera neblina que templaba los ardores del sol, han hecho esta tarde SS. MM. el proyectado viaje á Molrico donde debía tener lugar la inauguración del monumento que en dicha villa ha de alzarse á la memoria de Churruca. A las cuatro y minutos de la tarde llegaba S. M. á Guetaria , y recibida á la entrada del pueblo por los in ­ dividuos del Ayuntamiento, el Gobernador de la provincia, la Diputación foral y el ilustre guetariano Sr. Barroeta y Aldamar, atravesó á pié toda la población, y llegó al puente precedida del Ayuntamiento que conducía el estandarte de la villa , y de la banda de Zaráuz , que tocaba durante la marcha escogidas piezas de música. Embarcada S. M. en la Real falúa, á cuyo timón iba el Comandante de Marina de la provincia Sr. Herrera Muliozabal, se dirigió la R e in a á las fragatas Almansa y Gerona, las cuales visitó, recorriendo así las cámaras del Comandante, como las de Oficiales y Guardias Marinas, y el lugar destinado á las maniobras. La fuerza de infantería de marina formaba en línea sobre las cubiertas de los buques, mientras la música tocaba la marcha Real, y los marineros subidos en las vergas daban al aire repetidos vivas á la voz del Oficial de guardia. Apénas puso el pié S. M. á bordo, y en uso del privilegio que tiene este distinguido cuerpo, formaron el zaguanete de respeto los Guardias marinas con un Teniente de navio al frente, y acompañaron á los augustos señores el Capitán general del departamento y los Comandantes y Oficialidad de las fragatas. En la cámara de los Comandantes se hallaban preparadas mesas con variedad de dulces y helados. SS. MM., sumamente complacidas del brillante estado en que se encuentran ambas fragatas , hermosos buques que honran la marina de guerra española, volvieron á la falúa Real, y poco después entraban en el vapor que había de conducirlas á Motrico. Era cási de noche cuando el vapor llegaba delante de Motrico; y aunque no lo hubiese anunciado el Comandante, bien se dejaba conocer la proximidad de aquella leal villa de honrados pescadores, pues en un momento hallóse el vapor Real rodeado de infinidad de botes, lanchas y tricaduras, adornadas con banderas, y que tripuladas por marineros vestidos los unos de blanco , los otros de azul y los otros de encarnado, presentaban sobre la superficie del tranquilo fondeadero un brillante cuadro. Al llegar cerca de SS. MM. las tripulaciones todas se pusieron en pié con los remos en alto miéntras por todas partes se escuchaban Víctores y aclamaciones tan entusiastas y continuados, que apenas dejaban oir las notas de la música de marina que iba á bordo del vapor, ni las de la banda de la villa, que repetía en los muelles la marcha real. S. M. se embarcó en una elegante falúa, tripulada por marineros del pueblo, y mandada por el Teniente de navio Sr. Churruca, sobrino del célebre marino que alcanzó renombre imperecedero en el terrible combate de Trafalgar; y escoltada por todas las embarcaciones que habían salido á recibirla, llegó á la escala del muelle. En la explanada de este esperaban á SS. MM. el Ayuntamiento y un pueblo numeroso, no solo de la villa, sino de los caseríos cercanos y de los pescadores de ündarrua, que agradecidos á la Real generosidad que en años anteriores había sido para ellos la mano protectora de la Providencia, acudían todos á victorear á su R e in a y Señora, agitando en las manos multitud de banderas y conduciendo luces para alumbrar las calles de difícil aunque pintoresca pendiente, que hay necesidad de subir para llegar á la playa. S. M., después de descansar algunos momentos en un mirador desde el que se domina al pueblo y el mar, con tinuó ¿ pié hasta la plaza apoyada en el brazo de su augusto Esposo, y entró en la iglesia, donde fué recibida conforme al ritu a l, cantándose en seguida un solemne Te-Deum. Momentos después salió del tem plo, moderno, pero magnífico edificio. Delante de aquel monumento cristiano que en su piedad inauguró D. Cosme C hurruca, habia de alzarse 62 años después el monumento que eternizara su memoria, poniendo la primera piedra de sus cimientos la augusta sucesora de aquel Rey, en cuyo nombre y en el de su patria pereció luchando como bueno. Para la solemne ceremonia sobre el sitio en que el monumento debe levantarse habíase construido un precioso templete de cuatro arcos , de cuyas claves pendían pequeñas em barcaciones, adornándose sus frentes con trofeos de anclas y hachas de abordaje, sobre las que campeaban inscripciones alusivas al ilustre marino español. Leíase en una su nombre, en otra el de San Juan Nepomuceno, que mandaba en el glorioso aunque desgraciado combate; en otras lítalos de sus obras científicas, y por último, en una de ellas esta sencilla, pero elocuente inscripción que recordaba sus constantes trabajos científicos, el amor á sus hermanos que siempre le distinguió, y su heroica m uerte: «Yivió para la humanidad. Murió por la patria.» Del centro del templete pendía una corona Real, y lo dominaba una gran esfera armillar en recuerdo de los grandes conocimientos astronómicos que alcanzó el ilustrado marino. Colocada S. M. bajo el templete, el modesto pero inteligente Arquitecto Sr. Mendivil, autor del proyecto y traza del monumento, colocó en una caja de madera perfectamente labrada monedas de o ro , plata y cobre del presente año, y encerrada la caja dentro de otra de plomo, las puso en el hueco que para contenerlas estaba preparado. En seguida SS. MM. y A. arrojaron por su misma mano varias paladas de mezcla alrededor de la caja, y la piedra arrastrada por cuerdas de seda, la cubrió en seguida. El pueblo en tanto presentaba un aspecto de animación y entusiasmo por su R e in a difícil de describir. A pesar de que la noche habia cerrado completamente, era tal el número de luces que habia en todas las ventanas y balcones, y que conducían por las calles los entusiastas hijos de Motrico, que ahuyentadas completamente las sombras parecía que un nuevo dia derramaba sus resplandores sobre la alegre villa. Aclamada sin cesar llegó la Augusta familia al muelle y en breve el vapor hendía rápidamente las ondas de vuelta á Guetaria. Al llegar el vapor cerca de Guetaria, se presentó á nuestros ojos un espectáculo sorprendente. Los buques de la escuadra surtos en aquella estancia aparecieron de pronto iluminados con luces de bengala que dibujaban sus baterías y aparejos con fantástico resplandor. Las lanchas de los mismos rodeaban el vapor con la misma iluminación, y en el fondo distinguíanse las mil luces con que la histórica villa de Sebastian de Elcano habia cubierto sus muelles y sus edificios. S. M. llegó al embarcadero, recorrió también á pié las calles de la villa , y subió á los puntos de ella en el carruaje que la esperaba, en medio de aclamaciones entusiastas, entrando á las diez de la noche en el nalacio de Zaráuz.»

BILBAO 5 de Setiembre.—Se ha publicado un Boletín oficial extraordinario, por el que el digno Gobernador de la provincia, Sr. Fernandez, da las gracias á los habitantes todos de la provincia en nombre de S. M. la R e i n a por la brillante y entusiasta acogida que se le ha hecho en los pueblos que ha visitado. Dice así este documento oficial : Boletín oficial extraordinario. Al abandonar SS. MM. esta invicta y heróica v illa, se han dignado encargarm e, profundamente conmovidas, que manifieste á su vecindario y al de los demás pueblos que han sido visitados por la Real familia, su sincera gratitud por las constantes y espontáneas muestras de entusiasta amor y lealtad que de ellos han recibido, y que jam ás se borrarán de su memoria , haéieñdo extensivas las expresiones de su Real afecto á todos los de la p ro ­ vincia. Fiel intérprete yo de los generosos y magnánimos sentimientos de SS. MM., tengo la grata satisfacción de trasmitirlos á los leales habitantes de esta capital y de la provincia, en cumplimiento del honroso encargo que SS. MM. han tenido la dignación de confiarm e.=B l G obernador, Antonio María Fernandez. Z o r n o z a 2 de Setiembre.— No hay memoria de que la anteiglesia de Amorevieta haya presenciado un espectáculo igual al de la mañana de este dia. A la noticia, si bien incierta, de que S. M. la R e i n a Doña I s a b e l II volvia de regreso de esa villa á Zaráuz por esta jurisdicción, se disponía toda la población compacta á saludar á su R e l n a y Señora. En la incertidum bre del dia en que podría tener efecto tan suspirado m om ento, llegó en la tarde de ayer el aviso oficial de que á las seis de la mañana saldría de la invicta villa, de que conserva tan dulces y gratos re ­ cuerdos. El digno Sr. Alcalde, D Garlos de Belausteguigoitia, abandonando las ocupaciones privadas y públicas que hasta entonces ocupaban su atención , dió principio á la adopción de las medidas para que con más dignidad pudiera hacerse la recepción de S. M., más idolatrada hoy que nunca. Entre otros festejos análogos á los escasos re ­ cursos que ofrece una aldea, proyectó y formó un arco de triunfo en el límite de la población con los verdes arbustos de estas montañas. Todo el pueblo se veia ya reu n id o , abandonando sus faenas ordinarias, ántes de las siete de la mañana , y á las nueve y cuarto quedaron cumplidos sus ardientes votos de aclam ar á su Soberana. A esta hora llegó la Real comitiva, y el A lcalde, aproximándose respetuoso al coche de S. M ., pronunció con energía y con voz firme y acentuada la siguiente aren g a: «Señora : El Alcalde del Ayuntamiento de la anteiglesia de A m orevieta, una de las que se compone vuestro fidelísimo Señorío da,V izcaya, tiene la dicha de felicitar hoy á V. M. á su paso por este rincón de las montañas vascongadas, asociándose cordialmente al sentim iento ocasionado por una desgracia reciente. »Dígnese V. M. aceptar con su acostumbrada benevolencia el testimonio de sumisión y fidelidad de todos estos naturales que aman con delirio á su R e l n a y Señora. [Viva la R e i n a Doña I s a b e l II! ¡ Viva S. M. el R e y ! ¡Viva el vástagoReal, el Príncipe Don Alfonso! ¡Viva la Infanta María Isab el!» Concluida esta alocución, repitió el Sr. Alcaide los V íc ­ tores con voz conmovida, pero sonora y elevada, y el público respondió con un entusiasmo que rayaba en frenesí: es imposible describir la animación que hoy ha presentado esta población al ser honrada con la presencia de su R e i n a . D u r a n g o 2 de Setiembre.—'Tomo la plum a conmovido aun por un grato suceso de esos que tan raros son en un pueblo cuya vida laboriosa y tranquila solo de tarde en tarde alteran hechos ruidosos. SS. MM. y AA. han llegado á ésta villa, después de pasadas las diez de la mañana , y fueron recibidhs—bajo un hermoso arco de triunfo cási por encanto erigido— por el ilustre A yuntam iento, el Sr. Diputado á Cortes del distrito D. Juan de Ibargoitia, y demás Autoridades civiles , militares y eclesiásticas, con el limo. Sr. Obispo de la diócesis. Un gentío inm enso, en que figuraban amable y bulliciosamente confundidas todas las clases, saludó y victoreó con efusión y entusiasmo á las Reales personas. El Sr. Ibargoitia dirigió á los augustos huéspedes una sentida y elegante arenga, oída la c u a l, y seguidos del pueblo e n te ro , se dirigieron los R e y e s á la iglesia de Sania María donde se cantó un solemne Te-Deum. Cumplido este piado-o deber, SS. MM. y AA. pasaron á la magnífica casa del padre de provincia Sr. A rguinzoniz, en donde se les tenia preparado un ligero almuerzo, del que tomaron algunas frioleras; en seguida se volvieron por el mismo camino á tom ar los carruajes. SS. MM. y AA. fueron despedidos con el mismo entusiasmo y alborozo; llamando la atención una lucida comparsa de jóvenes de ámbos sexos, sencilla y elegantemente vestidos , y la música de la villa , cuyos individuos también se hallaban uniformados con los trajes del país. Una inmensa concurrencia aclamó con energía en el momento de su marcha á la Real familia, en medio del estruendo de chupines y de millares de cohetes que hendían el espacio. La notable fábrica de armas por el sistema Riera que existe en esta villa regaló á SS. MM. una preciosa carabina pequeña de guerra con su bayoneta , lindo presente dedicado al Príncipe de Astúrias , hoy sargento del e jé rcito español. La misma fábrica ha sido visitada por varios personajes de la Régia comitiva . entre ellos el Duque de Tetuán , el de Ahumada, el Ministro de Gracia y Justicia se ñor Calderón Coliantes y el General Iriarte, Capitán general de las Provincias Vascongadas, y después de reconocerla m inuciosamente, quedaron m uy satisfechos de su estado y de la perfección del sistema. Lo que hace honor á este país»,clásico de la hidalguía y de la lealtad es que no se ha visto, para custodia de SS. MM., tropa alguna, á excepción de algunos carabineros de estancia en esta villa y una pareja de la Guardia civil. Es un hecho elocuente del cual nos congratulam os, por el buen concepto del país. Concluyo mi desaliñada carta asegurando que D urango recordará este dia entre los mejores de su historia, y que el entusiasmo que ha producido la presencia de la Soberana ha sido tan sincero como vivo. Abro esta carta, para añadir una interesante noticia qtie patentiza los caritativos sentimientos de Doña I s a b e l II. Acaban de llegar los Sres. Diputados generales de éste Señorío, después de haber comido en Eibar con SS. MM., quienes les han manifestado que regalaban al Santo Hospital de esta villa 4.000 rs. y otros 6.000 para los pobres de la m ism a, quedando el cuidado de su equitativa distribución á cargo de los Sres. Alcaldes y Cura párroco. Tenemos algunas noticias sobre el brillante, y como en todas partes, entusiasta recibimiento hecho á la familia Real por la industriosa y adelantadísima villa de Eibar, prim era etapa del viaje de SS. MM. en la herm ana p ro ­ vincia de Guipúzcoa. SS. MM. y AA. que se habían detenido un largo rato en Durango llegaron á Eibar despiies del mediodía. Las Augustas personas se apearon en el palacio del Marqués de Santa Cruz, Senador del Reino, que se encuentra ántes de llegar á la villa, en cuyo punto habían erigido los léales eibarreses un elegante arco. Era este arco de verdura con una inscripción dedicada á S. M, la R e i n a , y luciendo en haces perfectamente combinados como trofeos de la industria local, muestras de las preciosas arm as que se fabrican en Eibar. En Eibar aguardaban asimismo á la régia comitiva la Diputación de Vizcaya, el A yuntam iento de la villa, y se nos ha dicho tam bién que" el Señor Marqués de Valdespina. Después de tom ar un delicado almuerzo en la noble morada del Marqués de Santa Cruz, durante el cual los Reyes estuvieron m uy complacientes y expansivos con cuantas persona^ les acompañaban, penetraron en la villa, en cuya plaza tuvieron ocasión de adm irar, gratamente sorprendidos, una rica y hermosa exposición im ­ provisada de los artefactos que produce Eibar, y que compiten por la finura, la delicadeza y el acabado cpn los mejores productos del extranjero. (Irurac Bat,)
LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA (1865)
GACETA DE MADRID (nº.248)

PRESIDENCIA DEL CONSEJO DE MINISTROS. 

SS. MM. y AA. RR. continúan en Zaráuz sin novedad en su importante salud.


6.09

AYUNTAMIENTO
ACTA nº.60


LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA (1865)
GACETA DE MADRID (nº.249)

PRESIDENCIA DEL CONSEJO DE MINISTROS. 

SS. MM. y AA. RR. continúan en Zaráuz sin novedad en su importante salud.


7.09



LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA (1865)
GACETA DE MADRID (nº.250)

PRESIDENCIA DEL CONSEJO DE MINISTROS. 

SS. MM. y AA. RR. continúan en Zaráuz sin novedad en su importante salud.


8.09

San Sebastian 8 á la una y cuarenta minutos— «SS. MM. y AA. acaban de entrar en esta población victoreados con entusiasmo por todo él vecindario, el cual ha acudido presuroso á saludar á los augustos viajeros, que continúan sin novedad en su importante salud.»


LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA (1865)
GACETA DE MADRID (nº.251)

PRESIDENCIA DEL CONSEJO DE MINISTROS. 

SS. MM. y AA. RR. continúan en Zaráuz sin novedad en su importante salud.


9.09



LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA (1865)
GACETA DE MADRID (nº.252)

MINISTERIO DE LA GOBERNACION. 

El Presidente del Consejo de Ministros al Ministro de la Gobernación:

 San Sebastian 8 á la una y cuarenta minutos— «SS. MM. y AA. acaban de entrar en esta población victoreados con entusiasmo por todo él vecindario, el cual ha acudido presuroso á saludar á los augustos viajeros, que continúan sin novedad en su importante salud.»


10.09



LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA (1865)
GACETA DE MADRID (nº.253)

MINISTERIO  DE GOBERNACIÓN .

 El Presidente del Consejo de Ministros al Ministro de la Gobernación

San Sebastian 9 á las cuatro y veintiséis minutos. «SS. MM. el Emperador, la Emperatriz y el Príncipe Imperial de Francia han llegado á esta ciudad á las tres de la tarde, habiendo sido recibidos en la estación del ferrocarril por S. M. el Rey . S. M. la Reina con toda la familia Real esperaba en el primer tramo de la escalera de Palacio. La entrevista ha sido cordial y cariñosa. Esta noche á las nueve regresarán SS. MM. Imperiales á Biarritz.»

 El Presidente del Consejo de Ministros al Ministro de la Gobernación

San Sebastian 9 á las nueve y cincuenta y cinco minutos de la noche.— «SS. MM. y AA. continúan sin novedad en su importante salud. SS. MM. Imperiales han salido á las nueve y treinta y seis minutos de esta para Biarritz.»

11.09

@ - San Sebastian 11 á la una y cuarenta y cinco minutos de la tarde.— «SS. MM. y SS. AA. el Príncipe de Asturias y la Infanta Doña Isabel salen en este momento con dirección á Biarritz.» 

@ - San Sebastian 11 á las once y cincuenta y siete minutos de la noche.— «SS. MM. y SS. AA. el Príncipe de Astúrias y la Infanta Doña Isabel acaban de llegar á esta capital de vuelta de su viaje de Biarritz, en donde han tenido una brillante y.cordial acogida.»


— Hé aquí cómo describe desde San Sebastian el corresponsal de uno de nuestros colegas la visita de nuestros Reyes á los Soberanos del vecino Imperio, verificada el dia 11 del corriente : «Acompañada de su augusto Esposo y SS. AA. el Príncipe de Asturias y la Infanta Doña Isabel , y seguida de las Damas Marquesa de Novaliches, Condesa del Real y Marquesa de San Felices; del Caballerizo mayor Conde de Balazote, de los Gentiles-hombres Grandes de España Marqués de Molías y Conde del Real , del Conde de Ezpeleta , Duque de Ahumada y General Lemery , llegaba S. M, á las dos de la tarde á la estación del ferrocarril, donde recibida por el Presidente del Consejo, Ministros de Estado y de Gracia y Justicia, Embajador de España en París Marqués de Lema , con el Secretario de la Legación Alvaro Ruiz, el Capitán g e n e r a l, G o b e rn a d o r civil y Diputación foral , ocupó el tren Real que había de conducirla á la frontera para devolver en Biarritz al Emperador de los franceses la visita de atención que dos días a tes hizo este á S. M. La Reina y su augusta hija vestían de luto con mantilla en la cabeza; el Rey de Capitán general con el Cordon de la Legión de Honor, y el Principe de Asturias de luto con igual distintivo. Saludada en los pueblos del tránsito la Real familia con vivas demostraciones de entusiasmo, llegó a Irún, donde quedaron las Autoridades españolas, y en lleu ­ da va ag u ard aba á S M. el General francés del d p a r l a ­ mento y el General Ayudante del Emperador y prim er C h a m b e lá n , q u e h ab ían a c o m p a ña do á S. M. Im p erial en su visita a la R eina de E spaña , el E m bajad o r francés con el hijo dei Duque de Montebello en calidad de Secretario, y el Prefecto de Bayona. Una compañía d e l i ­ nea hacia los h on ores de o rd e n a n z a , y la música m ilitar tocaba la marcha Real española mientra.j los R eyes e n ­ trab an en el tren Imperial. Poco d espu és de las ti es llegaban los augustos viajeros á la estación d é la N egresse, lujosam ente decorada, d o n ­ de esperaba á la Real familia el Emperador, vistiendo el uniforme de Gran Mariscal con el collar del Toison y las mismas condecoraciones que ostentaba sobre su pecho el dia de su Recada á San Sebastian. Acompañaban al Em ­ perador en e^te acto los mismos individuos de su serv id u m b re que en aquel dia. Otra com pañía del 42 re g imiento de línea, con la banda militar, formaban en el anden, y al otro lado de la estación cubrían la línea fuerzas del mismo regimiento y una escolta de los Cien Guardias. S. M. Im perial recibió con el m a y o r afecto á nuestros R eves, besando la mano de la Reina y de la In ­ fanta I s a b e l, estrechando con la m a y o r cordialidad la del Rey, y acariciando con igual afecto al Príncipe de Asturias. Napoleón y la Real familia , seguidos de sus re s p e c tivos acom pañam ientos , ocuparon seis coches de la Casa del E m p e ra d o r; a tra v e sa ro n la distancia q u e sep ara á la Negressc de Biarritz, y de esta población á la villa E u ­ genia , cu y o tránsito a d o rn a b a n mástiles con trofeos y g a lla r d e te s , en q u e se h allab an re u n id as las b a n d e ra s francesa y española. Un público inmenso do ambas nac i o n e s , en tre el que se veian ta m bién ranchos hijos de otros países , llenaba el cam in o y las calles y v en tan a s de Biarritz. Al llegar SS. MM. delante de la magnífica posesión que en aquella pintoresca villa posee el ¿r. Moilinedo, m ultitud de damas españolas arrojaron al paso de ios Reyes u n a v erd ad e ra lluvia de ñores , mUaiid > palomas y v ictoreando con g ran entusiasm o á la R vd familia. Poco después entraban los carruajes en el *-xtemo parque de la villa Eugenia, en el que ya no pudo penetr a r el público. Delante de aquel elegante y sencillo pebcioyJe recreo formaban fuerzas do la Guardia Imperial^de infantería, c u y a m ú sic a, lo mismo q u e todas las dem ás q ue ‘mn h a ­ cho en este dia los honores de ordenanza, han tocado la marcha Real española. La E m peratriz con el P rín c ip e Im perial esp era b a a S. M. en el vestíbulo seguida de su alta s e rv id u m b re , y después de repetidas manifestaciones fe recíproco afecto tuvo lu g ar en el salón principal la recepción de análoga m an era á la que se verificó en San Sebastian. Lo m ismo q u e en esta ciudad , SS. MM. Im p eriales ced ieron sus ha* Litaciones á la familia Real de España. Entre los adornos del mejor gusto que decoraban el salón p iin c ip a lv e l gabinete, cubrían las p redes m agníficos tapices de Gobelúios cuyos a.-mulos estaban to m a ­ dos de la gran novela española que inmortalizó á Cervantes. Pocos momentos después los Em peradores y Real familia v o lv iero n á o c u p a r ios carruaj s , y se d irigieron á Bayona por el camino del Refugio, quedando entre tanto eiéPaUcio entregados á juegos propios de su edad los Príncipes Imperial y de Asturias. En B a y o n a , lo m ism o q u e á la en trad a de Biarritz, a lzaban e arcos de ram aje y bien com binados adornos Bajo el de Bayona ia música de la Guardia Nacional tocó al lleg ar los au g usto s viajeros la m a r c h a española , y en la plaza de arm as se hallaban formadas las tropas de la guarnición en un cuadro de lados paralelos á los de la ¡plaza, por cuyo centro atravesó la comitiva , deteniéndose en la C atedral, edificio de notable im portancia a r ­ tística , en cuyo tem plo, recibidos con todo el suntuoso aparato del ritual SS. MM., se cantó un solemne Te Deum. Terminado regresaron por diversas calles á la plaza referida , donde se detuvieron algunos momentos los carruajes para escuchar la atenta alocución que dirigió á la R e i n a el Jefe de la fuerza, y siguió por el camino ordinario hasta la villa Eugenia , á la que llegaron á las siete ménos cuarto. La m ultitud se agrupaba lo mismo en la ciudad que en el camino , y entre algunos vivas al Em perador escuchábanse galantes aclamaciones á la R e in a . A las siete se sirvió la com ida, á que asistieron los M inistros españoles y la alta servidum bre de ambos Soberanos , guardando en la colocación de los comensales un orden análogo al que se siguió en la comida de San Sebastian. La sala-comedor hallábase espléndidam ente adornada é iluminada con preciosas arañas de estilo árabe, sirviéndose la comida en magnífica vajilla de Sevres y con ricos cubiertos de v erm eil, que fueron regalados á Napoleón I después de su cam paña de Egipto. Terminada la comida se verificó la recepción por nuestra Real familia de los españoles residentes en Biarritz; y después de asistir á una magnífica función de fuegos artificiales que se quem aron en la espaciosa playa que domina el Palacio, volvieron los Reyes, acompañados de la familia Im perial, á la estación del Negresse. El tránsito como todas las casas y posesiones de B iarritz, ofrecía un aspecto magnífico en la variedad y buen gusto de su Fuminacion , levantándose grandes flameros de bengalas en las altu ras, y alum brando además el camino y la estación soldados con luces de la misma clase y con antorchas. La despedida fué afectuosísima, volviendo SS. MM. v A A. sum am ente complacidas del digno recibim iento y delicadas atenciones de que habían sido objeto por parte de la familia Imperial. En San Sebastian esperaban á S. M. las Autoridades todas, y la población presentaba un espectáculo sorprendente en sus vistosas iluminaciones. El puente de Santa Catalina y todo el camino de la estación hasta la calle Mayor resplandecía con bengalas de colores. A las doce llegaron SS. MM. á Palacio, en cuya plaza cantaron los individuos del Orfeón el him no de que h ablé ayer á Y ds., y otros varios aires del país , en que d emostró sus grandes conocimientos musicales el director Sr. Santistéban. SS. MM. se presentaron en el balcón, siendo saludados por el pueblo que llenaba la plaza con vivas repetidos. Ayer por la tarde visitó S. M. en Lasarte una fábrica de máquinas de hierro, en cuyos talleres se fundió á vista de la augusta familia una gran plancha en que se leia ¡viva la Reina! Después visitó tam bién la fábrica de h a ­ rinas del Sr. Lasala, que adornó la entrada de su establecimiento fabril con un arco caprichoso hecho de saros de harina, ofreciendo á la Real familia un delicado re ­ fresco en el parque de la fábrica; y por últim o, honró tam bién con su presencia la fábrica de tejidos del señor B runet, que hizo alarde del buen gusto que siem pre le ha distinguido en la digna m anera con que supo recibir á los Reyes. El arco de entrada , cubierto con los niños ap ren d ices de la fábrica v.stosam ente vestidos, y agitando en las manos banderas españolas, las dedicatorias escritas en él y en la entrada de los talleres, las dependencias todas, el bu ff t adornado con una pequeña fuente en el centro de la mesa , los coros que entonaban cantares del país d irigidos por el maestro Santistéban, todo, en fin, estaba dispuesto tan acertadam ente , que le alcanzó repetidos elogios de S. M. La familia Real pasó después á Hernani; visitó su iglesia, donde se conserva el enterram iento del célebre Juez de Urbieta , y em barcándose en Astigarraga regresó por la pintoresca Via de Urumea á San Sebastian. *


LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA (1865)
GACETA DE MADRID (nº.254)

PRESIDENCIA DEL CONSEJO DE MINISTROS. 

SS. MM. y AA. continúan en San Sebastian sin novedad en su importante salud.


12.09

San Sebastian 12, á las doce y cincuenta y ocho minutos de la mañana. — « SS. MM. y AA. continúan sin novedad en su importante salud, y salen á las tres para Yitoria , donde s e detendrán dos dias, otro en Avila, continuando después directamente al Real sitio de San Ildefonso. »

El Presidente del Consejo de Ministros a Ministro de la Gobernación :
Vitoria 12 de Setiembre á las ocho y cuarenta y ocho minutos de la larde.— « SS. MM. y AA. han llegado á las siete á esta ciudad, habiendo sido victoreados con entusiasmo por la muchedumbre que llenaba las calles de la población, vistosamente iluminadas. La Real familia se ha dirigido primeramente á la Catedral y después á Palacio.» 

LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA (1865)
GACETA DE MADRID (nº.255)

MINISTERIO DE LA GOBERNACION.

 El Presidente del Consejo de Ministros al Ministro de la Gobernación: 

San Sebastian 11 á la una y cuarenta y cinco minutos de la tarde.— «SS. MM. y SS. AA. el Príncipe de Asturias y la Infanta Doña Isabel salen en este momento con dirección á Biarritz.» 

El Presidente del Consejo de Ministros al Ministro de la Gobernación: 

San Sebastian 11 á las once y cincuenta y siete minutos de la noche.— «SS. MM. y SS. AA. el Príncipe de Astúrias y la Infanta Doña Isabel acaban de llegar á esta capital de vuelta de su viaje de Biarritz, en donde han tenido una brillante y.cordial acogida.»


13.09
AYUNTAMIENTO
ACTA nº.61

Con fecha 13 dicen desde Vitoria lo siguiente: «Ayer, á las tres y media de la tarde, salieron SS. MM. y AA. de San Sebastian con dirección á Vitoria , acompañadas del Sr. Presidente del Consejo y Ministros de Estado y de Gracia y Justicia , Diputación foral de Guipúzcoa, Gobernador civil y Capitán general de las Provincias Vascongadas. Los vecinos de los pueblos del transito con sus Ayuntam ientos al frente , salieron con músicas y banderas á las estaciones para vitorear á su Soberana , y en algunos, como sucedió en Villafranca, veíanse ad o rnos de flores y ramaje con inscripciones dedicadas áS. M. En este último pueblo que fué de los que más sufrieron en la pasada guerra civil por defender la causa de la R e in a , v e ía se la siguiente inscripción: «Villafranca a rru inada en defensa de la segunda Isabel en el año 1835,tiene la dicha de ofrecer el homenaje de su gratitud , am or y fidelidad á su adorada R e in a y su augusta familia.» Al llegar á Tolosa, la antigua capital de Guipúzcoa, el A yuntam iento y un pueblo num eroso aclamaron calorosamente á la R e in a , que se detuvo algunos momentos, recibiendo á las Autoridades en el tren R eal, dando las gracias por sus repetidas demostraciones de afecto. En Alsásua esperaban á S. M. el Gobernador civil de Alava, Sr. Vivanco, y el Diputado general y p jd re de provincia D. Pedro Egaña, con los Diputados Sres. Payans y Ortiz de Záraté. El Sr. Egaña felicitó á la Augusta familia por su feliz regreso á la fiel provincia de Alava, y continuando el tren su rápida marcha llegaron los Augustos viajeros á las siete y m edia, siendo recibidos con vivas y repetidas aclamaciones. Al salir S. M. d é la estación para subir en los carruajes , un coro de niños perfectam ente dirigido, entonó un him no, cuya música era la de la Marcha Real. , . La estación y la carrera que siguió la comitiva Regia estaban ad o rn ad as, lo mismo que al pasar S. M. por esta ciudad para Guipúzcoa. SS. MM., seguidas del A y u ntam iento, se dirigieron á la iglesia Catedral, donde se cantó un solemne Te Deum, y term inado pasaron al palacio de la Diputación, destinado á servir de morada Regia durante la perm anencia de la Real familia en esta capital. , Al llegar la R ein a á la espaciosa escalinata del v estíbulo, una num erosa comparsa de n iñ o s , con estandartes y guirnaldas de flores en las m anos, formaron con ellas 

En el vestíbulo esperaban á la Reina la Diputación, Autoridades y m ultitud de personas de distinción, que fueron á ofrecer sus respetos á la egregia nieta de Isabel I, de cuya entrada en esta capital era ayer aniversario. La Diputación y Autoridades tuvieron el honor de acom pañar á la mesa á SS. MM., _Para mañana se dispone la distribución de prem ios á niños pobres y á los alum nos del Instituto y Escuela normal.»vistosas combinaciones m iéntras niñas vestidas de blanco iban arroiando flores delante de SS. MM


LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA (1865)
GACETA DE MADRID (nº.256)
MINISTERIO DE LA GOBERNACION.
 El Presidente del Consejo de Ministros al Ministro de la Gobernación: San Sebastian 11, á la una y treinta y cinco minutos de la noche.— «A las doce han regresado SS. MM. de Biarritz. Desde su entrada en el territorio francés se les han tributado todos los honores y las mayores muestras de afecto y respeto. En Hendaya esperaban los altos funcionarios del Palacio Imperial y las Autoridades del departamento. En la estación de la Negresse estaba S. M. el Emperador y el Príncipe Imperial, con destacamentos de los Cien guardias y cazadores á caballo, que han acompañado á SS. MM. y AA. RR. el Príncipe de Asturias y la Infanta Doña Isabel á la villa Eugenia, donde han descansado una hora. A las cinco se han dirigido á Bayona acompañados de los Emperadores, donde han sido saludados por las baterías de la plaza y de los fuertes, así como por los dos buques de guerra que habia en la ria. Las tropas estaban formadas, yen la catedral esperaba el Clero con el Obispo. Después de cantado el Te Dsum han regresado á Biarritz, donde ha tenido lugar la comida á que han asistido todas las personas que les acompañaban y todas las Autoridades francesas. SS. MM. la R ein a y el R e y han presidido la mesa. Después de recibir á todas las personas notables que hay en Biarritz y ver los fuegos artificiales, han salido para la estación, adonde han sido acompañados por los Emperadores, y hasta entrar en el territorio español por las Autoridades francesas y altos funcionarios del Palacio Imperial. Mañana á las tres de la tarde salen SS. MM. y AA. RR. para Vitoria.»
El Presidente del Consejo de Ministros al Ministro de la Gobernación:
San Sebastian 12, á las doce y cincuenta y ocho minutos de la mañana. — « SS. MM. y AA. continúan sin novedad en su importante salud, y salen á las tres para Yitoria , donde s e detendrán dos dias, otro en Avila, continuando después directamente al Real sitio de San Ildefonso. »
El Presidente del Consejo de Ministros a Ministro de la Gobernación :
Vitoria 12 de Setiembre á las ocho y cuarenta y ocho minutos de la larde.— « SS. MM. y AA. han llegado á las siete á esta ciudad, habiendo sido victoreados con entusiasmo por la muchedumbre que llenaba las calles de la población, vistosamente iluminadas. La Real familia se ha dirigido primeramente á la Catedral y después á Palacio.» 

14.09

El corresponsal de uno de nuestros colegas escribe desde Vitoria el 14 lo siguiente acerca de la estancia de la familia Real en aquella ciudad: «Si Vitoria, ó mejor dicho, Alava, dió grandes pruebas de entrañable amor y fidelidad á la Real familia cuando SS. MM. y A A. pasaron por aquí hace mes y medio, no las está dando menores ahora. El recibim iento que an teanoche hizo esta ciudad á los augustos viajeros fué entusiasta; pero me parece fria y pobre esta palabra para expresar la ovación de que ayer fué objeto la Real familia. Vitoria encierra hoy tan crecido núm ero de forastero s, que ya es punto menos que imposible encontrar hospedaje en ninguna de las muchas fondas , mesones y casas de huéspedes que hay en ella. Ayer se cumplía el mes del fallecimiento de S. A. el Infante D. Francisco de Paula Antonio, y con este motivo SS. MM. manifestaron deseos de que se suspendiera todo festejo, pues querían emplear solo el dia en actos que no desdijeran del triste suceso que conmemoraban. Siete son las cuadrillas ó distritos en que se divide la provincia de A lava, y entre los acuerdos encaminados á festejar la venida de la Real familia figuraba el laudabilísimo de dar un premio de 2.500 rs. á una doncella h u é rfana y virtuosa de cada una de las cuadrillas. Este acto, verdaderam ente conm ovedor, se verificó ayer tarde á las dos en una magnífica tienda ó pabellón colocado exprofeso en la plaza Vieja. Al aparecer la Real familia en el peristilo del Palacio de p rovincia, donde tiene digno hospedaje, el pueblo prorum pió en ardientes aclamaciones, y allí se detuvieron algunos mom entos SS. MM. y AA. y la comitiva para dar lugar á que un fotógrafo que habia solicitado aquella gracia reprodujese desde el tejado de una casa frontera tan animada escena. En el tránsito de SS. MM. y AA. desde Palacio á la plaza Vieja no cesaron un momento las aclamaciones del pueblo. Colocada la Real familia en el tem p lete, se leyó el acuerdo que iba á cum plim entarse, y sucesivamente fueron presentándose ante SS. MM. y AA. las jóvenes designadas para recibir los premios. El Diputado general señor Egaña iba poniendo en manos de S. A. la Infanta Doña Isabel los diplomas, y la Infanta entregándolos á las agraciadas, cuya emoción se revelaba en las lágrimas que se desprendían de los ojos de aquellas pobres y honradas jóvenes.» Uno de los establecimientos públicos más im portantes de Vitoria es el de las Escuelas norm al y elem entales. El edificio ha sido construido ad hoc el ano último. SS. MM. y A A. pasaron á visitar las Escuelas. Después de adm irar en el piso principal preciosos trabajos de aguja y plum a de los niños y niñas, subieron al hermoso salón donde debia proceder el Príncipe de Asturias á la entrega de premios á los alumnos. Este acto fué tan tierno como lucido. Un niño y una nina, el prim ero hijo del Sr. B ru t, y la segunda hija del ¿avala dirigieron á la Real familia sencillos discursos, que SS. MM. y AA. oyeron con emoción. Eu seguida el Sr. Martínez del Campo, Dignidad de Chantre de esta Santa C atedral, dirigió á la Real familia un discurso corto, pero elocuente y de m uy buenas fo rmas literarias, alusivo á aquella solemnidad Luego el Príncipe de Astúrias fué entregando á los ninos y ninas por el orden que los nom bró los prem ios, que los prem iados recibían con alegría, besando la mano la Real1famfiia0, ^ saludando con indecible gracia á toda El Sr. Ríos, que dirige el Instituto provincial, tuvo la honra de ofrecer al Principe de Astúrias un libro escrito por e l , y que S. A. aceptó con agradecimiento. En seguida se trasladaron SS. MM. al hospital civil en medio de un pueblo inmenso y entusiasmado. El hospital civil de Vitoria es uii establecimiento magnífico en todos conceptos. SS. MM. y AA. recorrieron cási todas sus salas y dependencias, en que se advierte un orden y un aseo admirables, debidos al celo de su ilustre Junta y al de los beneméritos religiosos que consumen en él sus vidas consagradas al bien de la humanidad. Son m uy pocos los enfermos que existen hoy en este hospital, y cási todos ellos ancianos. J Luego se dirigió la Real familia al convento de religiosas de Santa Brígida , situado al extremo opuesto de la ciudad, y después de orar cortos instantes en la iglesia del convento penetraron en la clausura Después de visitar SS. MM. y AA. el convento de las brigidas, pasaron al contiguo y deliciosísimo paseo jardín de la Florida. Es superior á todo encarecimiento el en tu ­ siasmo , el frenesí con que allí fué recibida la Real fam ilia por el inmenso pueblo que ocupaba aquellos dilatados y frondosos jardines. Grandes fueron las ovaciones de Tolosa, de Zumava, de Bermeo , de Bilbao, de E ib a r, de Motrico y de otros pueblos, pero la de la Florida no fué menor. En medio de las continuas y ardientes aclamaciones de 10.000 p e rsonas, SS. MM. y AA. regresaron á Palacio al anochecer, y a li continuaron las aclamaciones hasta las altas horas de la noche. Las iluminaciones fueron anoche bellísimas y á ello contribuyó la serenidad de la noche, mucho mejor crue la anterior, en que el aire no las dejó lucir bien. Hoy á las dos hay besamanos. A las tres va la Real familia a la Escuela de Agricultura, situada á media legua de la ciudad, y allí verá funcionar las excelentes máquinas de que la provincia ha dotado á aquel establecimiento dirigido por el Sr. Garagorza , uno de los jóvenes que mas honran á estas provincias. Por la noche habrá fuegos artificiales, y bailes y coros en la plaza nueva.

Insertam os á continuación la interesante carta escrita desde San Sebastian referente á una de las últim as excursiones hechas por SS. MM. en Guipúzcoa, y de la cual dimos ayer(14.09) breve noticia á nuestros lectores: «Después del besamanos, que fué bastante concurrido, y term inado este acto, pusiéronse en movimiento los Ruye s en carruaje con el Príncipe de Astúrias y la Infanta Doña Isabel para visitar las varias fábricas del pueblo de L asarte, atravesar la bellísima vega del Oria , y pasando por H ern ani, dar la vuelta em barcados á las aguas del Urum ea, que entran en el m ar en la concha de San Sebastian , después de regar el valle de su nom bre , entre Oyarzun y Astigarraga y otros pueblos, hasta el confin de Navarra, valle compuesto en su m ayor parte de poblados montes pertenecientes á los propios de San Sebastian , Urnieta y Hernani. Tan grata excursión comenzó algo después de las tres, y el carruaje de paseo de la Reina recorrió en breve el espacio que hay entre San Sebastian y Lasarte. De la Diputación iban , por enferm edad del Diputado general, los Diputados adjuntos Sres. Iriarte y Colm enares, y el de partido Sr. D. Francisco Javier Barcáiztegui. Lasarte es un pueblo nuevo que ha brotado del suelo á impulsos de la industria. Hace poco no era sino dos pequeños barrios, divididos por el arroyo M endaro, perteneciente el uno á la villa de Hernani y el otro á la de Urnieta , sin A yuntam iento y sin iglesia; pero su posición privilegiada no podia ser desatendida por nuestro siglo. Los fabricantes han levantado casas para los obreros, y el Sr. de Lasala ha dotado de iglesia á la población, que no tenia antes otra que en el barrio de Hernani un convento de monjas brígidas, fundación del General Oquendo y de su m ujer Doña Teresa San Millan. Lo prim ero que visitaron SS. MM. fué la fábrica de fundición de h ie rro , cuya entrada estaba decorada con un arco de este metal. Se sentaron en el mismo departam ento de las fraguas , que despedían un calórico radiante insorportable para mucho tiem po, y á su presencia se fundió una corona Real de h ie rro ; preguntaron por las principales obras que se habían hecho en la fábrica y re ­ corrieron algunos departam entos. Trasladáronse en seguida á la magnífica fábrica de harinas perteneciente á D. Ferm ín L asala, á la cual se ingresaba por un arco alusivo hecho de sacos de harina. El dueño y su esposa esperaban en él á su augusta Soberana. Los R ey es entraron saludando afectuosamente á los señores de Lasala; recorrieron con ellos parle del edificio y pasaron luego con toda la comitiva al lindo jardin contiguo, donde debajo de un extenso com edor de entrelazados laureles, se sirvió un delicado refresco de dulces, helados y otras bebidas, que hon raron SS. MM., perm aneciendo de visita un rato no corto. La recepción que el Sr. Lasala hizo á SS. MM. fué aristocrática y respetuosa; la que los Sres. de Brunet les preparaban en la fábrica de tejidos de algodón iba á ser variada y amena. El arco, objeto preciso, se componía de un armazón ligero de madera con repisas unas sobre o tra s , y encima de cada repisa por los cuatro costados hasta la vuelta dei arco, muchachos trabajadores de 10á 12 años vestidos de blanco con ribete negro y boina en carnad a, agitando band erolas, parecían plantas arrancadas de un templo gotico con hornacinas sobrepuestas y santos. En el ático del arco habia trofeos de banderas y en la vuelta por la parte de entrada un letrero en vascuence, que d ecía: Sea bien venida nuestra R eina querida, y en la de salida: Vaya con Dios nuestra amada R e in a. Enfrente de la casa tam ­ bién se leian cuatro versos vascongados, que venían á d e c ir: Dios guarde á Isa b e l II para consuelo y felicidad de estas provincias. Las operarías, uniformadas con delantales blancos ribeteados de negro, estaban en fila entre el arco y la puerta de la casa vitoreando á su R e in a, y m u ­ cha gente del pueblo sobre el camino repetía sus voces. Luego que SS. MM. presenciaron las distintas operaciones que se hacen con el algodón, fueron conducidas aí frondoso y bien cuidado parque que hermosea el edificio. En una casa cubierta de yedra artificialm ente, para darle más aspecto de rústica, ju n to á las aguas de un estanque y al lado de una plazoleta circundada de un espeso bosque, se sirvió un elegante alm uerzo á SS. MM. y AA, haciendo la señora de la.casa con modestia y fin ura les honores. De re p e n te , de un lado dei bosque, m iéntras los R e y e s estaban sentados á la m e sa, salió el sonido de un bien acordado coro cantando lindísimos zortcicos ; \ pero con cuánta afinación , con cuánto sen timiento , con qué expresión tan encantadora! Eran cantores de San Sebastian con el Sr. Santistéban á la cabeza, que habían sido convocados para la fiesta. La R ein a , gratam ente sorp ren did a, se detuvo un rato m ás, enviando orden á los cantores del bosque para que prosiguiesen en su canto. Con sentim iento dejamos aquella deliciosa estancia, y se prosiguió el paseo pasando por Urnieta, que recuerda el apellido del célebre hijo de H ernani, que contribuyó en Pavía á la prisión de Francisco I; y atravesando cuestas entram os en H ernani, pueblo antiguo popularizado en toda Europa por Víctor Hugo y Yerdi. Es una buena villa con cerca de 4.000 almas de v e ­ cindario, una grave iglesia parroquial del siglo XVI y una casa consistorial m agnífica, edificios que se dan la mano colocados el uno junto al otro á la cabeza del pueblo. La R e in a entró en el tem plo acompañada del clero, y se cantaron las preces que la Iglesia consagra á las Supremas Potestades de la tierra. Cerca del anochecer se llegó al em barcadero, en la jurisdicción de A stigarraga, cuyo Alcalde se presentó á la Re in a . Anunciaron su proxim idad unas hogueras y hom bres y m ujeres con teas encendidas que estaban metidos en el agua. Entonces empezó la expedición del m ar en unas gabarras, barcos sin quilla, únicos que pueden navegar por este trecho del r io , y más adelante la Reina trasbordó á su falúa. Los demás seguimos en una de las gabarras hasta San Séba*tian. Si las orillas hubieran estado ilum in ad as, se habría gozado mejor de la perspectiva de aquel frondoso paisaje: pero no dejaba de causar á la fantasía una impresión extraña , que por lo misino tenia su agrado, cam inar á oscuras por las verdinegras aguas de la r ia , por medio de un tupido toldo de follaje, y ver de trecho en trecho iluminadas con las teas que llevaban en las manos algunas caseras, como si fuesen las ninfas guardadoras de aquella soledad y espesura. Después de cam inar largo tiempo de esta m anera , vimos á nuestra derecha una casa perfectam ente ilum inada, cerrados balcones y p u e rtas, como si estando inhabitada se hubiese cubierto de luces sin auxilio hum ano por arte de algún sabio m ágico; verdadero castillo encantado de esta expedición c a ­ balleresca. Más allá se nos presentó tam bién iluminado un puente, que ai reflejarse en las aguas tomaba el aspecto de una verja dorada que nos cerraba el paso. Al llegar al barrio de Loyola se ensancha el horizonte y forma la via otra perspectiva, semejando un lago en que nos veiamos flotar sin rem os (no los tienen las g abarras) y m archar con regular velocidad á impulso de la corriente. El agua puesta en movimiento por los largos palos con que los manejan los m arin eros, despedía su rcos de luz fosfórica que era la única que á nuestro lado interrum pía las tinieblas. Todo, hasta un eco clarísimo que formado en la concavidad de una m ontaña vecina repitió en medio del silencio por algunos minutos nuestras voces, como si fuese un hom bre escondido que tra ­ taba de burlarse de los de la g a b arra, contribuyó á dar forma fantástica á este paseo. Luego de abandonarnos el eco, vimos presentarse en frente la plaza vieja de San Sebastian resplandeciente con innum erables luces, que parecía un inmenso ad erezo de brillantes de que se cubría para celebrar una fiesta, i Eran cerca de las diez de la noche cuando llegamos al desem barcadero de Santa C atalina, al pié del cual nos esperaban los coches que tuvieron tiempo de llegar án - tes que nosotros, merced á la reposada marcha que trajo la gabarra. SS. MM. tampoco habían andado mucho más de p risa; pues solo precedió en un cuarto de hora su llegada á la nuestra.
LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA (1865)
GACETA DE MADRID (nº.257)
MINISTERIO DE LA GOBERNACION. El Presidente del Consejo de Ministros al Ministro de la Gobernación: . Vitoria 13 de Setiembre de 1863.— «SS. MM. y AA. continúan sin novedad en su importante salud.» 

15.09

MINISTERIO DE LA GOBERNACION El Presidente del Consejo de Ministros al Ministro de la Gobernación: Miranda 15 á las diez y cuarenta y cinco minutos.—-«SS. MM. y AA. han salido de Vitoria á las nueve y media de la mañana , habiendo sido despedidos en la estación por las Autoridades y el numeroso vecindario que ha acudido á tributar á sus Reyes con entusiastas aclamaciones la expresión de su homenaje y ardiente adhesión. Los augustos viajeros se detendrán una hora en este punto, y continuarán su marcha para llegar ántes de las ocho á pernoctar en Avila.» El Presidente del Consejo de Ministros al Ministro de la Gobernación: Avila 15 á las ocho de la noche.— «SS. MM. y AA. acaban de llegar á esta ciudad. Han sido recibidos en la estación por las Autoridades, y victoreados con entusiasmo por el numeroso concurso que esperaba ansioso desde muy temprano á los augustos viajeros. La población está profusamente iluminada. SS. MM. y AA. permanecerán en ella hasta pasado mañana, en cuyo dia saldrán directamente para el Real Sitio de San Ildefonso.» 

LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA (1865)
GACETA DE MADRID (nº.258)
M INISTERIO DE LA GOBERNACION. El Presidente del Consejo de Ministros al M inistro de la Gobernación : Vitoria 14 de Setiembre de 1865.— «SS. MM. y AA. continúan en esta capital sin novedad en su importante salud.»

16.09



LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA (1865)
GACETA DE MADRID (nº.259)
MINISTERIO DE LA GOBERNACION El Presidente del Consejo de Ministros al Ministro de la Gobernación: Miranda 15 á las diez y cuarenta y cinco minutos.—-«SS. MM. y AA. han salido de Vitoria á las nueve y media de la mañana , habiendo sido despedidos en la estación por las Autoridades y el numeroso vecindario que ha acudido á tributar á sus Reyes con entusiastas aclamaciones la expresión de su homenaje y ardiente adhesión. Los augustos viajeros se detendrán una hora en este punto, y continuarán su marcha para llegar ántes de las ocho á pernoctar en Avila.» El Presidente del Consejo de Ministros al Ministro de la Gobernación: Avila 15 á las ocho de la noche.— «SS. MM. y AA. acaban de llegar á esta ciudad. Han sido recibidos en la estación por las Autoridades, y victoreados con entusiasmo por el numeroso concurso que esperaba ansioso desde muy temprano á los augustos viajeros. La población está profusamente iluminada. SS. MM. y AA. permanecerán en ella hasta pasado mañana, en cuyo dia saldrán directamente para el Real Sitio de San Ildefonso.» 

17.09
1865 # El Cuerpo de Ingenieros de Guipúzcoa presenta una Memoria para la construcción de un fondeadero entre Igueldo y la Isla de Santa Clara. Se alega que el puerto, a pesar de la reciente ampliación, no basta para el creciente tráfico marítimo y que la bahía carece de espacios abrigados. Se trata de cerrar la bocana con un dique, dragar los fondos y construir muelles en el actual paseo del Tenis. Su presupuesto es de 144.000 escudos y el plazo de entrega seis años



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AYUNTAMIENTO
ACTA nº.62


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AYUNTAMIENTO
ACTA nº.


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AYUNTAMIENTO
ACTA nº.


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AYUNTAMIENTO
ACTA nº.


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10 – OCTUBRE -
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4.10

AYUNTAMIENTO
ACTA nº.


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AYUNTAMIENTO
ACTA nº.


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AYUNTAMIENTO
ACTA nº.
# Se modifican los estatutos  de la Sociedad de Seguros Mutuos contra incendios, exigiendo mayores cautelas a la hora de firmar pólizas. Durante el año anterior han ardido por completo los siguientes caseríos: Sandardegui, entre Miracruz y Alza, Larreaundi, Calenea, Marruchipi y Maricuzureta.



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AYUNTAMIENTO
ACTA nº.


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AYUNTAMIENTO
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AYUNTAMIENTO
ACTA nº.72
  1. Prolongación de la Calle San Juan

  2. Escuela normal de Maestras



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11 – NOVIEMBRE -
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# El Ayuntamiento entiende haberse completado en su totalidad la construcción de edificios en la antigua zona amurallada, destruida en el incendio de 1813, debiendo "completarse solo el pavimento de alguna calle así como la instalación de sistemas de alumbrado y suministro de agua a la fuente del mercado"



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12 – DICIEMBRE -
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ARCHIVO MUNICIPAL (1865)


GROS-ATEGORRIETA-ULIA

EXPEDIENTE RELATIVO A FUENTES, BOCAS DE RIEGO E INCENDIOS Y ABREVADEROS EN GROS-ULIA-ATEGORRIETA: SOLICITUDES DE INSTALACION, PRESUPUESTOS, REPARACIONES, ETC.

#

1865


ARCHIVO MUNICIPAL (1865)

Administrativo 
Histórico


A

ADMINISTRACIÓN MUNICIPAL

A01

PLENO

A02

COMISIÓN PERMANENTE / DE GOBIERNO

A03

JUNTA DE GOBIERNO Y JUNTA MUNICIPAL

A04

COMISIONES INFORMATIVAS ESPECIALES

A05

REGISTRO GENERAL

A06

AYUNTAMIENTO Y ALCALDÍA

A07

ELECCIONES

A08

ORDENANZAS Y REGLAMENTOS

A09

PERSONAL

A10

POLICÍA MUNICIPAL

A11

ABASTECIMIENTO PÚBLICO

A12

ALUMBRADO PÚBLICO

A13

RED TELEFÓNICA

A14

LIMPIEZA DE LA POBLACIÓN

A15

VÍA PÚBLICA

A16

SERVICIO DE INCENDIOS

A17

BENEFICENCIA

A18

SANIDAD

A19

CEMENTERIOS

A20

CORRECCIÓN PÚBLICA

A21

ESTABLECIMIENTOS Y ARTEFACTOS INSALUBRES, INCÓMODOS Y PELIGROSOS





B

FOMENTO

B01

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

B02

MONUMENTOS Y HOMENAJES

B03

ARCHIVO

B04

BIBLIOTECA

B05

MUSEO MUNICIPAL

B06

MÚSICA

B07

ESPECTÁCULOS PÚBLICOS

B08

EXPOSICIONES Y CONGRESOS

B09

AGRICULTURA, INDUSTRIA Y COMERCIO

B10

ESTADÍSTICA

B11

INSTRUCCIÓN PÚBLICA

B12

FOMENTO, COMISIONES




C

HACIENDA

C01

PRESUPUESTOS

C02

CUENTAS

C03

CONTABILIDAD GENERAL

C04

ARBITRIOS MUNICIPALES

C05

BIENES MUNICIPALES

C06

DÉBITOS MUNICIPALES

C07

CONTRIBUCIONES E IMPUESTOS

C08

JUNTA Y COMISIONES




D

OBRAS

D01

ORDENANZAS DE EDIFICACIÓN

D02

REEDIFICACIÓN DE LA CIUDAD

D03

ENSANCHES DE LA CIUDAD

D04

ALINEACIÓN Y MODIFICACIÓN DE CALLES Y VÍAS

D05

ROTULACIÓN DE CALLES Y VÍAS Y NUMERACIÓN CASAS

D06

ALCANTARILLADO

D07

ACERAS Y PAVIMENTACIONES

D08

CARRETERAS DE PRIMER ORDEN Y ESPOLONES

D09

CARRETERAS DE SEGUNDO ORDEN Y CAMINOS VECINALES

D10

EDIFICIOS PÚBLICOS

D11

EDIFICIOS PARTICULARES

D12

PUENTES Y PONTONES

D13

FERROCARRILES

D14

TRANVÍAS

D15

PASEOS, JARDINES Y ARBOLADOS

D16

RÍOS, REGATAS, LAGUNAS, TERRENOS PANTANOSOS, ARENALES Y MARISMAS

D17

AGUAS POTABLES

D18

BARRACAS, CERRADOS, SÓTANOS Y COBERTIZOS

D19

MATERIAL DE OBRAS

D20

OBRAS Y MEJORAS DIVERSAS

D21

PERSONAL

D22

COMISIONES




E

RELACIONES INSTITUCIONALES

E01

RELACIONES CON LA FAMILIA REAL

E02

RELACIONES CON LA DIPUTACIÓN

E03

RELACIONES CON LAS AUTORIDADES CIVILES

E04

RELACIONES CON LAS AUTORIDADES ECLESIÁSTICAS

E05

RELACIONES CON LAS AUTORIDADES MILITARES

E06

RELACIONES CON LAS AUTORIDADES MARÍTIMAS

E07

RELACIONES CON LAS AUTORIDADES JUDICIALES

E08

RELACIONES CON VARIOS












































































































































































































































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